Ayer por la mañana disfruté en deliciosa compañía de la estupenda exposición sobre los inicios del videoarte que inauguró hace una semanas el Reina Sofía: Primera generación. Arte e imagen en movimiento, 1963-1986. Disfruté y me acordé de vosotros, lectores. Y pensé ‘se lo tengo que contar. Les tengo que hablar de cuando se pretendía hacer arte con la televisión. Qué gracia‘.
Qué gracia que en 1971 David Hall tuviera los huevos de crear unas brevísimas piezas para televisión que tituló ‘TV Interruptions‘, y que se programaron en la televisión escocesa sin previo aviso, títulos ni cabecera. Que duraban apenas unos segundos y mostraban imágenes tales como un grifo corriendo, un televisor ardiendo, o un árbol movido por el viento.
Los televidentes escoceses lo tuvieron que flipar…
Y qué gracia que Jan Dibbets tuviera la gran idea de cerrar la programación de la WDR 3 las ocho últimas noches de 1969 con esta hoguera, con esta pieza titulada ‘TV as a Fireplace‘, que remitía a ‘la televisión como una experiencia colectiva. Aunque los espectadores estuvieran en habitaciones diferentes, estaban unidos – como los hombres de las cavernas – por el fuego comunitario.’
O cuando la WGHB emitió en 1983 cuarenta y cuatro retratos animados de telespectadores anónimos. Un trabajo del Gran Bill Viola que se llamó ‘Reverse Television‘, y que también apareció por sorpresa, fugazmente, en medio de la programación convencional de la cadena.
Qué gracia todo. Arte en TV. Espacios gratuitos para la experimentación. Cuánta ingenuidad. Qué gracia. JA-JA-JA…
… ja…
…
…
…
… qué desgracia todo. Hoy. Qué horror.
…
Vi la exposición el pasado sábado y me gusto. Muy interesante. Estoy de acuerdo con lo que dices. Un horror hoy. El horror.
23 noviembre 2006 | 10:37
Pero no nos engañemos, el inequívoco horror de hoy estaba ya contenido en las ingenuas, experimentales y refrescantes gracias de ayer. No es que se haya malogrado en algún momento, su desarrollo no podía haber sido otro. (Pregúntate, si no: ¿quién lo paga? ¿Cómo lo paga? ¿Para qué lo paga?)G. Bush, a los dieciocho meses de edad, también era un niño muy mono, creo.
23 noviembre 2006 | 11:16
Bueno, tampoco es que poner un grifo en la tele sea lo que se dice artístico, creo yo. Lo que pasa es que ya nos conformamos con cualquier cosa, lo que nos metan. La tele es una mierda, claro. Pero el arte también es una mierda. Y lo peor de todo, el criterio para distinguir lo que es una mierda de lo que no, ha desaparecido. Zombies todos, bienvenidos a la generación acrítica.Nicowww.nicogramas.blogspot.com
23 noviembre 2006 | 11:38
Y mi ejemplo de Bush niño viene a cuento, también, porque, como bien apunta Nico, esas gracietas supuestamente artísticas de la exposición, que tanto añoras por contraste con el horror actual, tienen más que ver con los balbuceos y los pasitos torpes de un niño que con ninguna otra cosa. Graciosas, sí. Bonitas de ver para un rato, muy tiernas para sus papás, tíos y tías. Pero no sé si es lo que nunca deberíamos esperar de la televisión, igual que «tata gugu» me parece un discurso más bien pobre para un adulto.¿Es arte un arbol moviéndose al viento? ¿Lo es el vídeo de un árbol moviéndose al viento? No lo sé, pero, lo sea o no, yo no enciendo la tele para ver correr un grifo, ni ondular un sauce, ni mirarme fijamente un ciudadano anónimo (curioso precedente de «Gran Hermano», si bien se examina…) Tampoco sé si es arte una serie bien hecha, y estoy casi seguro de que no lo es un informativo documentado, objetivo y que me trate como a un adulto. Pero me importa un pimiento a qué se le llame arte; eso último es lo que querría que me diera la tele, y que cada cual lo llame como más ilusión le haga.
23 noviembre 2006 | 14:52
Los invito a ver lo que soberbiamente llamo mi «arte».Cr
29 noviembre 2006 | 1:22
Invitarlos a ver la TV ON LINE MORIS TV en http://www.artemoris.cl, cultura surrealismo, noticias y micelanea.- tb estamos en http://www.tvgratis.tv CHILE
22 septiembre 2007 | 20:14