Lo más raro que ha pasado durante la semana (2-8 enero)

Lo mejor de la semana cuando termina son las habitaciones ventiladas es la llegada de otro «casi viernes» y poder echar la vista atrás para ver todas esas cosas raras que nos hemos perdido en los últimos días. Aquí van algunas de las que más me han llamado la atención y no han tenido su hueco en este inefable blog. Un párrafo por noticia, lo encontraréis mejor pero no más resumido.

1. Padre e hijo se conocen tras 47 años

El veterano de Vietnam Mike Gold, de 67 años, acaba de conocer a su hijo de 47 años… un hijo que no estaba seguro de que tuviera. Poco antes de que fuera a Vietnam, nuestro sesentón Mike recibió una carta de una mujer diciendo que podría ser el padre del hijo que había dado a luz y que iba a entregar en adopción (que te vas con otro humor a la guerra, como diría Gila). Cuando volvió de pegar tiros intentó localizar por todos los medios a la criatura, pero jamás encontró al niñito. Ahora ha sido su hijo, que ya ha dado nietos a Mike, quien ha localizado al padre. Lo ha hecho a través de Internet y juntos han descubierto que su cumpleaños es el mismo día… y que son dos gotas de agua, según cuenta la prensa yanqui.

2. ¿Y si todo el vagón de metro se pusiera a cantar?

Imaginad que vais en el metro pensando en vuestras cosas, leyendo, medio dormidos o aguantando la respiración para no acabar intoxicado con el olor de alguno. En eso que alguien empieza a cantar una canción y ves cómo todo el mundo empieza a seguirle de forma… ¿espontánea? Pues algo así pasó recientemente en el metro de Los Ángeles, cuando un grupo llamado The Love Project  organizó el siguiente flash mob, según leí hace unos días en el Huffington post.

3. Roba una ambulancia para ir al hospital

Contaba Hubert Lee Credit, de Tampa, Florida (EE UU) que había sido atacado por cuatro hombres y que por eso se había visto obligado a ir al hospital. No habría ningún problema con eso de no ser porque decidió que la forma más rápida para que le atendieran era robar una ambulancia que había desatendida junto a su casa. Hubert, de 39 años, aprovechó que los sanitarios atendían a una persona en una casa cercana y se llevó el vehículo, cuentan las malas lenguas de Tampa. Para su desgracia, los médicos le vieron y llamaron a la policía que detuvo al muchacho, lo llevó al hospital y lo metió en el calabozo. Un día completo.

4. Le podían haber detenido hasta por ponerse ese nombre

Al hombre que veis en la imagen que hay a la derecha, otrora llamado Jeffrey Wilschke, lo detuvieron hace unos días en Estados Unidos por posesión de drogas y de arma de fuego. Probablemente este muchacho de 30 años natural de Wisconsin  no sería noticia jamás en la vida, pero… (siempre hay un pero) en octubre cambió su nombre y donde antes decían: «Detenido Jeffrey Wilschke» ahora se lee «Detenido Beezow Doo-Doo Zopittybop-Bop-Bop«. Sí, ¡¡¡¡se ha puesto ese nombre!!!! Si su intención era pasar desapercibido parece claro que no lo ha logrado.

5. ¿Ninguna de estas faltas es intencionada?

En Washington a los niños ya no les duermen diciendo «pórtate bien que viene el coco», ahora está de moda que les pongan un vídeo de YouTube y les adviertan de que «como no seas bueno vendrá el número 34 y te hará falta». El vídeo del que os hablo es el que veréis a continuación y corresponde a un partido de instituto. Ahora corre como la pólvora por Internet (una expresión que casi no se usa, ¿verdad? Como «a golpe de click» o «está causando furor en las redes sociales»), porque ninguna de las faltas que veréis a continuación fue considerada intencionada (antideportiva) por los árbitros.

