Entre los más de 1.500 millones de chinos que hay en China hay un buen número de gente prodigiosa, con habilidades que nos dejan con la boca abierta. Uno de ellos es el protagonista de nuestra historia. Un niño de sólo siete años de edad que tiene la fuerza de un titán. Vale, igual exagero un poco, pero estoy por afirmar que es el niño más fuerte del mundo.

El muchacho se llama Yang Jinlong y le hemos visto acarrear pesados sacos de pienso, pasear a su padre ‘a caballito’, arrasar al juego de la soga a niños varios años mayores que él y ¡¡¡hasta arrastrar un coche con seis personas dentro!!! Yang pesa 51 kilos y es capaz de levantar en vilo casi el doble de su peso. ¡Me río de Big Show!

El chavalote ya se prepara para alcanzar el sueño de su vida «ser levantador de pesas». No quiere ser futbolista, ni astronauta, ni bombero. Además, tras ver sus nulas habilidades para la lucha, sabemos que tampoco podrá ser un maestro de las artes marciales. Así que haltera. ¿Estamos ante otro futuro campeón olímpico chino?

Yang es una celebridad en su pueblo, Fengyang, donde todos le retan a hacer prodigios relacionados con su ‘fuerza sobrehumana’. Él, encantado con su estatus, sonríe y acepta desafíos, mientras da la clave de su poderío: «Soy fuerte porque estoy gordo». Ahí queda eso.