Archivo de la categoría ‘Historias de becarios’

Una llamada de auxilio por unos gritos resultó ser el balido de una cabra

La Policía canadiense ha investigado unas llamadas de socorro y ha descubierto que los gritos desgarradores que se escuchaban en las grabaciones eran producidos por una cabra. O_O

Los agentes que se encargaron de la investigación revisaron varias llamadas en la que se afirmaba que podía haber una persona atrapa en el fondo de un barranco, en la Columbia Británica, porque se escuchaban gritos de ayuda. Lee el resto de la entrada »

Evitan un atraco lanzando consoladores al ladrón

Un hombre fue sorprendido por el valor de unas empleadas que le arrojaron todos los juguetes sexuales que tenían a su alcance hasta que lo obligaron a retirarse, cuando intentaba atracar un sex shop en San Bernardino, California (EE UU). O-O

«Pensé que se hacía el gracioso para asustarnos. Pero cuando vi el arma, dije ‘¿estás bromeando? ‘No tengo tiempo para esto’«, relató Amy, una de las trabajadoras que defendió la caja del establecimiento con una andanada de consoladores. ¡¡¡A la carga mis valientes!!! Lee el resto de la entrada »

Una niña de 3 años regaña a su padre por no bajar la tapa del inodoro

bossypLa tapa del váter suele ser un tema de conflicto clásico en la convivencia familiar. Lo que no es tan frecuente es que una niña de tres años abronque a su despistado padre por dejársela siempre abierta.

Esto es precisamente lo que hizo Bradlee Rae Hayes, una pequeña estadounidense de tres años que, «harta» de que su progenitor se olvidara bajar el tabloncillo, lo reprendió en un vídeo que corrió como la pólvora en las redes sociales y en dos semanas ha hecho casi 800.000 reproducciones en Youtube. Lee el resto de la entrada »

David Bustamante ‘vuelve’ a la obra

bustamante1Añorando sus tiempos mozos, esos en los que se subía al andamio y le daba a la maceta y el cortafríos (parezco el NO-DO), David Bustamante se ha puesto manos a la obra y ha vuelto a pillar la llana. O-O

«¡¡¡Noooooooooooooo!!! Bustamante deja la canción. ¿Por qué? Si tod@s le queremos mucho«, dirá algun@ de sus fan al ver el titular. Que no cunda el pánico, nada más lejos de la realidad. En el encuentro digital que ha realizado este viernes en 20minutos ha dado la casualidad que había una reforma en la entrada del edificio de nuestra redacción, y ‘el paleta David’ ha acudido como una abeja a la miel. No ha podido resistir la llamada del ladrillo.

«No te vayas a manchar la ropa, guapo«, le han dicho al verlo tan atareado. Es lo de menos. Quería volver a sentir el olor del cemento y el yeso. Si es que un profesional de la construcción lo es siempre. Y se ha notado porque ha estado hablando un buen rato con los albañiles del tajo. ¡¡¡Olé por Busta!!! Uno no debe olvidar nunca sus orígenes.

Aquí os dejo algunas de las instantáneas en las que podréis ver el entrañable momento. Me pongo tan sentimental. Espero que me entendáis, no todos los días se ve a una estrella rutilante de la canción.

 

Recibiendo la llana

Recibiendo la llana

 

Manos a la obra

Manos a la obra

(Fotos: Jorge París)

¿Será éste el mejor trabajo del mundo?

Cuántos artículos, listas y estudios se han hecho sobre este tema. Parece casi una quimera o El Dorado poder encontrar alrededor del ancho mundo el trabajo más deseado. Ese en el que tiempo pasa plácidamente, en el que no tienes que aguantar cada día a un jefe quisquilloso o puedes tomarte un descanso cuando a ti te apetezca. Un sueño para cualquier mortal.

