Sabéis que siempre lo digo. Ser ladrón es algo despreciable, sí, pero si vas a robar, al menos hazlo bien, hombre. Hoy os traigo un ejemplo de cómo «no se debe robar si quieres ser un profesional de esto».

Mindy Jones, un espejo en el que (no) mirarse

Mindy Jones tiene 28 años y un sentido de la propiedad un poco disperso. La Policía la arrestó y la llevó al hospital para ser sometida a un análisis de sangre. Muy mal lo tuvo que ver para robar una ambulancia (sí, sí, ese vehículo sigiloso que sólo se caracteriza por los destellos de sus luces y el estruendoso sonido de su sirena) y darse a la fuga.

Sin conocerla, me atrevo a decir que Mindy pensaría, para sus adentros, que aquello era una idea genial, pero os aseguro que terminó no siéndola.

Ojo al iluminado que se dejó las llaves en el contacto y pasó olímpicamente de una mujer a la que habían detenido, que eso también tiene mérito.

Pero volvemos a la genio de Mindy. El trayecto fue corto, porque al final dejó el vehículo aparcado en el patio delantero de una casa, pero dio para mucho.

No tienen desperdicio sus declaraciones después de ser detenida (tiene aún más gracia porque se las grabaron en vídeo), donde después de confesar que estaba intentando encontrar a su ex novio (¿para qué? Sólo ella y Dios lo saben…) dijo: «He tenido una ambulancia y me lo he pasado muy bien conduciéndola». ¡Olé! Eso sí es una disculpa.

La ambulancia no sufrió daños y no hubo heridos (¡sólo faltaba!), así que de momento,a nuestra ladrona de guante blanco no le espera una gran condena.

PD: Miradle la cara y decidme que no os da pena…

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