Una joven británica estaba harta de que le quedaran las palmas de las manos naranjas y rayas blancas en sitios inaccesibles, tras aplicarse crema autobronceante. Así que cortó por lo sano e ideó un método infalible para que todo su cuerpo fuera como una ‘perla negra‘ (y no la de Jack Sparrow): aplicar el potingue con un rodillo de pintor. Vamos, como una sesión de chapa y pintura en el taller.
Amy Ridler, así se llama esta ‘maestra del maquillaje’, colgó las imágenes del ‘bronceado exprés’ en su perfil de Facebook y obtuvo en un abrir y cerrar de ojos más de 21.000 ‘me gustas’. Aunque lo mejor de este experimento estaba por venir.
Otra joven, Imogen Silversides, residente en el norte de Yorkshire, decidió seguir al pie de la letra el método de Amy. Eso sí, los resultados parece que no fueron los esperados. Juzgad vosotros mismos.
La alumna aventajada sólo se atrevió a poner una frase en su muro de Facabook: «Creo que no podré ir al trabajo hasta el viernes» (tres días después de transformarse en rey Baltasar (tipo Sergio Ramos) como por arte de magia, o más bien, por pasarse un poquito con la cantidad de producto). Como premio, logró 40.000 ‘me gustas’, el doble que su predecesora.
(Fotos: Amy Ridler – Imogen Silversides /FACEBOOK)
Cada día me sorprende más lo estúpida que es la gente!!! increible!!
24 febrero 2016 | 9:31
Yo conocí a una paisana que con 14 años se puso aceite de oliva para tomar el sol en la piscina y acabó con quemaduras de tercero y segundo grado, así que cualquier cosa es posible.
24 febrero 2016 | 10:52
Para juegos de bares
Estamos en deuda con esta gente por lo que nos entretienen y las risas que echamos.
A mi lo que no deja de sorprenderme es que luego van y lo publican!
24 febrero 2016 | 12:07
Es imposible que con crema autobronceadora se quede tan negra,se tendría que echar capas y capas y en todo caso su color sería más «naranja»
24 febrero 2016 | 12:30
Su sitio es maravilloso y diverso. La situación de discapacidad y insomne estoy siempre ocupado con usted.
Buena continuación !
24 febrero 2016 | 17:32
La estupidez humana no tiene límites, no puedo creerlo.
¡Un saludo!
24 febrero 2016 | 18:15