Los dos albañiles protagonistas de este vídeo se toman con mucha filosofía su trabajo de enfoscado. Con una melodía que puede ser como La Macarena o Aserejé, versión Kurdistán iraquí, los ‘paletas’ interpretan una coreografía improvisada sobre un tablón (andamio es mucho decir). Tal debe ser su fama en la zona, que hasta los camiones pitan al pasar a su lado.
Según avanza la pieza, la diversión va in crescendo y la pareja improvisada realiza cabriolas y saltos sobre las herramientas, emulando al gran Rudolf Nuréyev (mi abuela me contó que fue uno de los mejores bailarines de la historia). El compañero que graba la escena no puede contener su risa y anima a los currantes para que sigan aumentando la dificultad de sus movimientos.
En un momento puntual, unen sus fuerzas para alegría del público (imagino que poco, pero siempre respetable) sin calcular la resistencia de la superficie sobre la que danzan. El resultado: no hace falta ni que lo comente. Era previsible desde el primer segundo del vídeo.
(Foto: Captura de Youtube)
Pues nada, el próximo baile sobre las vías del tren… viviendo al límite.
16 enero 2015 | 13:54
Me parece una auntentica chorrada. De trabajar nada, haciendo el tono y con posible daños fisicos por inseguridad en el trabajo, con cargo a nuestra seguridad social que la necisitamos para otras cosas mas serias. DEBERIAN INVESTIGAR LOS DE SEGURIDAD EN EL TRABAJO. Andamios ilegales, sin protección, etc.,
16 enero 2015 | 16:05
Carlos no se si has leido bien la noticia, pero si eres del Kurdistan, lo entiendo, pero es que este video ocurrió en Kurdistan, no en España, KURDISTAN, que esta alla donde cristo perdio la alpargata. Por otra parte, no creo que hayas estado viendo los andamios que gastan por el sureste asiatico por ejemplo, que alla usan el bambu para hacer «andamios» de varios pisos de altura. Yo he visto como construian un eificio de unas 3-4 plantas, y los andamios eran de bambu.
16 enero 2015 | 19:51
La alegria y la diversión son nefastas.
16 enero 2015 | 20:52
LA CURDA DE LOS KURDOS
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…Pues sí, señor Becario, esta pareja de kurdos nos muestra un día cualquiera de su vida laboral. La felicidad les viene del hecho de ser sábado (el domingo es festivo obligado por el islám), haber almorzado y tener al encargado en el almacén pidiendo materiales. Factores, por tanto, muy relacionados con el absentismo laboral. Si no fuera por la música suní, podríamos confundirlos perfectamente con unos albañiles de Lepe, Brazatortas o Don Benito.
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…Usted asegura que se trata de una “pareja improvisada”. Yo le digo a usted que no. Este par de hombretones son pareja de hecho, no sólo por la sincronía de sus movimientos de baile, sino también por la forma de agarrarse al brazo. Es la misma forma con la que un servidor llevó a su esposa al altar y eso no se improvisa. Además, si se fija usted bien, verá cómo los dos albañiles llevan el anillo nupcial en el dedo anular de la mano izquierda. Están casados. Dicen que en el Kurdistán son frecuentes las uniones entre compañeros de trabajo para así poder llegar a fin de mes (ha tenido usted suerte de nacer en España, señor Becario). En este caso, el chiquitín hace de hombre y el grandullón de mujer. Y quien conozca a alguna pareja de homosexuales sabrá por qué.
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…También el alcohol es aquí culpable de la alegría desbordante de los 3 amigos. En el Kurdistán se bebe con frecuencia vino, cerveza o el popular raki, que es un licor anisado a base de uvas y uvas pasas. Muy rico, pero capaz de tumbar al mismísimo Sansón con sólo dos copitas. Y de nuevo tenemos otro parecido con España: La cerveza se comparte igual que aquí la litrona y el vino se bebe en botella de cristal verde y a gañote, gracias al típico pitorro de plástico.
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…Como no pueden comer cerdo, y el cordero o el pollo lo tienen reservado para los días especiales, su menú diario (cuscús, ensalada agria, pan sin levadura, alguna sopa) no contiene la suficiente sustancia para contrarrestar los efluvios del vino. De ahí que en la sobremesa la jornada laboral irakí adquiera tintes más alegres y bulliciosos. Menos productivos, pero ya me dirá usted. ¡Para lo que ganan!
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…En el vídeo se puede ver claramente que son las 4 de la tarde, acaban de comer y se encuentran en la fase de euforia y excitación a causa del tintorro. Locuacidad, optimismo, desinhibición, conducta impulsiva. En España, los albañiles quedan apostados detrás de la típica malla verde, a la que le practican diferentes agujeros para piropear a las gachís. En el Kurdistán, los del oficio recurren al baile ante la ausencia de hombres guapos por la calle. Y no ganan para materiales. En fin, ¡la vida, señor Becario, la vida! (Por cierto, el del camión también baila mientras conduce y hace un “calvo” por la ventanilla).
18 enero 2015 | 1:04