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Entradas etiquetadas como ‘kala azar’

A veces, los atascos de tráfico son buenos

Por Padma Priya, periodista de Médicos Sin Fronteras en India

Iba en un rickshaw, un triciclo motorizado, y estábamos en un atasco, así que empecé a hablar con el conductor, Bishnu. Me contó que estaba ayudando a sus hermanos para que pudieran estudiar en Patna, la capital de Bihar.

Le dije que había estado hace poco en Bihar y me pregunto que por qué. Le expliqué que trabajo para Médicos Sin Fronteras y que la organización está luchando contra la desnutrición y el kala azar en ese estado. Cuando pronuncié kala azar, su gesto cambió y me dijo que su madre había estado aquejada de esta enfermedad. Le pregunté dónde había sido tratada y me dijo que en Hajipur. “¿Trabajas para ese MSF?”, me preguntó.

Su madre había recibido tratamiento en el hospital de Sadar, donde trabajamos. “La pobreza debe ser erradicada en Bihar y el kala azar también. La educación es la única forma de conseguirlo”, dijo mientras detenía el vehículo frente a mi casa.

Paciente de kala azar en el distrito de Vaishali, estado de Bihar, India. Fotografía de Anna Surinyach.

Paciente de kala azar en el distrito de Vaishali, estado de Bihar, India. Fotografía de Anna Surinyach.

Le pagué y cuando ya me iba añadió: “Por favor, continúen tratando a nuestras familias en Bihar que sufren el kala azar. Muchos han muerto porque no había tratamiento”. En días como este, me siento afortunada de trabajar en una organización como Médicos Sin Fronteras.

Un lugar que es todo al mismo tiempo

Por Bárbara Camus (enfermera de Médicos Sin Fronteras en Hajipur, India)

Trabajamos de 8 a 5 en la oficina, en el hospital o en los centros de salud primaria de que os hablaba en mi anterior post. Nuestro equipo está formado por aproximadamente 70 personas, casi todos son colegas indios y somos sólo 3 “expats”*: una española, Miriam (doctora que coordina la parte médica), una suiza, Delphine (la coordinadora del proyecto), y una chilena (¡yo misma!). Aquí nos llaman las “Golden Ladies”.

En el último piso del mismo edificio de la oficina está nuestra casa. ¡Tenemos todo un piso para nosotras! Y a veces nos adueñamos de la azotea o la “Chillout Hajipur Terrace”, bautizada así por nosotras, donde comemos o proyectamos películas a la luz de las velas, los peces y las estrellas.

Al principio, lo que más me llamó la atención de este país y lo que más me costó fue adaptarme al calor (45° centígrados con 80% de humedad). No podía estar lejos de un ventilador o salir a la calle durante más de 10 minutos, todo el día transpirando y con la cara roja. Y lo peor es que tenemos que usar pantalón largo y camiseta con manga, porque no se pueden mostrar los hombros, ni los tobillos, ¡o sea que nos tenemos que abrigar para salir!

La contaminación acústica es increíble. ¡Les encanta tocar la bocina! Hasta en la parte de atrás de los camiones dice “horn please”**, todavía no entiendo si es para avisar de que van pasando o de que te van a adelantar, o de que te tienes que mover tú o de que no te tienes que mover… Además, dependiendo del mes, instalan altavoces por toda la ciudad para transmitir mantras durante tooodo el día y toooda la noche. Así que nos despertamos y nos acostamos escuchando las frases sagradas del hinduismo. Además, tenemos de vecina una mezquita, por lo que también nos invitan a rezar 5 veces al día el “salat”.

Pero si me preguntan ahora, no sé si me adapté o me acostumbré a andar toda pegoteada y transpirada; las bocinas, los mantras y el salat se han vuelto algo tan cotidiano que ya ni los escucho (menos mal, porque aquí los tapones para los oídos NO sirven). Definitivamente, el ser humano es un animal de adaptación… por suerte.

Al hospital nos vamos en bici, a veces tardamos 10 minutos y a veces más, ya que hay que esquivar todo tipo de obstáculos en la ruta: peatones, niños jugando, otras bicicletas, rickshaw, ottorickshaw, basura, camiones, tractores, buses con pasajeros hasta el techo, autos, vacas, búfalos, cabras, chanchos, perros ¡y hasta elefantes! Andar en bicicleta en la India no es solo un medio de transporte: es toda una aventura.

Aquí somos unas “celebrities”, cada vez que salimos a la calle, la gente se queda mirándonos o se reúnen alrededor nuestro, y no es que seamos unas top models, sino que les llama mucho la atención nuestro color de piel (“milkwhite”, o sea lechoso). Y cuando miras la televisión, te das cuenta que todas las cremas son para blanquear: es asombroso cómo la blancura es aquí sinónimo de belleza.

La vida en Hajipur es tranquila, si así lo quieres; y si no, simplemente sales a la calle. En la calle te encuentras con TODO, aquí la gente se baña, se lava los dientes, se peina, se afeita, se corta el pelo, duerme, trabaja, cocina, come y vive en la calle.