Buceando por la Red, me vienen a la mente las historias de Ben Southall, que creyó encontrar el trabajo de su vida en una isla paradisíaca y una mala picadura de medusa casi se lo lleva al otro mundo. O la de la china Zhang Yumo, que en 2010 fue seleccionada por una prestigiosa web de viajes como probadora de colchones. 1.500 euros de sueldo por conciliar el sueño en una cama diferente cada noche no está nada mal.

También hay profesiones que requieren mucha paciencia, como vigilar cuando arranca el riego por aspersión de un parque y controlar que no se gaste más agua de la necesaria. Y otros que necesitan mucha pasión y fuerza interior, como el que desempeñan cada año 200 australianos comprobando la comodidad y textura de la marca más famosa de preservativos del país.

FOTO: 4GIFs.com

FOTO: 4GIFs.com

Pero entre todos ellos, el que más me ha llamado la atención, es el de limpiador de cristales de pasarela mecánica. Con un esfuerzo mínimo, obtienes la máxima recompensa. No me negaréis que la cara de relajación es para enmarcar. Con este ejemplo quiero destacar, que por muy duro que sea el trabajo que uno realice, siempre hay un momento de paz y sosiego.

Bromas aparte, envidio a este ciudadano chino, que tras una jornada laboral de muchas horas, en la que seguramente ha limpiado decenas de metros cuadrados de cristal, sigue trabajando con la misma dedicación.

PD: Ayudadme a buscar los mejores trabajos del mundo. ¿Cuáles sugerís?

¡Ay, en qué lío me metieron!

Lo vais a entender, seguro. Mi primer post no va a ser de presentación, sino un pequeño homenaje a mi antecesor. No es que sea un pelota, que lo soy, sino que de verdad admiro a este tío.

Apenas si hemos coincidido algunos días, pero descubrimos una conexión inmediata. Dos becarios que cruzan la mirada y se saben compañeros de algo. Como cuando estás de erasmus y te encuentras con otro estudiante de tu país. Yo trataba de no molestar demasiado y escuchaba con envidia (ahora puedo decirlo) cómo los redactores le llamaban Bec, un mote que, aunque os suene a chorrada, a los que somos becarios nos parece una forma de mostrar respeto.

Ahora, con admiración, los aprendices le hemos rebautizado como ‘El Contratado’. Los jefazos nos dicen que es el espejo en el que debemos mirarnos las nuevas generaciones y nosotros, que empezamos con toneladas de ilusión y somos muy obedientes, ya le tenemos idolatrado. ¡El becario que consiguió un contrato! ¿Cuántos casos se han dado? No más de cinco, seguro.

Perdona el exceso de confianza, pero ¡qué responsabilidad me dejas, bandido! Me siento como Pierce Brosnan cuando le dijeron que iba a hacer de James Bond. Al menos espero contentar a unos pocos, como hizo Brosnan con el sector femenino.

Y disculpa que no te eche más flores, ‘El Contratado’, pero es que me acaban de ‘soplar’ una historia de esas que te gustan…

 

UN RUSO FINGE SU PROPIA MUERTE PARA PROBAR EL AMOR DE SU NOVIA

Al parecer, en Rusia no hay margaritas. Si dudas si alguien te quiere o no te quiere, no puedes recurrir al remedio popular de arrancarle hojas, una a una, a la flor de los pétalos blancos. Esto no suena muy alarmante, pero porque ninguno de vosotros es Irina, la novia de Alexey Bykov, y habéis estado al borde del infarto por este motivo.

La pobre Irina fue víctima reciente de los titubeos de su novio. Resulta que Alexey andaba atribulado porque no estaba convencido de que su eterno amor por ella fuera correspondido, así que ideó una truculenta «prueba de novios», mucho más dura que esas que se hacen por la radio para saber si ella te engaña con el monitor cachas de su gimnasio o él te pone los cuernos con aquella que dice ser tu mejor amiga.

