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Registro infantil: una puerta al futuro

Por: Amrullah Amrullah. Experto en Protección de la Infancia. Plan Internacional en Indonesia.

 Las oportunidades son escasas para aquellos niños y niñas que viven en los barrios pobres de Yakarta, que con frecuencia recolectan botellas de plástico, se pasean por los basureros en busca de restos o  tocan el banjo en los autobuses locales para recolectar algunas monedas con las que sobrevivir. Es preocupante.

También lo es que muchos de estos niños y niñas no existan oficialmente. Sus padres no pueden cubrir los costes que implica la obtención de los certificados de nacimientos, limitando así el futuro de estos pequeños y su acceso a servicios básicos.

Los altos costes y un proceso excesivamente  burocrático, convierten la obtención de un certificado de nacimiento en Indonesia en una auténtica pesadilla.Sin una identidad legal, no hay acceso a la educación, tampoco ala asistencia sanitaria básica, a un pasaporte o a ejercer el derecho al voto. Sin un certificado de nacimiento, no puedes demostrar tu edad y pueden casarte a la fuerza a una edad temprana.

Un padre firma una constancia de recibido por el certificado de nacimiento de si niño

Un padre firma una constancia de recibido por el certificado de nacimiento de si niño

El Ministerio de Asuntos Sociales, hablaba en 2012 de 94.000 niños y niñas de la calle en Indonesia, de ellos 7.000 sobreviven en las calles de Yakarta. Sólo una quinta parte -el 22%- de ellos estaba registrado.

Indonesia posee una de las tasas más bajas de inscripción de nacimiento entre los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático. En Camboya, Tailandia, Singapur y Vietnam, por ejemplo, más del 90% de la población está registrada.

El año pasado, Plan Internacional, realizó encuestas en cinco de los barrios más pobres de Yakarta y encontró que más del 60 % de los padres ni siquiera había tratado de registrar a sus hijos. La organización de protección y defensa de los derechos de la infancia, estima que, en Indonesia, cada año tres millones de niños y niñas se suman a los entre 30 y 35 millones de niños y niñas sin registrar.

El sistema de servicios públicos no proporciona oportunidades adecuadas para que los niños y niñas de la calle se registren,  ya que entre otras cosas, solicitan una larga lista de  documentos necesarios para poder emitirlo, entre ellos: certificado de nacimiento, carta de confirmación de nacimiento emitida por la jefatura del municipio, libro de familia o constancia de domicilio y un  certificado del estado civil de los padres.

La investigación llevada a cabo en 2013, arrojó que tan sólo el 54% de los encuestados tenía la notificación de nacimiento de sus hijos.La mayoría, el84%, no tenía unacarta de confirmación del nacimiento de la jefatura municipal.Sóloalrededor dela mitad teníalibro de familia/cartade domicilioy sólo el 40% de los encuestadosteníaun certificado de matrimonioexpedido porel RegistroCivil.

El Estado está obligado a desarrollar un sistema que garantice el bienestar y la protección de la infancia. Recientemente el Ministerio de Asuntos Sociales puso en marcha un programa nacional de protección de la infancia, cuyo  objetivo es dar a cada niño y niña una cuenta de ahorros con un depósito único de alrededor de $ 150 (90 €) para cubrir los gastos de educación y salud básicos. Sin embargo, es necesario que los niños y niñas estén registrados para beneficiarse de dicho programa.

Ani, de 15 años de edad, no puede obtener su certificado de nacimiento porque no sabe dónde está su padre.  “Me siento frustrada pues no puedo ser una ciudadana oficial de mi país”, dice.

Tri, de 15 años, asiste a una escuela informal y trabaja como cantante en la calle ganando cerca de 2 dólares al día (1,20 €). Es consciente del valor de conseguir un certificado de nacimiento, especialmente para su educación. «Mis padres se han divorciado. Mi padre está ocupado en el trabajo y no tiene tiempo para emitir mi certificado de nacimiento. Ni siquiera entiende su importancia», dice.

Pequeña niña enseña su certificado de nacimiento

Pequeña niña enseña su certificado de nacimiento

Desde 2012,Plan Internacional lleva a cabo un programa de Registro Universal de Nacimientos para los niños de la calle en Yakarta. A través del proyecto, se sensibiliza a los niños y niñas de la calle y sus familias sobre la importancia de estar registrado, y se facilita apoyo al gobierno para facilitar los trámites y hacer asequible el registro a la población. El año pasado, el Parlamento de Indonesia cambió la ley para hacerlo más económico y más asequible al ciudadano. Se eliminaron los  pagos adicionales y la obligación de que el certificado sea emitido en donde tuvo lugar el nacimiento.

Ya hay más de un millar de niños registrados desde que el proceso se simplificó. Esto demuestra que la unión entre los diferentes aliados de la sociedad civil, el sector empresarial, el gobierno y las comunidades puede producir grandes logros, en este caso apoyando y dando visibilidad a los niños y niñas excluidos.

Los niños sin certificado de nacimiento no existen para nadie

Roxana Pintado, Ayuda en Acción Bolivia

Hace unos días comenzó a pagarse a todos los niños y niñas que permanecieron durante todo el curso escolar 2010 asistiendo a clases el Bono Juancito Pinto, que otorga el Estado como un incentivo a la permanencia escolar. Pedrito (nombre convencional) no estaba en la fila; miraba a través del vidrio de una ventana de la escuela. Pedrito no recibió esos 200 bolivianos. ¿Sabe usted por qué? Pues simplemente porque Pedrito no tiene certificado de nacimiento.

