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Entradas etiquetadas como ‘orfanatos’

Todo es nuevo para la princesa Nyima

Por José de la TorreNamaste ONGNepal

Namasté!

En Nepal no se aplica el sistema métrico decimal. Las distancias no se miden en kilómetros, sino en horas de viaje, por ejemplo, cuando viajas a Goljung, en el Parque Nacional de Langtang, que está sólo a 105 Km. de Kathmandú, nadie te puede decir la distancia, solo que son 12 horas viajando en un autobús que recorre con interminables subidas, bajadas y miles de curvas por caminos de tierra, para llegar a la aldea, fin del trayecto del autobús e iniciar una ascenso a pie de 4 horas para llegar a nuestro destino.

Este recorrido, lo hemos realizado ida y vuelta en menos de tres días para recoger la documentación de los siete niños que desde esta semana están en nuestra casa de acogida.

El tiempo, es otra de las medidas que tienen un significado mas relativo si cabe aquí. Cualquier papeleo con el Gobierno nepalí haría sonreír a Larra, cuando preguntas cuanto tardará, te dicen «Vuelva usted mañana» y ante la pregunta de si estará solucionado, con su eterna sonrisa, la única respuesta que se oye aquí, «Maybe», puede ser. Tres meses llevamos esperando que construyan las mesas para estudio y comedor de los niños y cada día, «Maybe tomorrow …».

Os quiero ir contando cada día algo sobre los niños que hemos acogido.

La mas pequeña, se llama Nyima Deji, tiene seis años, unos ojos negros que enamoran al primer vistazo… Su padre se fue a trabajar a Malasia hace siete años para trabajar en la construcción y a los pocos meses dejó de enviar dinero y de comunicarse con la familia.

Nyima tiene un hermano mayor que está en un monasterio budista cerca de Lumbini, lugar de nacimiento de Buda, dos hermanas mas pequeñas que están con su madre, Sonam Sangmo Tamang, que se las lleva al campo todas las mañana al amanecer, a dos horas de camino desde la aldea para trabajar en el campo, únicamente por el arroz que consume la familia, sin salario, mas de 14 horas de durísimo trabajo, sólo por unos granos de arroz o maíz.

Nyima no ha estado escolarizada nunca, ya que aunque en la aldea hay una escuela, esta permanece cerrada excepto cuando algún voluntario de alguna ONG, como es nuestro caso se desplaza para convivir con estas familias y dedica parte de su tiempo a enseñar a los niños, aunque no disponen ni de regularidad, ni de material básico.

Es por ello que su madre, a través del Lama de Goljung, Singee, nos pidió que acogiéramos a su hija para darle la oportunidad de tener vida digna, escolarizada, atendida sanitariamente, con una alimentación regular y dieta variada, en un entorno familiar junto a los niños de su aldea.

Como podéis ver en esta foto, cuando vino con nosotros, llevaba este traje de princesa que una voluntaria le había regalado como toda pertenencia hace unos meses, y que no se quita nunca, incluso el chandal que le compramos se lo pone siempre encima y no hay manera de que se lo quite.

Para ella todo es nuevo, una constante sorpresa, nuestra casa de acogida dispone de TV y la ha visto por primera vez a su llegada. Dado que nos encontramos a mitad del curso escolar, los niños no pueden ir al colegio hasta dentro de seis meses, pero gracias nuestra compañera Sangita, que además de hacer de enlace de nuestros voluntarios, dando clases de nepalí, enseñando la ciudad y asisténdoles en su estancia, se encarga junto a su cuñada del cuidado, aseo y alimentación, hemos contratado un profesor particular para que empiece a trabajar con ellos en su enseñanza y que su paso al colegio no sea traumático.

Niños con problemas de adicción

Hoy estoy en Pokhara, visitando el centro de acogida que estamos ayudando desde nuestra ONG, en el que niños desde cinco a doce años, con problemas de adicción a esnifar pegamento, los recogemos de la calle, trabajamos con ellos durante unos meses, ofreciéndoles un entorno distinto al de la calle, con una alimentación asegurada, higiene, cama limpia y tras unos días de trabajo con ellos, se escolarizan y se hace un seguimiento con psicólogos y profesores para intentar evitar que vuelvan a las calles, cosa que no siempre se consigue, pero ahí estaremos para volver a acogerlos.

Mañana vuelvo a Kathmandú, que se encuentra a 120 km, o mas bien a ocho horas de bus «turístico». Estoy muy ilusionado con el proyecto que estamos arrancando, vamos a alquilar una casa de dos plantas en Sanga, a 20 km. de Kathmandú, en un entorno mas rural, con tierra cultivable para plantar nuestros propios productos y que los niños puedan estar en un entorno parecido a su aldea.

Pero eso os lo contaré mañana…. NAMASTE!

Un pollo para 16 niños y dos adultos

José de la TorreNamasteNepal

Namaste! Nuevo y caótico día… El caos predomina en Katmandú. Las bocinas de los coches, de las motos, los atascos, la contaminación, colas interminables de gente en todos sitios, hacen de Thamel, el barrio turístico, un lugar a evitar si realmente necesitas moverte, ya que puedes quedar atrapado en un atasco interminable.

Hoy, tras sufrir el jetlag, comienza el día en el momento que los nepalíes abren las persianas de sus comercios, a las 6 de la mañana. Tras desayunar, nos hemos dirigido a nuestro orfanato, Namaste Info Child, situado en la localidad de Lalitpur. Aunque la distancia no es superior a 8 kilómetros hemos tardado en taxi casi una hora en llegar.

