Sobrevive a la caída de varias toneladas de ladrillos

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Que en el mundo hay gente con suerte, nadie lo duda. Pero lo de este conductor de excavadora no tiene parangón.

Por un mal cálculo, como cuando estás talando un árbol en el lado equivocado, una antigua chimenea que estaba siendo demolida en Pell City (Alabama, EE UU), cayó como un castillo de naipes sobre la máquina sin que nadie pudiera evitar el desastre.

Lo que parecía una muerte segura, se transformó en un golpe de suerte que ya quisiera algún villano de James Bond en una partida de póquer. El hombre salió por su propio pie del vehículo y sin heridas de importancia, gracias a que pudo apartarlo un poco y los 1.170.000 kilos de ladrillos no le golpearon de lleno.

PD. Y ya que he hecho mención a Bond, me viene a la memoria la imagen del malvado Tiburón chocando contra la estación del teleférico del Pan de Azúcar (Río de Janeiro), y su apareción estelar quitándose el polvo entre los restos del edificio.

(Foto: Captura de Youtube)

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