La televisión ha creado un mundo esquizofrénico en el que entre el individuo y lo global no hay nada. Alain Touraine

‘Dutifree’… pero ‘free’ total

Me va a tocar escribir ésto muy despacio. Y es que no es nada fácil teclear al tiempo que me sostengo con los codos los globos oculares para que sigan en su sitio después de ver el programa de Sardá anoche en Telecinco.

Todavía no me lo creo. No puedo dar crédito a lo que vi y escuché. Javier Sardá y su hermana Rosa María -disfrazada de paisana y con unas gafas de broma (un no parar de reír, oigan)- mano a mano en Sicilia, jugando a las máscaras en una entrevista que no fue más que una excusa del presentador para pedirle a su hermana que volviera a la televisión. ¿Para anunciarnos el próximo regreso televisivo de Rosa María Sardá? Ni idea. Sea lo que fuera, un desperdicio de entrevista de dos personas con mucho talento (o eso me parecen). Una payasada que tuvo que salir bastante cara.

Aunque el dinero supongo que sería lo de menos. Me imagino que el publirreportaje que le hicieron al fabricante de pasta Giovanni Rana paga la broma. Aunque en ningún momento viéramos en la pantalla una advertencia que indicara que aquello era publicidad, lo era. Y encubierta, que es la peor.

Después del confrateo y la telepromo vino «la parte humana» del programa. Una señora española casada con un siciliano, embarazada de siete meses, que hablaba pestes de su vida allí, de su suegra, del machismo, de la mafia… y que en un momento de desesperación le espetó a Sardá que estaba muy contenta con su nuevo trabajo en el Instituto Cervantes, porque sabía que podía pedir el traslado y marcharse a vivir a otro país y dejar allí al marido, la suegra y a los machos sicilianos que tomaban los bares. A la mierda con todo. Paga el Cervantes. Pagamos todos. Maravilloso.

Parece que para esta temporada de Dutifree Sardá piensa seguir con el compadreo, pagarle a sus amigos y familiares viajes de puta madre, apuntarse a un Diario de… (el hombre amenazado por la mafia, la española que está hasta la brenca de su marido…) y pasárselo teta mientras los espectadores nos quedamos dormidos con la mandíbula descolgada y perdida debajo del catre.

Tremendo. Claro que no tanto como lo que escuché en uno de los diálogos de Aída, en boca del personaje de una chica embarazada:

Voy a cagar porque, si sigo aguantando, el niño va a creer que tiene un mellizo negro.

O algo así.

Exijo un plus de peligrosidad ¡YA!

8 comentarios

  1. Dice ser David L.

    A veces a Sarda se le va la olla, pero eso es parte de su encanto. Si tuviera que presentar un programa (y algun productor quisiera que yo presentara un programa) me encantaria que fuera como DutiFri… viajando, carta blanca con el contenido…:)

    12 mayo 2008 | 13:01

  2. Dice ser chsl

    Opino exactamente lo mismo.¿Algún programa de viajes que te guste? ¿Planeta finito, por ejemplo?

    12 mayo 2008 | 13:10

  3. Dice ser bobpop

    me gusta mucho Planeta Finito. Besos

    12 mayo 2008 | 13:13

  4. Dice ser Mariolas

    Hay muchos programas de viajes infinitamente mejores que ese bodrio. En el canal Viajar, por ejemplo, los reportajes son soberbios, ahora están poniendo uno de Micheal Palin (de los Monty Phyton) viajando por los países del Este de Europa que es una maravilla, programas sobre las cocinas y sabores de todos los países que puedas imaginar, programas sobre maravillosos pueblos españoles, enfin, hay todo un abanico donde poder elegir que te ofrece entretenimiento y cultura

    12 mayo 2008 | 13:44

  5. Dice ser Sonia

    Cuidado con Planeta Finito: las burradas que dicen cuando hablan de la historia del lugar son antológicas

    12 mayo 2008 | 14:12

  6. Dice ser Histerias

    El último que vi de Sardá fue en Miami, América, no Catluña, codo a codo con Alejandro Sanz. El programa me entretuvo, pero no por lo que mostraron de Miami, más bien poco, sino por el compadreo presentador-artista. Oye, qué bien vivie esta gente, de veras, envidiable la casa de Alejandro, el estudio con vistas, el jardín, la pista de tenis, etc. Una pasada. Qué respeto por parte de Sardá y viceversa. Qué entusiasmo el uno con el otro. Qué aventura ir a contemplar unos caimanes con el tío abuelo de Sanz, tipo peculiar, sin duda. Pero tuve la sensación de ver más una juerga entre amigos, su vida, que un programa de viajes. Pero mira tú, que me lo tragué enterito, puto insomnio…

    13 mayo 2008 | 11:35

  7. Dice ser nobilla

    Da igual a dónde vaya Sardá en su programa porque lo que siempre acabamos viendo a Sardá. No suele salir ni una imagen interesante del lugar que visita. En las entrevistas sólo habla él y cuando pregunta algo a su interlocutor, acaba respondiendo él.El programa sobre Sicilia fue un pretexto para hablar única y exclusivamente sobre la mafia y el machismo del lugar. El de Jamaica estaba más bien dedicado a la marihuana. En el de Buenos Aires sólo vimos el taxi en el que iban Serrat y Sardá, que perfectamente podrían haber estado recorriendo las calles de Barcelona o Madrid. Y, lo de Maradna…patético. Si querían que quedase como un retrasado, lo consiguieron.Supongo que Sardá y su equipo disfrutarán del lugar que visitan y puede que lo conozcan a fondo pero al espectador sólo le dejan ver a Sardá y a algún colega suyo.

    20 mayo 2008 | 15:09

  8. Dice ser agsdava

    I agree with you , This is the best , Nothing is better , Enjoy!.

    05 junio 2008 | 10:42

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