Corrían otros tiempos, era un caluroso verano y yo llevaba poco más de una semana haciéndome cargo de la portada de la web de ’20minutos’. Era una gran responsabilidad, como podéis imaginar.

No paraba de poner titulares: uno, otro, otro… una foto aquí, una foto allá… y me llegó una noticia sobre atletismo: «Gay logró el doblete más rápido de la historia». Pues bien, yo, con toda mi buena intención, titulé en la portada:

EL MÁS RÁPIDO DEL MUNDO ES GAY

Y efectivamente, lo era. Sin embargo, las palabras habían sido caprichosas y se habían organizado a su bola en la frase. Tanto, que parecía que estaba tirando de chiste fácil o, como decía el primer comentario de la noticia, que le criticaba por… ¿SU OPCIÓN SEXUAL?

¿Y qué más da? No entiendo que sea relevante la opción sexual para correr más o menos deprisa…

El caso es que aquello salió publicado y la noticia tuvo tanto éxito (174) como palos me llevé de los lectores y broncas de los jefes. Sinceramente, a más de un año vista no me parece tan grave. Es cierto que parecía otra cosa, pero… con las mayúsculas del apellido Gay se entiende todo, ¿no?

Bueno, espero vuestras opiniones (y vuestras rajadas).