Entradas etiquetadas como ‘duelo’

Lo más raro que ha pasado durante la semana (del 22 al 28 de agosto)

BecConsejo: «Los pequeños detalles pueden hacerte feliz»

Aunque en agosto me prometí a mí mismo que no iba a recopilar esas rarezas que suceden durante la semana, no me queda más remedio que contaros tres secretos al oído, porque uno, siendo domingo, acabando agosto y habiendo tantas bodas a comienzo de septiembre, se me antojaba poco. Ya sabéis… esta semana no os conté, pero pasó:

1. Serpientes en el pantalón

Yo pensaba que lo más raro que iba a ver era lo de Serpientes en el avión o, como mucho, lo de Ardillas en las mallas de Phineas&Ferb. Claro que todo fue hasta que conocí a Eric Fiegel, alias caótico fanegas, que fue detenido en Arizona (EE UU) por intentar robar unas serpientes metiéndoselas en los pantalones.

Fiegel, de 22 años, debió pensar que quién le iba a preguntar si se había escondido serpientes en los pantalones. Efectivamente, nadie se lo preguntaría porque todos entienden que meterse boas en el bolsillo no es una decisión muy inteligente, por mucho que su precio (más de 500 euros) invite a llevárselas.

El problema del pobre caótico es que le grabaron en vídeo y le pillaron. No obstante, fue el mal menor, según el dueño de la tienda, quien cree poco menos que un milagro que no le mordieran, y así se lo hizo saber a la prensa estadounidense.

2. ¿Estabas buscando un CD?

A veces, por no quitar la vista de la carretera y no despistarse, uno se las ve y se las desea para cambiar de emisora. Supongo que eso pasa aquí y en la China Popular, de ahí que veamos la instantánea que ilustra este texto, en la que un hombre de negocios trata de sintonizar Tiempo de juego… perdón, me están diciendo algo por el pinganillo.

Ah, vale. Ya sé. Pues no, esta vez no era eso, esta vez era un empresario de Mianyang que estaba «dando un masaje» (según dijo él mismo) a su acompañante. Digo acompañante porque cuenta la prensa internacional que esa mujer no era su esposa. La imagen ha causado gran revuelo en China y, aunque iba respetando los límites de velocidad, nadie le ha quitado la multa. ¡Las manos van al pan, hombre!

3. El duelo del perro y el gato

¿Alguna vez habéis pensado cómo eran los perros y los gatos en el antiguo Oeste? Seguramente no. Es más, cabe la opción de que ahora mismo tampoco lo estés pensando, hayas cerrado la ventana y esto lo esté escribiendo para que lo lea solo mi madre (hola mamá, todo está bien, mándame una tortilla).

A lo que voy. He encontrado navegando por YouTube un vídeo en el que podemos ver como un gato (grande) se enfrenta a un perro (pequeño). No os quiero reventar el final, porque aunque el vídeo dura un minuto y medio y por momentos se hace pesado, quiero que hagan sus apuestas… ¿perrete o gatote?

PD: Ganó el gato. Se veía venir.