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Condenada por agredir a un policía con sus pechos

breasts_hong_kongUn tribunal de Hong Kong ha condenado a una joven de 30 años acusada de golpear a un oficial de policía con sus senos durante una manifestación estudiantil el pasado mes de marzo. O-O. ¡¡¡Armada y peligrosa!!!

Ng Lai-Ying, así se llama la mujer poseedora de estas ‘armas de destrucción masiva‘, supuestamente agredió a un agente con uno de sus pechos, según figura en el atestado policial. «Raro, raro, raro, raro«, como diría el doctor Iglesias Puga.

Durante el juicio, Lai-Ying declaró que durante el enfrentamiento con los antidisturbios, un oficial intentó agarrarla por el asa del bolso y su mano «entró accidentalmente en contacto con su pecho izquierdo«. Lee el resto de la entrada »

Nooooooooooo, me quedé sin batería

movil_chinapMetro de Hong Kong (China). Una joven comienza a gritar y llorar desconsoladamente sin un motivo aparente. «¿Qué le pasa?» Seguro que se les pasó por la cabeza a la mayoría de los pasajeros del suburbano. ¿Una mala noticia? ¿Un desengaño amoroso? No, su teléfono móvil se había quedado sin batería. O-O ¡¡¡Mi tesoro!!!

Tal es el apego y la adoración de algunas personas por estos dispositivos, que, si se apagan, su mundo se derrumba. Pues es lo que le debió pasar a esta muchacha, la desconexión por sorpresa, trastocó ‘toda su existencia’ y la llevó a patalear como un niño cuando no consigue el muñeco que ha visto en el escaparate. Lee el resto de la entrada »

Ofrece 100 millones de euros al hombre que se case con su hija lesbiana

Gigi y Cecil Chao. Fuente: South China Morning Post.

Gigi y Cecil Chao. Fuente: South China Morning Post.

¿Queréis convertiros en millonarios y ser dueños de un yate de 52 metros de eslora, como Di Caprio en El lobo de Wall Street? Pues no hace falta que seáis unos genios de las finanzas ni necesitaréis toneladas de drogas para soportar el estrés, aunque, eso sí, tendréis que tener una habilidad muy especial: talento, belleza, simpatía, sensibilidad y capacidad de persuasión para convencer a una lesbiana de que se case con vosotros. ¿Os creéis capaces de ello? Pues haced una escapada a Hong Kong en busca de Gigi Chao, una mujer de 33 años hija de un millonario que ofrece, ¡¡atención!!, unos CIEN MILLONES DE EUROS al hombre que logre el «sí, quiero» de su primogénita.

No es la primera vez que Cecil Chao, el padre de la señorita, sale en los medios de comunicación por este motivo. De hecho, hace algo más de un año hizo pública su primera oferta para el caballero que conquistase a su hija lesbiana. Entonces, el premio ascendía a unos 50 millones de euros, dotación que ha duplicado ante el sonoro fracaso de su propuesta. Entonces, más de 20.000 candidatos trataron de enamorar a Gigi, que repartió calabazas por doquier. Es más, la chica tiene clarísima su identidad sexual. Desde hace nueve años comparte vida con otra señora, Sean Eav, y ha asegurado que «ni siquiera mil millones de dólares conseguirán que encuentre atractivo a un hombre». Ya sabéis, es un reto complicadísimo.

Esta última tentativa del señor Chao por proporcionarle un esposo no ha sentado nada bien a su hija, quien le ha pedido a su progenitor «que no vuelva a usar la palabra ‘dote'», pues le parece anacrónica y de mal gusto, amén del malestar que le provoca a su pareja el hecho de que quiera casarla con un hombre… El señor Chao se defiende asegurando que no quiere «intervenir en la vida de mi hija, sólo espero que ella tenga un buen matrimonio e hijos que hereden mi negocio». Su negocio es la inmobiliaria Cheuk Nang, de la que Gigi es directora ejecutiva. Gigi es una celebridad en Hong Kong, pues además de salir en la prensa por estos arrebatos paternales, también es una conocida activista por los derechos de los homosexuales, bisexuales y transexuales de la metrópoli.

A pesar de esta última salida de pata de banco de su padre, Gigi no quiere más conflictos. «Sé que me quiere, sólo que es de otra época y no entiende mi lucha a favor de la comunidad homosexual». Pues tienes razón, bonita, no la entiende… ni parece querer entenderla. Además, Gigi debería explicarle bien este curioso amor paterno-filial a Sacha Baron Cohen, que ya está pensando en hacer una película sobre tu historia.

Una empleada del hogar podría ir a la cárcel por echar orina al té de su señora

tazateUna empleada del hogar de Hong Kong ha sido arrestada y se enfrenta a una posible pena de tres años de cárcel ¡¡por cochina!! La tipa no tuvo otra ocurrencia que echar orina y agua sucia al té que servía a la señora de la casa, que notó que aquella bebida tenía un olor un poco raro y consiguió una confesión por parte de su empleada.

No se conocen las causas que llevaron a la joven asistenta a semejante cerdada, si bien la muchacha señaló como atenuante que «la señora siempre se quejaba de mí». Frustrada por el poco aprecio recibido, se dejó mal asesorar por una compañera, que le ofreció uno de los peores consejos de los que he tenido conocimiento a lo largo de mis veintipoquísimos años de vida, y he escuchado unos pocos… La compañera, ¡alma de cántaro!, le recomendó que «pusiera orina en el agua con la que fregaba los suelos, en la comida y en el té». Según ella, así se ganaría el respeto de la señora. 

Así, la asistenta confesó que adquirió la asquerosa costumbre de «poner una cucharada de orina en el té antes de servirlo a la familia. Y lo hice siete veces en un mes». Dios bendito, ¿qué locura es esta? Calamidad, si la señora se quejaba de ti, ¿pensabas que te iba a adorar después de que mearas en su bebida favorita?

Obviamente, el consejito de marras le va a traer un buen lío a la incauta que se dejó manipular. Ahora, está pendiente de un juicio que podría llevarla a la cárcel por «administración de sustancias nocivas», ya que podría considerarse que puso en peligro la salud de otra persona.

No es la primera asistenta que se deja llevar por la ira y comete actos de este tipo. Como recoge Shanghaiist, en 2010 una niñera dio de beber su propia orina a una bebé de nueve meses, pensando que así lograría que la niña fuera más obediente. Sin embargo, la palma se la lleva una compañera de gremio que en 2009 puso restos de su menstruación en la comida de su empleador. ¡Puaj!