Sin embargo, antes de hacerlo y ponerse de rodillas para darle el anillo, sucede algo que llama poderosamente la atención de los presentes. ¿Qué será? Lee el resto de la entrada »
No quiero extenderme mucho porque luego el Dr.Perogrullo dice que hablo mucho de televisión, pero si no digo esto reviento: me he enamorado de Soraya.
A día de hoy, todas las chicas a las que me he acercado, o se han descojonado de mí o me han dicho que no, pero estoy dispuesto a tirarme a la piscina, e incluso dar la cara, por conquistar el corazón de Soraya. Estoy harto de ver cómo machacan al amor de mi vida. De hecho, la quiero mucho más después de que ese programa en el que podrían estar pasando, o no, cosas, dijeran este domingo lo siguiente:
«Le hemos visto cabizbajo y triste. Efrén no se recupera del palo que acaba de sufrir. El joven no ha vuelto a ser el mismo. Está decaído y sin rumbo aparente. En estos momentos necesita más que nunca del calor de los suyos (…) Y es que Soraya le ha abierto una herida difícil de cerrar. ¿Hay algo que pueda calmar su dolor?».
Me voy a ahorrar los comentarios porque puedo acabar vomitando. Me quedo con el vídeo que me ha mandado un lector llamado Manuel, la mejor contestación:
¿Sí o no? Ya os decía yo que esta niña es un cielo.
Si Soraya fuese como yo, con un par (de yogures) los mandaba a todos a tomar vientos, pero bueno, entiendo que cuando no puedes caer más bajo, como es mi caso, relativizas mucho mejor las cosas. Espero que ni escuche todo el circo que tienen preparado para el martes con el Beckham de Alcobendas en plan estrella. Sé que soy el becario, pero llevo mucho tiempo esperando este momento y tengo muchísimas cosas que ofrecerle. Son años de auténticos lujos no compartidos con nadie que ahora podemos disfrutar juntos, mis cosas más valiosas, todas mis pertenencias:
Una calcamonía para el Parque de Atracciones (pagamos la otra a medias)
Dos McFlurrys gratis de regalo con la compra de dos menús.
34 puntos de la tarjeta de la gasolina. Canjeables por un peluche, calculo.
Un juego de palas de playa sin estrenar que venía con una oferta del foiegrás.
Cinco G.I.Joe seminuevos. Uno de ellos es ninja.
36 yogures de fresa en la nevera.
Una ración de canelones de mi madre que sobraron del domingo.
Una toalla conmemorativa de la 7ª Copa de Europa del Madrid.
PD: ¿Por qué no convencemos a Soraya para que venga a contárselo todo al becario? Así aprovecho para proponerle matrimonio. ¿Qué tiene Efrén que no tenga el becario?