¿Usted sabe lo que le puede pasar  a una persona que nunca ha tenido un certificado de nacimiento? Pues yo les voy a contar lo que sucede a estas personas cuando viven en Bolivia y son pobres. Comencemos por los problemas que la falta de ese simple documento  provoca a los niños y niñas.

El artículo número 7 de la Convención de los Derechos del Niño, ratificada por todos los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas, a excepción de los Estados Unidos y Somalia, reza: El niño será inscripto inmediatamente después de su nacimiento y tendrá derecho desde que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos. Pero si uno desconoce las consecuencias que trae el incumplimiento de este derecho, resulta difícil entender por qué tanto énfasis de las organizaciones que trabajan por el cumplimiento de los derechos de los niños y las niñas en que toda persona cuente, desde el momento de su nacimiento, con ese documento que a muchos parece un simple papel.

En Bolivia, cuando un niño no tiene certificado de nacimiento, no tiene que ser considerado ciudadano del país, por lo que los derechos y beneficios intrínsecos a los reconocidos como bolivianos no le son reconocidos a él; así comienza a enfrentarse a la vulneración de otros muchos de sus derechos. Resulta entonces que no puede matricularse en la escuela; no tiene derecho a la atención médica gratuita que se da a los niños hasta los 5 años; no puede recibir los bonos que, como incentivos para la permanencia escolar y la atención en salud infantil, otorga el estado boliviano; entre otros. Los niños y niñas sin documentos de identidad,  cuyos padres emigran en busca de mejores oportunidades de trabajo, no pueden acompañarlos pues sin certificado de nacimiento no pueden viajar.  En muchos casos, los padres se arriesgan a sacarlos del país de forma ilegal, poniendo en peligro la vida de sus hijos en el exterior y exponiéndolos a situaciones de trata y tráfico de personas con lamentables consecuencias.

Luego las cosas se complican. Cuando los niños cumplen 18 años y los varones deben pasar el Servicio Militar Obligatorio, aquellos que no tienen certificado de nacimiento, no pueden inscribirse al ejército y a partir de ahí se desencadena una serie de consecuencias que entorpecen el desenvolvimiento de las personas adultas. Por ejemplo, aquellos hombres que no hacen su servicio en el ejército ven limitadas sus posibilidades de acceso a fuentes de trabajo, pues en muchos empleos les exigen dicha certificación. Igualmente, tanto a hombres como mujeres, para ser contratados por cualquier empresa, sea pública o privada, deben contar con cédula de identidad vigente, así como para matricular en las universidades. Para viajar fuera del territorio nacional, hombres y mujeres deben contar pasaporte, para cuya tramitación se requiere la cédula de identidad. Los adultos mayores de 65 años necesitan el carnet de identidad para cobrar la Renta Dignidad, bono de 204,00 euros que el Estado asigna anualmente a todos los adultos mayores. ¿Cómo tener cédula si nunca se tuvo certificado de nacimiento?

Cuando uno indagaba sobre las causas por las que las familias no tramitaban el certificado de nacimiento de los hijos al nacer estos, se encontraba que muchos no conocían la importancia de contar con este documento y que a la mayoría se le hacía inaccesible el mismo debido al costo del trámite. Para que un adulto consiga tener su certificado y luego la cédula de identidad, el trámite es engorroso, largo y muchas veces, dependiendo de la necesidad de implicar a abogados, mucho más costoso.

Durante muchos años la cooperación internacional y las ONGs bolivianas trabajaron informando a las familias y sensibilizándolas sobre la importancia de que niños y niñas contaran con certificados desde su nacimiento, pero eso solucionaba sólo una parte del problema. Así que se trabajó, desde la incidencia política, para conseguir que el Estado aprobara políticas públicas que ayudaran a disminuir los costos del trámite.

Desde hace algunos años, y con el apoyo de la cooperación internacional, el Estado boliviano comenzó a entregar el 1er certificado de nacimiento a todos los niños y niñas de forma gratuita, y Ayuda en Acción compartió ese empeño. Se realizaron campañas masivas en las facilitamos el equipamiento a los Oficiales de Registro Civil y los transportamos a los lugares más recónditos de las zonas donde trabajamos para garantizar que todos los niños y niñas que allí viven tengan su primer certificado y apoyamos el cumplimiento de los trámites necesarios para que los adultos  sin documentos de identidad consiguieran el primero de ellos.

En el pasado año y gracias al esfuerzo y la coordinación entre el Estado, Ayuda en Acción, las ONGs bolivianas con las que trabajamos y las organizaciones y autoridades locales, fue posible que más de 1700 niños y niñas de cinco municipios del país tuvieran su primer certificado de nacimiento y más de 1250 adultos de otros seis municipios consiguieran su cédula de identidad. En Sorata, por ejemplo, el 92% de la población ya tiene documento de identidad y en cuatro municipios, más del 71% de la población adulta mayor de 65 años puede cobrar la Renta Dignidad.

Y entonces, por estos días, uno se acerca a la fila de los chicos y sus padres en las escuelas y ve la sonrisa de los niños y niñas y los ve sujetando un papel entre sus manos. Y cuando se les pregunta qué harán con el  dinero que recibirán, saben bien a qué lo dedicarán: a comprarse ropa y zapatos o simplemente para comprar los materiales escolares para el siguiente curso. Y entonces uno entiende que ese pequeño papel que cada niño aprieta en sus manitas es un tesoro que debemos  seguir apoyando, para que los niños como Pedrito dejen de ser “nadie” y se conviertan en personas con derechos.