Se pasó de listo en un restaurante y le pusieron un recargo en la cuenta

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Si tienes un amigo o compañero con una boca más grande que un buzón de correos y que no calla ni bajo el agua cuando lleva la razón, mejor avísale que en ciertos establecimiento pasarse de listo puede llevar recargo.

Aunque os parezca mentira, un bocazas probó de su propia medicina cuando al recibir la cuenta en un restaurante, observó que entre todos los platos había un curioso aditamento bajo el calificativo de ‘Smartass (sabelotodo o listillo de manual, según os plazca). o-O

zas¡¡¡25 centavos de vellón!!! como escarmiento. Una nimiedad en una cuenta de 32 dólares, pero un ¡zas! en todo regla para el bocazas que no paró de criticar el servicio durante toda la comida. La típica mosca que zumba y zumba, y al final, te saca de tus casillas.

En pocos minutos, la minuta se transformó en viral y la mayoría de los comentarios en una red social estaban a favor del ‘jocoso correctivo’. Quizás la próxima vez se piense algo más airear sus comentarios.

PD. Y de regalo os dejo otro caso en el que la cuenta tenía una sorpresa «muy gorda»:

Se están perdiendo las maneras. Ya no se respeta ni aquello de «el cliente siempre tiene la razón», un tópico que cualquiera que haya trabajado cara al público sabe que es una suerte de mandamiento de obligado cumplimiento, algo así como «cuida al cliente por encima de todas las cosas». De ejemplos de ello están las hojas de reclamaciones llenas, pero no por ese motivo debemos dejar de denunciar comportamientos impropios.

En un restaurante, a tres amigas les faltaron al respeto de forma peyorativa. Christine Duran, Christina Huerta e Isabel Robles quedaron para cenar y compartir un rato agradable en el Chilly D’s Sports Lounge de Stockton, California, un local de comida típica estadounidense, en el que sirven, por lo visto, unas deliciosas hamburguesas y en el que se puede jugar al poker. Una vez terminada la cena, las muchachas se llevaron una sorpresa desagradable al pedir la cuenta. Y no fue por el precio (tres hamburguesas y tres refrescos por 25,50 dólares), sino por la identificación que hizo el camarero de su mesa. El sujeto, de nombre Jeff, bautizó a las tres comensales como «Fat Girls/1» (chicas gordas). ¡Se cubrió de gloria, el iluminado! Lee el resto de la entrada >>

(Foto: briancjackson / IMGUR)

7 comentarios

  1. Dice ser javivibc

    Que recuerdos aquellos, cuando se decia que el cliente siempre lleva la razon.

    Dejenme decir algo respecto a eso: Ya no es tal que asi. ¿Por que? se preguntaran, pues varios son los motivos, pero voy a enumerar los mas singulares.

    1º- El cliente cree que los que trabajamos en comercios somos idiotas, o retrasados, o ya puestos, sirvientes del que trabaja 8h en una oficina, y se cree el dueño del mundo
    2º- En un comercio pasan muchos billetes a todas horas, y por supuesto, te puedes equivocar en un cambio, dar un euro de menos (y te lo echan en cara comol si hubieras robado Fort Nox). Pero si das de mas, nadie absolutamente te dice nada. Otra cosa esta en cuanto pagas con un billete de 5€ y le dicen a la cajera que ha sido con uno de 50€. Eso es echarle morro por parte del cliente, y mucho.

    En fin, podria enumerar diez o doce mas, pero no tengo ganas de aburrir. «El cliente casi siempre, «puede» llevar razon». O no, segun se mire

    13 junio 2016 | 11:08

  2. Dice ser MiniMo

    le doy la razón a javivibc sin trabajar en la hotelería o el comercio, pero sí cara al público.
    El cliente o usuario piensa que el que está detrás del mostrador siempre es menos que él, la salidas de tono son frecuentes y los malos modos también, mientras que a nosotros nos exigen exquisita corrección, saber estar y ¡¡hasta una determinada imagen!!
    ¿Para cuándo un libro de reclamaciones al cliente?
    Poco le han cargado en la factura, al listillo de turno…

    13 junio 2016 | 11:51

  3. Dice ser Dependiente_Mad

    Suscribo nuevamente las dos opiniones anteriores. Los clientes cada vez son mas irrespetuosos, maleducados, prepotentes y con ganas de mirarte por encima del hombro.

    Cuando con argumentos irrefutables tratas de sacar a un energúmeno de su error no hay frase que mas me reviente oir que… «Perdona, pero yo trabajo en comercio y…» No, perdona tu, pero yo también y no me tiro 8 horas en mi tienda para que luego tu vengas con tus aires de superioridad a tratar que de por bueno algo que seguramente tu en tu supuesto comercio no consentirías.

    Me quedo con la frase que dijo Richard Branson una vez… » Las personas mas importantes en un negocio son los empleados. Hay que cuidar de ellos por encima de todo. Es el único modo de que ellos se encarguen después de cuidar de los clientes».

    13 junio 2016 | 12:20

  4. Dice ser Rod

    Yo trabajo en oficina, no en comercios ni hostelería ni similar, y pienso que lo de que el cliente lleva razón no debería ser así. La razón se consigue con razonamiento y educación.
    Por cierto en ofician también nos toca tragar con esto, todos tenemos clientes. Y en este sector también tiene siempre razón el cliente, por muy maleducado que sea

    13 junio 2016 | 12:28

  5. Dice ser Artu

    He trabajado tanto en comercios como en la oficina, siempre estoy en contacto directo con clientes, y perdonar, pero son unos despotas y no tienen ningun respeto, son unos sin vergüenzas.

    No hay mas que decir, todo se lo agradezco a la puta sociedad de hoy en dia con programas basura que evaluan el estar bueno o tener pelo o a ver quien folla mas que el respeto la educacion y la sensatez que a mi por lo menos mis padres me han enseñado.

    13 junio 2016 | 13:51

  6. Dice ser Indignada

    Pues si, yo creo que todos estamos de acuerdo en que lo de «el cliente siempre tiene la razón…» se ha quedado anticuado y parece un refrán de siglos pasados. Hoy en día, ese dicho debería ser algo como «El cliente siempre tiene la razón si te lo dice con educación» que aquí muchos se pasan de desagradables, maleducados y sinvergüenzas. Por otra parte, siendo yo muy educada y amable en distintos comercios y oficinas, no siempre me toca una persona que me devuelve la sonrisa. Pero, como yo opino que todos nos merecemos una segunda oportunidad (quien sabe si al pobre dependiente, o oficinista, se le ha enfrentado la pareja y por eso tiene la cara de perro) me fijo la siguiente vez que voy. Si esa persona me saluda educadamente y me atiende lo mejor posible (dentro de los límites establecidos por la empresa y por el encargado de turno) todo lo malo se me pasa. Ahora bien, si me trata igual de mal que vez anterior…libro de reclamaciones que va!

    13 junio 2016 | 14:49

  7. Dice ser floripondio

    siempre trabajando de cara al público , al final te inmunizas

    13 junio 2016 | 22:36

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