Obligada a cubrir sus senos en un gimnasio por ser muy grandes

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Una mujer llamada Jenna Vecchio estaba haciendo ejercicio tranquilamente, junto a su esposo, en el gimnasio Movati Athletic Club, en Orleans, Ontario (Canadá), hasta que una monitora se acercó a su lado y le indicó que tenía que cubrir sus senos porque otros clientes se estaban sintiendo incómodos. ¿¿¿¿????

La razón para cubrir tan ‘magna’ anatomía era que sus tetas estaban creando tal revuelo en la sala que podía haber un accidente en alguna de las cintas, porque todas las miradas parece que iban al mismo pan. ¡¡¡Cuánta envidia!!!

Los senos de la discordia.

Los senos de la discordia.

Como no podía ser de otra manera, Vecchio montó en cólera, se bajó del aparato y abandonó el lugar con un cabreo de mil demonios. Además, se negó a tapar sus pechos porque creía que su indumentaria era la correcta (se puede ver en la foto que encabeza este post).

«Mi ropa deportiva no es discordante con la de otras mujeres en el gimnasio. La diferencia es que el tamaño de mis senos sí es más grande, y eso puede incomodar«, comentó en su perfil de Facebook.

Por su parte los responsables del gimnasio se limitaron a indicar que el establecimiento tiene un código de conducta y el uso de unas prendas adecuadas, y la camiseta ajustada de Vecchio no cumplía con las normas. Punto y final.

¿Os parecen tan enormes para crear semejante lío?

(Fotos: Jenna Vecchio – FACEBOOK)

51 comentarios

  1. Dice ser PEPA

    MIÉRCOLES 21 DE ENERO DE 2015
    DOCTOR NO ASIGNADO SE APROVECHÓ DE CONDICIÓN DE PACIENTE
    UNIVERSITARIA DENUNCIA ABUSO SEXUAL EN CLÍNICA DE SAN MIGUEL

    Atenderse por una fastidiosa migraña terminaría marcando su dignidad de por vida. La joven estudiante de administración, Veralucía Rojas Veramatus (20), denunció haber sido víctima de un abuso sexual. Hecho cometido por Poul Rogger Portilla Condezo (26), presunto doctor d ela clínica “La Providencia”, en San Miguel.
    Abuso de su condición
    Refiere Rojas Veramatus, en denuncia registrada en la comisaría de Maranga, que la tarde del 16 de diciembre acudió a la referida clínica para atenderse de una migraña. “Me llevó al piso 9 argumentando que no contaba con guantes quirúrgicos para revisarme. A solas me subió la bata e introdujo sus dedos en mis partes íntimas por más de cinco minutos. También me sobo los senos. Dijo que mi migraña podría ser causada por un cuadro de infección por transmisión sexual”, refiere la joven.
    No era procedimiento profesional
    Fue cuando llegó el médico Oscar Alberto Lazarte Rodríguez que Rojas confirmó el abuso. “Le conté la manera en la que fui atendida y condenó el acto. No tenía que ver con un procedimiento ético. Aparte él no era encargado de dicho piso. Abusó de mí”, comentó indignada.
    La defensa legal de Rojas señaló de Portilla se encontraba citado para ayer martes a la Divincri de San Miguel. “No se acercó. Sabe que será denunciado por el delito de actos contra el pudor y tocamientos indebidos”, refirió el doctor Alberto Villanueva Osorio, abogado de la joven.
    No videos, no historia clínica
    La clínica habría negado la existencia de videos de seguridad dentro de sus instalaciones, asimismo recalcado no tener una historia clínica de Rojas Veramatus. No pudiéndose comprobar la existencia de la agresión sexual. Esta es una versión dada por familiares de la agraviada.

    15 junio 2016 | 1:18

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