Los niños se estaban preparando para ir al colegio y tras el aseo, han recibido su primer Dal Bath, (arroz y lentejas) que es la comida típica nepalí que todo el mundo toma dos veces al día, arroz hervido con un poco de caldo de lentejas, y en el mejor de los casos, como ha ocurrido hoy, acompañado de verduras frescas, y el sábado, lo será de carne de pollo, un pollo para 16 niños y dos adultos.

Después de acompañar a los niños al autobús para ir al colegio, hemos elaborado la lista de la compra de los productos que necesitarán para los próximos meses, arroz, lentejas, patatas, productos de limpieza, higiene y desinfección, etc…, lo cual haremos mañana.

Mas tarde, nos hemos dirigido a nuestra oficina, situada a unos kilómetros de distancia, que inauguraremos probablemente esta semana con una fiesta. Ayer llegaron de Goljung 7 nuevos niños, con edades comprendidas entre 4 y 7 años. Tras un periodo de adaptación en la casa que tenemos por oficina, irán junto con los otros 16 a nuestro orfanato donde serán incluidos en el grupo y escolarizados.

Todos ellos tienen padres y hermanos, pero tras nuestra visita a la aldea hace tres meses, sus padres, que no pueden casi ni darles un plato de comida, nos han pedido que los llevemos para que puedan tener una alimentación sana y variada, cuidados y revisiones médicas y asistan a la escuela.

En la foto podéis verlos con la ropa que les hemos comprado, ya que llegaron casi desnudos, como están la mayoría en su aldea, con zapatillas, no saben usar el baño y están en unas condiciones higiénicas deplorables. Han sido bañados, eliminados los piojos, visitados por el médico y esta noche por primera vez, han dormido en una cama. Mañana trabajaremos de nuevo con ellos en temas de higiene y prevención y les compraremos material escolar para empezar su educación. Estoy preparando un resumen de sus vidas, su origen, su familia, etc… que en los próximos días publicaré.

Pasado mañana iremos a Goljung a la aldea de estos niños para llevar noticias a sus padres, el dinero recaudado por la venta de los bolsos y monederos que confeccionaron para nosotros y intentar conseguir el compromiso de los padres de que si contrato un par de profesores a tiempo completo para los dos niveles de enseñanza, se comprometerán a enviar a sus hijos cada día al colegio.

Esto es todo por hoy… Saludos desde Nepal.

Namasté se incorpora al blog solidario

Iniciamos hoy una nueva colaboración con Namasté, una organización que trabaja con menores en Nepal. José de la Torre, presidente de la ONG, visita esas tierras durante tres semanas. Justo antes de aterrizar en Nepal, desde Bangkok, se presenta a los lectores del blog solidario de 20minutos.es.

Mi nombre es José de la Torre y soy el presidente de Namaste ONG voluntariado en Nepal. Nuestra ONG nació en octubre de 2008 a raíz de mi experiencia que como voluntario realicé durante un mes en Nepal, en concreto, en el orfanato de Ganganagar, situado en el Parque Nacional de Chitwan, en el sur del país.

Allí mi corazón fue conquistado por 23 niños y niñas, con su dulzura, su cariño y su eterna sonrisa. Durante ese tiempo, compartí con ellos, sus juegos, sus deberes, tareas domésticas… y como dijo Maruja Torres, «cuando dejé ese país atrás, sentí lo mismo que cuando uno cierra una puerta, y se da cuenta, tarde, que ha olvidado algo dentro».

A mi regreso, les comenté mi experiencia a mis compañeros de trabajo y hubo una respuesta en cadena de que todos querían involucrarse, unos con donaciones, otros acudiendo sobre el terreno como voluntarios, otros organizando conciertos para recaudar dinero. Desbordado por la respuesta y animado por todos, decidí crear esta ONG con la idea de que estos niños no dependiesen de las donaciones de los voluntarios para tener una calidad de vida aceptable, sino conseguir que el orfanato fuese autosuficiente y sostenible.

En aquel momento, los niños comían solo el Dal Bath, «arroz y lentejas», plato nacional de Nepal, sin ningún tipo de variedad en la dieta ni aportes proteínicos, por lo que nuestro primer viaje, ya como ONG, y con un grupo formado por 12 voluntarios, montamos un campamento de trabajo, donde se pintó la casa, se aró y plantó un huerto con gran variedad de verduras y frutas, se construyó un cobertizo para los animales, que fueron comprados para añadir leche y carne a su dieta y durante 18 días disfrutamos viendo como se transformaba la casa. Hoy día, tienen arroz plantado para su consumo para todo el año, un huerto con verduras y frutas, una pequeña alberca con peces para su consumo, leche a diario y carne dos veces a la semana, pero lo mas maravilloso fue la labor humana que los voluntarios realizaron con los niños durante este tiempo, ayudando con sus tareas, en el colegio, en la casa, con juegos sin fin, etc.

Lo que comenzó como un viaje solidario por mi parte, transformó la calidad de vida de esos niños y me animó a emprender otros proyectos, que son los que a lo largo de estas tres semanas os iré narrando… Solo como anticipo, os diré que ya disponemos de un orfanato en Lalitpur, cerca de Kathmandú, donde 13 niños que vivían de los restos de comida de los vecinos, entre excrementos de perro y durmiendo en el suelo, ahora su vida está cambiando, pero eso os lo contaré en la próxima entrega, que ya estaré allí con ellos.

José de la Torre – Namasté – Nepal