Un artista callejero estaba construyendo una torre de récord con bloques del famoso juego Jenga, rodeado de una multitud de curiosos, muchos de ellos niños, en Hanói (Vietnam). ¡¡¡Craso error!!!
El joven estaba consiguiendo una altura tan impresionante, que necesitaba un taburete para poder agregar nuevas piezas a su magnífica construcción. Lee el resto de la entrada »
¿Qué tal por la Toscana? Seguro que lo habéis pasado bien, porque Alba es una chica encantadora.
Pues bien, nos vamos a tomar un respiro de estos viajes continentales y daremos un saltito. Cinturones, ojos bien abiertos para ver … Y que le gusten los perros y preparaos, porque viajamos… ¡¡¡A HANOI!!! Allí nos espera Eloy, un crack.
1) Nombre
Eloy.
2) Edad
33 años.
3) En España vivía…
En Madrid.
4) Ahora vivo…
En Hanoi (Vietnam).
5) Me mudé…
Hace dos años.
6) ¿Por qué me fui?
Huyendo de España.
1) De España añoro…
Poco. Familia, amigos y para de contar.
2) En España no tenía y ahora sí…
¿Una vida más digna? Jejeje.
3) De Hanoi no me gusta…
La contaminación.
4) Recomiendo que visitéis…
En general me quedo con la cultura, es increíble.
5) La mejor comida de Hanoi es…
A mí me gustan mucho el banh quon y los banh baos (rollitos frescos y bollitos de arroz, respectivamente), pero el pho bo es el plato más internacional.
Bueno, esto es Hanoi. Os doy algunas claves que me ha chivado Eloy para que os apañéis mejor por aquí.
– El precio de una barra de pan depende. El legado francés aún está latente. Se puede encontrar una buena baguette por unos 8.000 dongs (± 0,32€).
– No hay metro y el billete de bus creo que anda por los 3.000 dongs. Yo voy a todos los sitios en moto.
– Un café barato cuesta 5.000 dongs (± 0,20€)
– Los alquileres están subiendo mucho. Si eres extranjero, suelen cobrarte más. Un buen apartamento cuesta alrededor de los 400/500 dólares americanos (de 300 a 400 euros, más o menos).
– Los sueldos, para muchos extranjeros, son como los sueldos europeos, pero con un coste de la vida muy inferior al del viejo continente. Entre los vietnamitas hay de todo. Algunos ganan un dólar al día, si lo ganan.
– No hay mucho paro. Es un país en pleno crecimiento.
«Bienvenidos a Hanoi, una de las pocas capitales comunistas que quedan en el Mundo y también, todo sea dicho, una de las más caóticas. Aquí todo se convierte en una experiencia insólita para el visitante. Es una ciudad que vive a caballo entre su tremenda herencia cultural, una rica historia y el rápido crecimiento económico que está experimentando. Estos contrastes, sumados a la influencia del legado francés la dotan de un exotismo muy al estilo de la vieja Asia.
Una de esas estampas impagables del día a día es la de los lugareños haciendo su vida en la calle. Comer, beber, siesta… todo gira en torno a pequeños puestos de comida, improvisadas sillas alrededor de un barril de bia hoi o cerveza fresca o insistentes vendedores callejeros dispuestos a vender sus artículos cueste lo que cueste. Aderezado, como no, con un incesante, ruidoso y enmarañado tráfico donde la motocicleta es la reina.
Con un sueldo de mileurista español, se pueden hacer maravillas. Esos caprichos que te permites con cuentagotas en Europa, aquí están a la orden del día.
Salir a un restaurante o de copas ya no es un problema, sino todo un placer. Personalmente disfruto mucho cocinando en casa de vez en cuando, pero lo normal haciendo vida de expat es comer o cenar fuera prácticamente todos los días.
Salir de noche es toda una experiencia, y aunque algunos establecimientos están empezando a subir sus tarifas, aún encuentras pubs con tercios a 15.000 o 25.000 dongs (0,60 / 1€)
La cocina vietnamita es de una riqueza extraordinaria y está, como no, muy ligada a la cultura del país. Aunque de influencia China, se puede afirmar que con más de quinientos platos tradicionales tiene una marcado estilo propio.
Las zumos de frutas tropicales son una de las mejores opciones cuando el calor aprieta. Nada de tetra bricks, sino auténtico jugo recién exprimido de piña, pitaya, maracuyá, lima o caña de azúcar.
Como he mencionado antes, la bia hoi es la cerveza fresca vietnamita. Está elaborada de manera tradicional, sin conservantes ni aditivos, por lo que los barriles deben consumirse con rapidez. En el famoso “international bia hoi corner”, situado en el barrio antiguo de Hanoi, puede degustarse un vaso de este refresco por unos 3.000 a 4.000 dongs unos 0,12 / 0,16 €. Más barata que una botella de agua mineral.
Hasta aquí el viaje por Hanoi. ¡Espero que lo hayáis disfrutado!
Las fotos del post son propiedad de Eloy, que amablemente me las cedió para que las usara.
Ya sabéis que si vosotros también sois españoles expatriados podéis escribirme a elblogdelbecario@gmail.com y os cuento cómo funciona esta sección, aunque tampoco tiene mucho misterio, jeje.
PD: Si os habéis quedado con ganas de más, es obligatorio echarle un vistazo al blog de Eloy.
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