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Luke en Bihar: “de pequeño, yo también estaba en los huesos”

Por Luke Chapman (médico de Médicos Sin Fronteras en India)*

Como os decía, no todo el mundo en India opina lo mismo sobre la desnutrición infantil, sobre si es una enfermedad o no. Aquí prevalece la idea de que los niños simplemente están delgados, tal y como ilustra la afirmación de cierto responsable oficial del país, una idea por otra parte omnipresente aquí: «de pequeño, yo mismo estaba en los huesos y eso nunca me perjudicó«.

Puedes entender el por qué del desinterés en ver la desnutrición como una enfermedad. Por una parte, un mayor interés conlleva que tengas que empezar a hacerte responsable de los ocho millones de niños que la padecen en este país, cosa que no es nada barata. Por otra parte, atrae una atención innecesaria sobre los porqués de que, en un país sin grandes crisis agudas y 8 teléfonos móviles por cada 10 personas, exista un problema de tal magnitud. Se trata de un tema políticamente sensible.

Médicos Sin Fronteras se percató del problema en Bihar en el transcurso de una intervención de emergencia durante las inundaciones de 2007. Algunas encuestas preliminares revelaron una prevalencia de desnutrición en niños menores de cinco años de aproximadamente un 5%, lo que en algunos contextos constituye una emergencia humanitaria y tratada como tal, por ejemplo en partes del África subsahariana.

Sin embargo, hay unas 300.000 personas en el distrito de Darbhanga (población 3,9 millones). Y hay 38 distritos en el estado de Bihar (población 104 millones). Y en todo el estado de Bihar, en todo el país incluso, sólo hay un programa nutricional como el de MSF. ¿Por qué entonces MSF está trabajando en Biraul y no en otras partes?

Las principales razones pueden resumirse en una mezcla de buena fortuna, capacidad de MSF para negociar el acceso y después generar resultados, y la voluntad política para abordar la cuestión por parte del gobierno del Estado de Bihar. Lo que intentamos hacer aquí, en esta India llamada a ser algún día una de las economías más potentes del mundo, es mostrar al gobierno que la desnutrición puede tratarse de forma rentable a gran escala. Dentro de esta contradicción, MSF anda sobre la cuerda floja, buscando el equilibrio entre unas operaciones que son vitales para la población y que deben estar orientadas a obtener resultados, y las negociaciones diplomáticas con el gobierno.

Así que aquí estoy, supervisando a los médicos nacionales que tratan a los niños desnutridos en el Centro de Estabilización,  entre ellos a un niño de 2 años, llamémosle George, que sufre desnutrición y que ha empezado a hincharse por exceso de líquidos, causa frecuente de esas barrigas hinchadas que recuerdo tan claramente haber visto en la tele cuando era niño.

Finalmente ya tengo clara la causa de la hinchazón y, contrariamente a lo que muchas fuentes querrían que creyésemos, no es ascitis, si no una combinación de un hígado hipertrofiado y un número excesivo de bacterias en el intestino, agravado por una musculatura abdominal débil.

En todo caso, a George le importa muy poco la patofisiología. Su piel está tan escamada que deja al descubierto un mosaico de llagas en su hinchado cuerpo; su boca, tan agrietada e infectada que a penas puede comer. Exuda sufrimiento. A pesar de todo, está respondiendo bien al tratamiento, y en un par de semanas ha mejorado mucho e incluso le he visto sonreír. Y acaban de darle el alta para su posterior seguimiento en el programa ambulatorio.

El propósito diario del proyecto es sanar a niños como George de la desnutrición aguda severa que padecen, para evitar retrasos en el crecimiento o, peor aún, la muerte, y no puede cuantificarse este beneficio más de lo que podría ponerse precio a una vida humana.

Pero MSF está aquí con una meta adicional incluso más ambiciosa: si podemos ayudar a niños como George con un modelo de atención nutricional comunitaria hecha a medida para el estado de Bihar, en un contexto como el de India, entonces podremos quizás convencer al gobierno de que adopte este modelo de atención, que lo amplíe y luego ayude a cada niño enfermo como George. Y eso sería todo un logro.

* Luke Chapman es médico del proyecto de desnutrición infantil de MSF en Biraul, en el estado indio de Bihar.

4 comentarios

  1. Dice ser ANTONIO LARROSA

    Yo tambien estba en los huesos y sin embargo mi hermano estaba bien rollizo y eso que yo comia como una lima , lo que pasa es que según los medicos que me vieron decian que tenia lombrices. En fin que aquello ya pasó y ahora me siento muy bien y a mis 75 años ni una pastilla me tomo, y estoy estudiando vivir 150 años cosa que teóricamente ya tengo resuelta.

    Clica sobre mi nombre

    12 noviembre 2012 | 10:35

  2. Dice ser Click aquí

    Gran articulo como siiempre http://adf.ly/EaLt1

    12 noviembre 2012 | 14:58

  3. Dice ser vividora

    luke tengo una nena de 5 años come como una lima y pesa «0,coma»que suelo decir,osea esta que parece el espiritu de la golosina,sin embargo me sale mas barato vestirla que darla de comer,jajajajaja
    me puedes dar una explicaccion que yo comprenda para saber por que tienen tantos hijos??,teniendo en cuenta que apenas pueden subsisitir los adultos,se que son mano de obra(es triste pero es asi,segun ellos) pero desde que nacen hasta que pueden trabajar(mejor dicho les OBLIGAN ha trabajar)….cuantos mueren por el «camino»?,muy buen trabajo luke como siempre 😉

    12 noviembre 2012 | 15:49

  4. Buen trabajo el vuestro de médicos sin fronteras. Tu en la India conociste por casualidad a Biciclown? regala sonrisas haciendo de payaso y vive en su bici desde 2001. Podríais darle mención algún día en vuestro blog… Gracias! Seguid así, nos encanta! http://bit.ly/SJMuuF

    13 noviembre 2012 | 16:43

Los comentarios están cerrados.