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Razones por las que debería desaparecer ‘el blog del becario’

«Agradezco profundamente la ocasión que me brinda la providencia de poder huir de la censura franquista que ejerce este mal llamado becario, que ni es becario, ni periodista, ni merece ser nombrado, para expresar mi opinión.

Evidentemente no soy el tal Bec, de ahí que no encabece este post el absurdo BecConsejo que el incompetente que escribe en este blog se empeña en poner día a día, sin que a nadie le importe su opinión, ni su vida, ni mucho menos sus inútiles consejos que no son más que chorradas sin fundamento.

En cualquier caso no quiero entretenerme más y voy directo al grano, no sea que al final la tijera del censor me pase nuevamente factura. Allá va: ¿Por qué debe cerrar el blog del becario?

Pues primero, porque no aporta nada, nada, nada, a la vida de ninguno de quienes lo leen. Estando en una situación de crisis mundial como la que vivimos es increíble que aún exista alguien que se dedique a escribir bobadas sin ningún sentido como las que se leen aquí. Más indignante aún es que le paguen por ello.

En segundo lugar, porque ese ser vil, ruin y despreciable que vosotros conocéis como Bec se ha labrado su fama a base de contar mentiras, insultar, copiar, faltar al respeto y luego ir de defensor de las libertades, pidiendo perdón a todo aquel a quien primero ha insultado, publicando rectificaciones después de mentir y, lo peor de todo, después de criticar sin piedad a menores de edad, enfermos, ancianos y trolls.

En tercera instancia, este blog no merece seguir on line porque su autor desprecia a sus lectores, a sus compañeros de profesión y a todos los que no piensan como él. Es un intolerante, un déspota, un censor, un fascista, un intolerante (¿Cómo? ¿Eso ya lo he dicho? Ah, bueno… es que es muy intolerante)… el súmmum de la idiotez, un inútil a quien, por desgracia, enseñaron a escribir… mal, eso sí.

Por último, es un sinsentido que este medio dé cabida a un blog cuyo autor es un hipócrita carroñero que llama troll a todo aquel que le lleva la contraria o le critica con elegancia. No sabe aceptar la crítica y mucho menos el insulto, porque es un cobarde que oculta su falta de ingenio en el botón de suprimir. Como no sabe responder, borra. Como es un ignorante, miente.

Es evidente que mi tesis cuenta con más apoyos que detractores, pero el sinvergüenza del becario se empeña, una y otra vez, en borrar a quienes no comparten su forma de ser, mientras aprovecha para hacer publicidad de su página de Twitter y de Facebook… como si le importara a alguien.

Lamentablemente para mí y para quienes me apoyan parece ser que sus jefes no se dan por enterados. Además, ha conseguido lavar el cerebro de algunos insensatos, como Madrileñodecasta, Checa, etc. Y, lo peor de todo, a base de utilizarme, tal y como ha utilizado antes a otros personajes en su beneficio propio, ha conseguido que yo me granjee enemigos sólo por decir verdades como puños, tales como que lo que escribe el bobo del becario no es más que mierda, así, directamente.

Puedes dejar tu mensaje de apoyo a mi causa en los comentarios. Juntos conseguiremos que cierren el blog del becario. Otra cosa es que el censor del becariucho os lo mantenga. Como es un cobarde…

No, no hay PD. Es otra chorrada del incompetente éste que no estoy dispuesto a mantener. Larga vida a los antibecario«.

Los trolls de Internet

BecConsejo: «Busca y compara, pero tampoco te obsesiones»

Si visitáis con cierta frecuencia este blog, o si lo habéis hecho en los últimos días, habréis comprobado que un nuevo amigo se ha colado en nuestras vidas. Su nombre es Trolly, nació en China, fue propiedad de Dani en 1986 y se caracteriza por hacer «comentarios ácidos y sinceros», según su propia definición, en los que descalifica el contenido de las entradas y a los lectores de la bitácora.

Cuando Trolly llegó a mi vida decidí que era el momento de retomar la investigación sobre el fenómeno troll, aquella que empecé en 2008, con el blog recién estrenado, en la que describía «la dura vida de un troll«, y que ahora tengo más que abandonada.

Fue así, con la recuperación de ese viejo anhelo (perdón por ponerme poético) como encontré a El Troll de Internet, de El Jueves, que demuestra, una vez más, que cualquier persona puede hacer las cosas mejor que yo. Qué le vamos a hacer…

Os voy a poner dos vídeos para que quienes no conozcáis a los trolls o no los sepáis identificar lo aprendáis rápidamente.

¿Qué hace un troll cuando comenta en un diario digital? Esto:

¿Y cuando le borran / borramos un comentario? ¿Cuál es su reacción?

Hay un par de vídeos más de este divertido troll (Trolly aún no ha hecho ninguno), muy ilustrativos para entender cómo piensan estos lectores (me niego a llamarlos usuarios); os invito a buscarlos.

No sé si es afortunado o no hacer este post sobre los pequeños seres internáuticos ahora que el ambiente en el blog está más que calmado (¡bendito filtro de Spam!), pero después de ver a este señor verde con la lata y la pizza al lado del ordenador, creo que lo justo era dedicarle un espacio.

En cualquier caso, estoy convencido, como me decían hace poco en los comentarios, que hasta que no creen El Estatuto del Troll estos seres van a estar desprotegidos.

PD: Gracias a todos los seguidores de la comunidad becaria en Facebook. ¡¡YA SOMOS MÁS DE 1.400!! (Y casi, casi, en Twitter)