«Julioooooooooo, borrachooooooo, lávateeeee, borrachooooo…» Con amigos así es mejor no ir a ninguna parte. El hombre creyó que iba a ser su día, ahí traquilito con su puestecito… y ante una cámara de televisión.
Normal que el bueno de Julio se mosquee. Él quería quedar bien y el otro, el plan cabroncete dale que dale. A ver cómo le enseña ahora ese vídeo a sus nietos.
PD: Hay que ver lo traicioneros que son estos cacharros, los malditos walkie-talkie. Me acuerdo que de pequeño mis padres nos regalaron uno a mi hermano y a mí y terminaron por quitárnoslo porque sólo decíamos gilipolleces. De hecho se lo apropió mi padre para hablar con mi tío, que vivía cerca, y no gastar teléfono.