Alexey, un talludito de 30 años, rompió la hucha en la que guardaba los ahorros desde la primera visita del ratoncito Pérez y montó una película ¡PARA FINGIR SU PROPIA MUERTE! Contrató un equipo de cineastas (guionistas, maquilladores, cámaras, actores…) y simuló un fatal accidente de tráfico, en una escenografía elaborada, pero mejorable.

Irina acudió puntual a la cita que tenía con su novio y se topó con una escena dantesca. El coche de Alexei estaba empotrado contra un poste de hormigón, a su alrededor había un charco de algo que parecía sangre mezclada con lubricante y gasolina y, a unos pasos del coche, una ambulancia con las luces de emergencia encendidas.

La joven, preocupada, echó a correr en dirección al coche y encontró a su novio bañado en sangre. Un miembro del SAMUR ruso le dijo lo que ella temía: Alexey acababa de perder la vida en el accidente. Irina, rota de dolor, como podéis entender, lloró desconsolada durante unos segundos, los que tardó Alexey en aparecer «resucitado» con un globo en forma de corazón y unas flores en la mano para explicarle que todo era una pantomima. Que, en realidad, había montado el numerito para que ella se diese cuenta de lo dura que podría ser la vida sin él y, de paso, pedirle matrimonio (hay formas menos traumáticas de hacerlo).

Irina, que es más buena que Iniesta y tiene un corazón del tamaño de Kamchatka, perdonó de inmediato el mal trago que le hizo pasar Alexey e incluso aceptó casarse con él. Eso sí, con una condición: que la próxima vez la bromita se la haga a su mamá (a la de Alexey, no a la de Irina, que hay mucho despistado).

Os dejo el vídeo que recoge el final de la historia, solo la parte bonita, no la divertida.

¿Ha sido 2011 un año tan malo como parece?

Adiós, 2011. Acaba un año malo, malo, malo, malísimamente malo. Horrible, nefasto, que quedará grabado a fuego en nuestra memoria. Si el año pasado lo cerré con un Adiós 2010, no quiero verte más porque todos queríamos pasar página rápido, a este en vez de decirle adiós habría que mandarlo… a freír espárragos, como mínimo.

No obstante, no lo voy a hacer. Ya acabó, no tiene remedio, el año no son más que 365 días de la Tierra girando alrededor del Sol, nada del otro mundo. Y en este año… ¿no ha pasado nada bueno? ¿Nada de nada? Pues chicos, como yo estoy harto de ser pesimista voy a ser optimista, voy a levantar la cabeza y voy a pensar: «Oye, igual me hacen un contrato y termino la beca». Oigo a Trolly que grita: «Oye, a lo mejor hay suerte y te cierran esta basura de blog«. Todos en esta casa estamos optimistas.

Por ello pedí hace unos días, a algunos miembros destacados de la comunidad becaria en Twitter y Facebook, que me mandarais una foto y me dijerais qué fue lo mejor que os pasó en 2011, qué rescatamos de este año infame. Para el blog ha sido un año regulero, pero como estamos en modo optimista mejor pasamos página y nos venimos arriba. ¡LA COMUNIDAD BECARIA RESISTE!

1. ¿QUÉ ES LO MEJOR QUE TE HA PASADO ESTE AÑO?

Ahora que estamos recordando todo lo bueno que nos ha pasado este año (para llorar siempre hay tiempo, vamos a reírnos un poco), es el momento de coger papel y lápiz y ponerse a hacer planes de futuro: ¿qué hacemos en 2012? ¿Qué podemos esperar de un año que, para colmo de males, trae un día extra para hacernos padecer?

Pues, siguiendo con nuestra vena optimista, en lugar de venirnos abajo vamos a pedirle cosas al año, como hacemos en nuestro concurso de #micarta2012. No tenemos nada que perder, ¿no? Venga, que pedimos refuerzos, a ver si entre todo el mundo lo conseguimos: de Sudáfrica a Suecia, de Letonia a Argentina, de Alemania a Singapur… ¿qué le pedimos a 2012? (Gracias a Eugenio y a MC por la ayuda).

