Cuenta Huberto Batis en su libro “Educación de la mirada», que Luis Cernuda escribía cartas de amor a un hombre que era en realidad un personaje de una novela de André Gide.
A Verona, llegan cada día cartas dirigidas a Julieta (precoz viuda de Romeo), cartas como ésta:
(Hay un disco maravilloso de The Brodsky Quartet y Elvis Costello, que convirtió en canciones algunas de esas cartas).
Hay también quien le escribe cartas a Don Quijote.
Leopoldo Alas, Clarín le escribió «Cartas a Hamlet«.
Y Laurie Anderson a Superman.
No hablo de perturbados, sino de la paradoja de las cartas que no escribimos para otros; que escribimos para leernos y no estar solos, que escribimos por escribir y no estar solos. No importa quién nos lea, importa que escribimos. Como si nos fueran a leer.
Hablo, escribo – ¿solo? – del miedo al monólogo inédito, íntimo, solitario. Del pavor al septenio de mala suerte de nuestro espejo roto. Y de la maldición que conjuramos gracias al ‘blog’, que nos dio la posibilidad de no seguir guardando cartas en el cajón, dirigidas a personajes ficticios.
¿O hablo, escribo – ¿solo? – de la maldición del ‘blog’, que convirtió en ficticio a cada lector que imaginamos? No lo sé.
(«No lo sé», escribo. Y sé que alguien lee «no lo sé»).
Bobpop!! ¿has oído la versión que hizo La Prohibida del «Oh superman» transformada en «Oh travestí»?.Aquí está el video clip de la canción que hicieron como promoción de las fiestas «En plan Travesti»….https://www.youtube.com/watch?v=gliQICQTF_I&search=prohibida
30 noviembre -0001 | 0:00
Hace tiempo que tomé la decisión de dejar de escribir ese tipo de cosas.Me gusta tu sensibilidad, Bob.
07 julio 2006 | 13:13
«Hablo, escribo – ¿solo? – del miedo al monólogo inédito, íntimo, solitario. Del pavor al septenio de mala suerte de nuestro espejo roto.»Me ha encantado Bobpop.¿Quién no ha escrito alguna vez, una carta o «monólogo» por el simple hecho de desahogarse, de expresarse o de escupir lo que lleva dentro?Un beso
07 julio 2006 | 16:14
Antes del blog, yo escribía. A todas horas. Manuscritos, escritos en el ordenador. No era para no sentirme sola. Era realmente una necesidad. Fueron, precisamente, los momentos de tanta tristeza y desesperación los que alimentaron mi pluma. La literatura no se nutre de mentes vigorosas y felices, sino de almas desesperadas. Cuando desaparece la desesperación, es raro que crezca la necesidad de escribir. Creo yo. Es decir, que la necesidad de escribir es proporcional al crecimiento de la desesperación.
07 julio 2006 | 17:12
Precisamente leía ayer en un periódico regional que ha caído en picado la utilización de los blogs entre los jóvenes ya que ahora prefieren la comunicación en directo y tiempo real que proporciona el messenger ése. ¿Estarán también en peligro estas nuevas cartas digitales, don Roberto? Pero si no les ha dado tiempo ha existir… ¿Por qué hoy todo es tan fugaz?
07 julio 2006 | 18:00
Reflexivo y mágico. Saludos
07 julio 2006 | 19:06
Yo escribo para vos.
08 julio 2006 | 17:53
«¿O hablo, escribo – ¿solo? – de la maldición del ‘blog’, que convirtió en ficticio a cada lector que imaginamos? No lo sé.»Curiosa reflexión y divina maldición que hace participes a los lectores de las más diversas producciones teatrales de los sentimientos, o en algunos casos péliculas de serie b…Siempre he odiado las superproducciones obstentosas que brillan como vulgares imitaciones de los auténticos diamantes.
08 julio 2006 | 19:17
En pocas palabras Magia.Escribimos para expresarnos, escribimos para que nos escuchen, escribimos para desahogarnos pero escribimos.Sonríe Bob .Te mando sonrisas , saludos.
09 julio 2006 | 12:17