Un hombre se baja de su moto con el teléfono movil encajado en el casco y dice: «No lo voy a leer, pero envíalo.»
Bolsos de Gucci auténticos, en distintos modelos.
Gafas de sol a juego con labios de colágeno.
Escotes para tetas de silicona.
Un matrimonio de millonarios suramericanos que se comunica a través de walkie-talkies mientras recorre las tiendas de Chueca por separado.
Mónica Cruz y Goya Toledo se sientan en una mesa al sol, a mi lado. Mónica Cruz me parece encantadora; acaricia un galgo ajeno y pregunta al dueño si muerde. Responde a su teléfono móvil: «preocupada no, CABREADA. (…) Afirmativo.»
Mónica Cruz sentada al sol sin gafas de sol. Mónica Cruz que es monísima, que se parece a su hermana cuando hace de italiana o de manchega y que, según mi amigo A., hereda los Chanel usados de Pe.
Leo el Diario de Gombrowicz entre 1953 y 1969 (su muerte) y anoto:
«(…) sobre las cosas perecederas es posible escribir de forma imperecedera.»
Y pienso:
«No seré yo».
De fondo suena, al acordeón, ‘Strangers in the night’
Me gusta la sonrisa invertida de Goya Toledo.
20 abril 2006 | 11:51
Primavera: fondo de tronco de plátano de sombra, farola de diseño hórrido y pinos asfixiados por el diesel. Ah, y Goya Toledo es tan guapa que dan ganas de pegarla (poco.suavemente, pero sin cordura); la Cruz, en cambio, es una monada de manada, como tantas colegialas que se ven por ahí.p.d.-¿Alguien ha confundido a Goya con el Gato de Chessire?
20 abril 2006 | 13:13
recuerdo en milejana adolescencia cuando no sabía que Mónica existía, y yo decía: Pero qué coño hace la Pe en UPA dance. Las dos son bellísimas, solo que Mónica basa su carrera en parecerse a una famosa, y en mostrar un poco las carnes.Me gustan tus gafas.
20 abril 2006 | 17:23
me gusta morder, quieres que te muerda?te pareces a Boris
21 abril 2006 | 9:58
¿Karlov? ¿Yeltsin?
21 abril 2006 | 10:48
Monica Cruz es monísma, sí. Yo cené una noche con ella cuando se enamoriscó de Joaquín Cortés, única forma de afecto que hay que dedicarle a ese truhán, bello y encantador que es el bailarín (para mi gusto, claro). Comió verduritas a la plancha en un italino de la calle Segovia. Y comentaba conmigo el último disco de Alba Molina, que le cae mal. Mona, pero algo cría. Claro que hace de esto…. cinco años, creo.En fin, te leo y te sigo a donde vayas.Besos
24 abril 2006 | 20:47