2. ¿QUÉ LE PIDES A 2012?

PD: ¿Y a vosotros? ¿Qué es lo mejor que os ha dejado este año?

«Aquí dentro huele a muerto»

Ya sabéis que siempre os pido que me mandéis vuestras historias curiosas para que podamos compartirlas con el resto de lectores. Especial cariño le tengo a la sección Historias de becarios, porque son fallos entrañables que todos hemos tenido en nuestros comienzos.

Una habitual del blog me mandó esta historia… de las más graciosas que he publicado:

«Llevaba dos meses trabajando cuando mi jefe se casó y se fue de luna de miel, dejándome a mi solita a cargo de todo y todos.

A los dos días me llamo un vecino de la comunidad, diciendo que el vecino de arriba le estaba calando la casa y que estaba preocupado por si ese vecino, que era mayor, se había dado un golpe o algo y se había muerto, porque parecía que no había nadie en casa pero la luz estaba encendida y se escuchaba el agua (como si fuera un grifo).

Yo me acojoné al momento: ¿dos meses en el puesto, mi jefe se marcha y yo me tenía que hacer cargo de un fiambre? ¿Cómo encajar eso?

Pregunté a un compañero, gran amigo de mi jefe, y me dijo que llamara a un cerrajero y entrara con él, pero yo me negué. ¡Lo que me faltaba! Que abriera la puerta y me encontrara lo que fuera yo sola… Pregunté a las abogadas y me dijeron que llamara a los bomberos, pero que en ese caso tendría que pagarlo yo, hasta esperar que me devolvieran el dinero. También me negué, así que llame al 112.

Llegan los bomberos

Me presenté yo sola en la comunidad esperando la llegada de alguien de emergencias y tras una hora nadie se presentó. Yo ya estaba desesperada así que avise a mi padre, tras varias llamadas al 112.

Cuando llegó mi padre llegaron también los bomberos, pero ninguno de calendario, jajaja. Eran bajitos y regordetes, pero muy majos, eso sí. No podían abrir la puerta. Lo intentó mi padre con tarjetas de crédito, preguntaron a un vecino si tenía una radiografía, intentaron entrar por la ventana, saltando desde el balcón del vecino e intentaron entrar por una ventanita que daba a la escalera.

Cuando abrieron la ventanita, el que la abrió se giro y me dijo «Huele a muerto». Yo en ese momento me quedé pálida y a él le entró la risa. Dijo que no parecía que hubiera nadie, pero como ninguno cabía por la ventana, me dijeron a mí que entrara e intentara abrir por fuera. Dije que no y entonces llegó un policía, que fue quien entró.

Abrió la puerta por dentro y entramos todos, yo con recelo, por lo que pudiera haber ahí dentro. Pero no había nada, la casa estaba abandonada, llena de polvo. Había una colchoneta en el suelo con una sábana y una almohada, y un par de botellas de leche y cerveza.

«La cisterna goteaba»

Lo que goteaba era la cisterna, que esta rota. De repente llegó un chaval muy bien vestido y preguntó que qué hacíamos en su casa, El policía le preguntó que quién era él, y dijo que el hijo del dueño que estaba viviendo allí. Fuimos a ver al vecino de abajo y apenas tenía una pompa pequeñita de humedad…. El vecino de al lado se quejó de que los bomberos le habían soltado la verja del balcón, que eso alguien se lo tenía que pagar, el chaval de la vivienda se quejó de que le habían roto la ventana…

Poco a poco todos los vecinos de las comunidades y de la calle se acoplaban a la fiesta… y todos allí pidiendo responsabilidades… y yo mandando tranquilizar a todo el mundo, pero eso era un barullo…

Todo terminó cuando aclararon que todo lo tendría que pagar el dueño de la vivienda, al cual no podían localizar, porque se había ido a vivir a otra ciudad. El hijo dijo que no conocía el paradero de su padre, porque hacia años que no se hablaban y que cuando se enteró que se había ido, se fue a vivir a esa casa porque no tenia otro sitio donde irse».

