Rescatan a una mujer enganchada a una mesa de billar

Sé que todos vosotros estáis esperando que este post empiece con el chascarrillo, tan poco usado, de «Érase una mujer a una mesa de billar pegada», en clara referencia al soneto de Quevedo. Lamento defraudaros, pero ni sé quién es Quevedo (bueno, el Mami Quevedo sí), ni pienso empezar así una entrada. ¿No os parecería estúpido que desperdiciara este valioso espacio, este valioso párrafo, en una nimiedad como ésa?

Por eso empiezo diciendo que los bomberos de San Diego (Estados Unidos) tuvieron una aventura el otro día de esas que cuentas a lo largo de los años, en plan… «el otro día evitamos la amputación de un pene que estaba atrapado en un cilindro de acero«. Ya sabéis, al típica conversación que sale a las dos de la mañana después de la cuarta cerveza.

Resulta que el domingo, a las 1.45 horas de la madrugada, los bomberos recibieron una llamada del bar U-31 de San Diego informando de que había una muchacha de 22 años enganchada a una mesa de billar. Bueno, supongo que dirían directamente que se había «quedado pegada», porque si yo fuera bombero y recibiera una llamada de un bar a las 2 de la mañana diciéndome que hay una chica enganchada a la mesa de billar… les diría que muy bien, que se vayan al futbolín, pero que la próxima vez no molesten a esas horas.

Al parecer, la chiquilla intentó coger una bola y no pudo sacar la mano (no sabemos si estaba intentando hacer trampas o no, pero creo que no procede). Según cuentan los bomberos a la prensa local, las pulseras que llevaba eran las responsables. Cualquier día le pasa lo mismo a mi compañera @mbac20, que le tengo dicho que tantas pulseritas no pueden traer nada bueno.

Finalmente no hubo sangre, aunque sé que muchos de vosotros estabáis afilando los colmillos. Bastó con desmontar la parte inferior de la mesa de billar para que la mano de la muchacha saliera sana y salva en un proceso que duró 15 minutos. Aunque lo que habría estado realmente bien es que llegaran los bomberos y le dijeran a la chica: «Suelta la bola» y entonces sacara la mano.

La joven no tuvo que ir al hospital y tiene para el recuerdo fotos como la que podéis ver en la que su cara de sufrimiento queda en un segundo plano ante la sonrisa de sus amigos. ¡Ah! Los Defensores de los Derechos de las Mesas de Billar (DDMB) podéis estar tranquilos, porque la mesa tampoco sufrió ningún daño y la gente juega con normalidad, como si nada hubiera pasado.

PD: Perdón por escribir «Quevedo» y «nimiedad» al comienzo. Ayer me llevé un golpe en la cabeza y ahora salen de mis teclas palabras y nombres que jamás antes había leído.

PD2: Por el resto del post también podría disculparme, pero tendría que hacerlo a diario y no terminaría nunca.

 

4 comentarios

  1. Dice ser Halls

    Lo que me parece un escandalo, es que tengan ese botellin de plastico de aciete encima del tapete.. para ahorcarlos!!!

    04 julio 2012 | 18:39

  2. Dice ser maria b

    las pulseras son muy traicioneras…..es cierto jajajajaja a veces tengo que sacarlas cada vez que me saco la cazadora porque la manga no sale por culpa de las dichosas pulseras… trolly que suerte ya estas de vacas en la playita…..que envidia!!!!!

    04 julio 2012 | 18:44

  3. Dice ser Karl

    Homer , esta usted seguro que no tiene agarrada la lata de refresco?….. -.-

    04 julio 2012 | 21:25

  4. Dice ser verinclito

    Seguro que esa referencia a Quevedo se te ocurrio y pensaste que era brillante, pero despues te parecia que era burda, asi que le diste cuatro vueltas, y nos la trasladaste a nosotros como pretendieras que la ocurrencia fuera nuestra siendo tuya, pero si burda era la idea inicial mas burdo es aun el truco y te hemos pillado amigo becario, te hemos pillado, por burdo

    04 julio 2012 | 23:46

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