En este mundo frívolo de necesidades impostadas, los hay capaces de cualquier cosa por hacerse con su objeto de deseo, hasta ser capaces de hacer parecer una nimiedad el hecho de pasarse dos meses largos de acampada para ver un concierto de One Direction. ¡Qué os dan, almas de cántaro! Como decíamos, el improvisado camping urbano de las directioners en los aledaños del Calderón no es nada comparado con la ‘hazaña’ de un muchacho chino loco por el nuevo iPhone6, que puso un anuncio en el que alquilaba a su novia para conseguir dinero para comprarse el flamante nuevo smartphone de Apple.

El tipo, un estudiante veinteañero identificado como Wei Chu (el sujeto de la foto), se dejó ver por los alrededores del campus de la Universidad de Suntszy (Shanghái) con un cartel en el que anunciaba que ofrecía los servicios de su novia como señorita de compañía, «pero sólo para actividades inocentes», tales como «estudiar juntos, salir a cenar o pasear». «Nada de jueguecitos sexuales», añadía la oferta de este ‘proxeneta soft‘, neologismo que a partir de ahora podemos aplicar a sujetos que comercian con el cuerpo de otras personas pero tienen la deferencia de no obligarles a tener relaciones sexuales con sus clientes. ¡¡¡Qué detallazo, Wei Chu!!! Igual alguna asociación de cretinos integrales te pone una placa en el cuarto de baño de una ‘gasolinera sucia’.

Ante lo anómalo de la propuesta, muchos curiosos se acercaron a interesarse por la publicidad. Para mayor desfachatez, Chu les enseñaba en su iPhone5 fotos de su novia que, por cierto, tiene un aspecto bastante agradable o, dicho en términos vulgares que emplea mi amigo M.A.G., es un ‘palante‘ de manual. Junto a las fotos, también había un perfil de la chica, en el que se especificaba su altura, peso y algunos datos más que, a buen seguro, tienen que ver con sus aficiones o gustos personales.

El rango de precios para el alquiler es muy variado, en función del tiempo que el cliente quiera pasar con la chica. Así, por 10 yuanes (1,30 euros) cualquier persona necesitada de compañía puede pasar una hora de charla con la joven, mientras que si quiere pasar con ella varias horas repartidas en un mes, hay una megaoferta de 500 yuanes (unos 63 euros). ¡Hay que joderse jorobarse!

De momento, no tenemos constancia del éxito o fracaso de la ocurrente y vulgar iniciativa de Wei Chu para pegarse el capricho del iPhone6, pero lo que es seguro es que bien merece que la muchacha le mande al carajo más pronto que tarde. Y si tiene problemas para encontrarle un sustituto, que deje aquí algún comentario con una dirección de contacto, que yo le busco un remplazo a la voz de ya.

Fuente: South China Morning Post.