(FOTOS: decade_null, willsfca y fluzo)

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Tres historias de amor increíbles

Los amores de película siempre venden. Acaben bien (como casi todas las películas de Julia Roberts) o acaben regular (como Rick e Ilsa en Casablanca), esas pasiones repentinas y extraordinarias siempre nos enganchan.

Pero… ¿tienen futuro los amores de película?

Yo, a priori y salvo excepciones, diría que no. De un tiempo a esta parte, siempre que pienso en estas cosas me acuerdo de la pareja del metro de Nueva York. Tal vez no os acordéis, así que os pongo en antecedentes.

‘La pareja del metro de Nueva York’

Corría el penúltimo mes del año 2007 cuando Patrick Moberg, un estadounidense que por aquel entonces tenía 21 años, se quedó prendado de una morena de la línea cinco del metro de Nueva York: Camille.

Le echó agallas y la dibujó. Le volvió a echar agallas y colgó el dibujo en una web. Para rematar la jugada, pidió ayuda para encontrarla, y saltó a las primeras páginas de la prensa. La prensa, como bien sabéis, a veces hace magia. Y se conocieron.

Seguramente intuís lo que viene a continuación. Después de dos meses la cosa no funcionó. La relación había nacido con demasiada intensidad, dicen. Mi teoría es que si las películas siguieran después de la hora y media de rigor, al final terminarían igual.

Pensaréis… ¿a qué viene todo esto? ¿Quién ha poseído al becario? No, no lo escribo por despecho, después de ver que lo mío con Eva González, Soraya, Yanina o Bibiana Aído es imposible. Esto os lo cuento porque me he topado con otras dos historias de amor peliculeras.

La carta de amor de la chimenea

Steve Smith y Carmen Ruiz-Pérez, él británico y ella española, ambos 42 años. Se conocieron hace 17 años, mientras ella estudiaba inglés en Paignton.

Se enamoraron, pero después de un año de relación algo falló y ella se mudó a París. Se perdieron la pista, pero él rastreó su dirección en España y le escribió una carta en busca de la reconciliación.

La carta la recogió su madre y la puso en la chimenea, donde pasó diez largos años sin ser leída por nadie. Hace unos meses, mientras reformaban la chimenea, la carta apareció y la madre de Carmen se la dio.

Después de muchas dudas, ella le llamó. Se reencontraron, se reenamoraron y… se han casado.

¡Te llamas igual que yo!

La última historia que os traigo hoy también es 3.0 y tiene como protagonistas a un hombre, Kelly Hildebrandt, y una mujer, Kelly Hildebrandt (en España podría darse el caso con «Cruz», por ejemplo, o con el nombre catalán «Pau» -Paz y Pablo-).

En abril del año pasado, Kelly (ella, 20 años, Florida), escribió en Facebook su nombre. Es una de esas tonterías que todos hacemos alguna vez: es como buscar tu nombre en Google. Siempre lo pruebas, por curiosidad (¡hasta Veronica Mars lo hacía en un capítulo!).

Pues bien, ella se topó con Kelly (él, 24 años, Texas) y le envió un mensaje. Empezaron a escribirse correos y a llamarse por teléfono. Aquello duró tres meses. Y se enamoraron.

Él se ha mudado a Florida y quieren casarse en octubre.

Como curiosidad os digo que alguna vez han cambiado sus tarjetas (que no incluían foto, obviamente) y que se perdieron un viaje porque la agencia canceló un billete, al creer que habían hecho el mismo por duplicado (¿¿dos personas con el mismo nombre viajando al mismo sitio, en la misma fecha… y juntos???).

Yo es que soy más tradicional. Prefiero el rollo ése de ir conociendo a la otra persona, enamorarme, que la cosa se vuelva estable… los amores a primera vista no me han funcionado (a los hechos me remito).

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Y de regalo…