Y por esta razón la fotografía se ha convertido en mi hobby favorito, me he vuelto una adicta a las fotos en este país (o como decimos en el PPD, “I’m a freak of… photography”). Es que todo lo que miras, quisieras capturarlo, y por eso siempre ando con mi cámara en la cartera.

¿Nunca les ha pasado que no se puede describir un lugar porque es todo al mismo tiempo? Eso me pasa con este país, es que la India es una sobrecarga sensorial y una mezcla de colores, dioses, saris, mantras, niños, palmeras, motos, vacas, bocinas, basura, templos… en fin, una mezcla de todo y por eso me encanta…

Después de cuatro meses trabajando con Médicos Sin Fronteras en este increíble país, me doy cuenta que toda esta experiencia, es lejos mejor de lo que algún día había soñado… como dicen mis compañeras “¡no hay nada como la primera misión!…

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* Un “expat” es la abreviatura coloquial de “expatriado”, trabajador internacional. Los equipos de MSF en terreno están formados por personal internacional, como Bárbara, enviados al país donde se desarrolla la intervención, y por personal nacional, contratado localmente por la organización. En India, por ejemplo, MSF España contaba en 2011 con unos 150 trabajadores nacionales y 15 expatriados en sus proyectos de desnutrición (en Darbhanga) y kala azar (en Bihar).

** “Por favor, toque el cláxon”

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Puedes leer más sobre el trabajo de MSF en India de la mano de Luke Chapman, en este mismo Blog Solidario. Busca “Luke en Bihar”.

Fotos: Todas © Bárbara Camus.

Hajipur… ¡más que un sueño!

Por Bárbara Camus (enfermera de Médicos Sin Fronteras en Hajipur, India)

Manju es una niña de 8 años, y hoy le toca recibir su segunda dosis de tratamiento con Ambisome. Hace 20 días que sufre de fiebre alta y hace 4 que consultó en el Hospital de Hajipur, donde se le diagnosticó Leishmaniasis Visceral, más conocida como Kala Azar.

Hace más de 10 años, que sabía que quería trabajar con Médicos Sin Fronteras (MSF). Tenía que estudiar algo relacionado con la salud, así que ingresé en Enfermería, hice mi práctica en Urgencia y sólo me faltaban 2 años de experiencia laboral para poder postular.

Las vueltas de la vida me desviaron un poco de mi sueño, así que pasaron 6 años hasta que finalmente mandé mi currículum. Al día siguiente tenía un email en mi bandeja de entrada acordando una primera entrevista, y un mes después me llamaba para decirme que me habían aceptado. ¡No lo podía creer! Partí a Barcelona al curso de PPD (“Preparación Primer Destino”) y, una semana después, ya tenía mi misión asignada. Nada más y nada menos que a la India

La primera mañana que me levanté a trabajar y me puse mi chaqueta blanca con el logo de MSF, pensé: “cumplí mi sueño”… Había olvidado la extraña sensación que se experimenta cuando un sueño se hace realidad… vuelves a vivir, vuelves a sorprenderte, vuelves a encontrarte con esa capacidad de asombro que se había apagado sin darte cuenta.

Llevo más de cuatro meses en Hajipur, una ciudad al noreste de la india, en el estado de Bihar. Según los libros, este es uno de los estados más pobres de India: con más de 100 millones de habitantes, la mayor falta de infraestructura, violencia entre castas y corrupción, aquí le llaman “el Lejano Oeste”. Pero por otro lado, es la cuna del budismo, ya que aquí fue donde Buda alcanzó la iluminación bajo el árbol del bodi.

MSF tiene un proyecto de Kala Azar en Hajipur desde el 2007 ¡y hasta la fecha ya se han tratado más de 10.000 pacientes! Yo soy la “Field Nurse”, o sea la enfermera del proyecto, y mi trabajo aquí consiste en continuar entregando tratamiento para esta enfermedad olvidada en el hospital de Hajipur y en los centros de atención primaria del distrito de Vaishali.

A mi cargo, tengo a 20 increíbles personas y me ayudan 2 enfermeras supervisoras. Nutan es la enfermera supervisora de Sadar, el hospital, y Prabha lo es de los centros de atención primaria. Realmente, no sé cómo describir lo que siento por ellas: ¡simplemente me encantan! Mi jefe es el Dr. Gaurab, o Gaurab para los amigos, uno de los “fundadores” del proyecto, un médico feliz al que le encanta su trabajo y que disfruta con todo.

Hasta aquí las presentaciones. Os cuento más de mis actividades en el próximo post.

 (Continuará)

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Puedes leer más sobre el trabajo de MSF en India de la mano de Luke Chapman, en este mismo Blog Solidario. Busca “Luke en Bihar”.

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Foto: El Doctor Gaurab Mitra, atendiendo a un paciente de kala azar en el proyecto de MSF en Bihar, India (© Juan Carlos Tomasi)