Paul Rojek y su hijo Joshua son (más bien eran) un par de cocineros de un restaurante de la localidad neoyorquina de Siracusa (EE UU), que cometieron un crimen de ‘altos vuelos’: robar miles de euros en alitas de pollo. O-O
El modus operandi de este dúo de rateros, muy al estilo Solo en casa (por dejarse cazar), era sencillo: cocinaban grandes cantidades de este alimento para luego venderlo por la calle o a otros establecimientos a un precio mucho menor. No solo se contentaban con sustraer cientos de kilos del producto, sino que gastaban miles de litros de aceite del dueño del local en freír el ‘preciado manjar’.
Alitas a precio de oro.
La Policía de Siracusa cree que los delincuentes ganaron todo este dineral entre los meses de febrero y noviembre de 2015, según medios locales. Vamos, que debieron negociar con varias toneladas de alones.
No obstante, después de varias semanas robando alitas como si fuera la única comida en el mundo, el gerente del restaurante se dio cuenta de la gran cantidad de mercancía que se había estado ‘perdiendo’, por lo que inició una investigación que acabó con la detención de la Chicken Family.
De momento, el juez del Condado de Onondaga, encargado del caso, fijó la fianza de ambos en 2.500 dólares (2.300 euros), y se desconoce si los ‘ladrones emplumados’ pasarán algún tiempo entre rejas.
(Fotos: Onondaga County Sheriff’s Office / GTRES)