Un usuario de Facebook publicó una foto de un tique de una farmacia con un mensaje ofensivo. Como suele suceder en esta red social, el calificativo inapropiado corrió como la pólvora. Tal fue la magnitud de la bola de nieve que se creó, que derivó en un despido fulminante de su autor. ¿Qué había escrito ese hombre?
Según relató Enrique Rodríguez Moreno, dos horas más tarde de haber realizado la compra de un medicamento para su madre de 94 años, en una farmacia de Rosario (Argentina), se dio cuenta que el tique llevaba un ‘regalito inesperado’.
«Cuando lo iba a tirar vi lo que decía: ‘LOLITA?SELLAMALAVIEJACHOT‘«, comentó Rodríguez en un medio local. Un ‘precioso y acertado’ (ironía) calificativo para referirse a una anciana enferma.
Con la carga submarina lanzada en redes sociales, los propietarios de la farmacia no tuvieron más remedio que disculparse, uno de ellos acudió incluso a la casa de Rodríguez. Además, también le informaron que habían despedido al ‘empleado chistoso’.
«Tras el revuelo que se había montado, nos pusimos a investigar para saber quién era el responsable de una falta tan grave de respeto hacia un cliente. En cuanto fue identificado, le pusimos la carta de despido sobre la mesa«, indicó uno de los dueños del establecimiento.
PD. Os dejo otras historias que también tuvieron como protagonistas a ‘tiques delatores‘.
Tres chicas se encuentran una sorpresa «muy gorda» en la cuenta del restaurante
Se están perdiendo las maneras. Ya no se respeta ni aquello de «el cliente siempre tiene la razón», un tópico que cualquiera que haya trabajado cara al público sabe que es una suerte de mandamiento de obligado cumplimiento, algo así como «cuida al cliente por encima de todas las cosas». De ejemplos de ello están las hojas de reclamaciones llenas, pero no por ese motivo debemos dejar de denunciar comportamientos impropios.
En un restaurante, a tres amigas les faltaron al respeto de forma peyorativa. Christine Duran, Christina Huerta e Isabel Robles quedaron para cenar y compartir un rato agradable en el Chilly D’s Sports Lounge de Stockton, California, un local de comida típica estadounidense, en el que sirven, por lo visto, unas deliciosas hamburguesas y en el que se puede jugar al poker. Una vez terminada la cena, las muchachas se llevaron una sorpresa desagradable al pedir la cuenta. Y no fue por el precio (tres hamburguesas y tres refrescos por 25,50 dólares), sino por la identificación que hizo el camarero de su mesa. El sujeto, de nombre Jeff, bautizó a las tres comensales como «Fat Girls/1» (chicas gordas). ¡Se cubrió de gloria, el iluminado! Lee el resto de la entrada »
Se pasó de listo en un restaurante y le pusieron un recargo en la cuenta
Si tienes un amigo o compañero con una boca más grande que un buzón de correos y que no calla ni bajo el agua cuando lleva la razón, mejor avísale que en ciertos establecimiento pasarse de listo puede llevar recargo.
Aunque os parezca mentira, un bocazas probó de su propia medicina cuando al recibir la cuenta en un restaurante, observó que entre todos los platos había un curioso aditamento bajo el calificativo de ‘Smartass‘ (sabelotodo o listillo de manual, según os plazca). o-O Lee el resto de la entrada »
Pide un «cuchillo que corte más» y le facturan 12 € por usarlo
Una vecina de la ciudad de Mar del Plata (Argentina) denunció que quisieron cobrarle 200 pesos (algo más de 12 euros) de recargo (por uso) en un restaurante céntrico, por haber pedido un cuchillo con mejor filo para cortar carne. ¡¡¡Ni que fuera de oro!!!
Analía Jensen, la ‘cliente cortadora’, sacó una foto al ticket en el que figuraba el cobro extra de un «cuchillo de corte», y la publicó en la página de Facebook Banca 25, un espacio en el que se realizan habitualmente denuncias de interés público, según indica el diario Clarín. Lee el resto de la entrada »
(Fotos: Google Street View / Enrique Rodríguez Moreno – FACEBBOK)
La del cuchillo….por lo menos se lo llevaría a su casa, ¿no?
20 junio 2017 | 9:04
Eso que dice el articulo de que el cliente siempre tiene la razon…será si la tiene, porque hay cada uno y una que no los aguantan ni en su casa, y van a los comercios a vacilar a los dependientes para asi sentirse importantes.
21 junio 2017 | 8:41