6. Hazte el tatuaje en la iglesia

Un pastor de Michigan (en Estados Unidos también, esta semana todo lo raro ha pasado allí) ha abierto en una iglesia local un centro para que la gente pueda ir a tatuarse, según publican varios medios de todo el mundo. El sacerdote Steve Bentley, que como imagináis no es un cura al uso, lleva dos tatuajes y considera que son «una forma predominante de arte en la cultura de hoy día». Su iglesia, más que una iglesia, parece un centro comercial o de multiaventura, porque además de hacerte un tatuaje puedes ir a que te arreglen el coche, a practicar lucha libre o artes marciales. ¿Sabéis que os digo? Que comparto parte de su teoría: «No queremos que un edificio que vale un millón de dólares se use un par de veces a la semana». Amén.

PD: Y aún me quedan cosas por contar, como eso de que en un catálogo de moda infantil se coló de fondo un hombre desnudo (me lo contó David a través de Facebook) pero es que ya no me queda espacio para más.

2 comentarios

  1. Dice ser dani...él

    Durante esta semana ha quedado más claro que vivimos épocas pre-bélicas. Mientras la violencia se apodere del planeta es normal que un padre y un hijo estén separados durante esa temporada.
    Es normal que uno encienda la chispa y se propague el fuego. Así se explican las guerras.
    Es normal tener que robar una ambulancia para acudir a urgencias. Todo el presupuesto para armamento. El muchacho arrestado conseguirá no participar en los conflictos bélicos que se avecinan. Encima con exclusivas.
    Es mucho más normal que la violencia forme parte de nuestras vidas y los árbitros no se percaten de la intencionalidad.
    Los tatuajes en las iglesias preludio del aumento de las confesiones.

    Todo sea por motivos económicos pero es necesario tapar agujeros mediante el conflicto:

    http://tortillismocasero.com/2012/01/08/paseo-por-el-mundo-real/

    08 enero 2012 | 20:59

  2. Dice ser cross

    Como árbitro federado, no me puedo resistir a comentar las faltas:
    Primera falta: clara falta flagrante del número 34. Tras esta falta flagrante del 34, le hubiese advertido que a la siguiente parecida, sería descalificante.
    Segunda falta: primero hay una falta del número 34 cargando el rebote ofensivo, mal por el árbitro no pitándola. Después, el otro jugador blanco (42) da un manotazo al rojo (esta es la que pita, aunque no estoy seguro de que el árbitro de cabeza no se equivoque y se la pite de todos modos al 34 que luego intenta intervenir pero no le toca). Ninguna de las faltas es flagrante
    Tercera falta: clara falta flagrante del número 34. A estas alturas, este tendría ya que estar en el vestuario.
    Cuarta falta: la falta es del 34 rojo, no tienen ninguna razón para quejarse ya que los árbitros se han equivocado a su favor. El árbitro debió pitar bloqueo antireglamentario del número 34 rojo al jugador blanco 42 que intenta ir a defender al jugador rojo 24 que tiene el balón. El 34 rojo se interpone entre el defensa blanco y su compañero rojo. Existe contacto, el 34 rojo está en movimiento y por lo tanto, es falta en ataque en dicho bloqueo. Después, el blanco le da un empujón. Yo hubiese pitado inmediatamente la falta del rojo (el blanco tiene razón ya que un jugador contrario sin balón impide, en movimiento, que pueda defender al jugador con la pelota) y a menos que considere la posterior acción del blanco como agresión (es más bien mala leche, no agresión), como muchísimo, pitaría falta doble.
    Quinta falta: ¡Qué barbaridad! Esta falta es descalificante. ¿cómo es posible que el 34 siga en cancha?
    Sexta falta: tampoco me parece flagrante. Intenta taponar por detrás, toca balón y mano, y al levantarse el que tiene el balón, y estar la mano del defensa bajada (o sea, falta), no puede elevarse y cae. El 34 tampoco tiene la culpa de ser una bestia parda y el rojo un tirillas. De hecho, el 34 blanco también se lleva a un compañero suyo por medio en la jugada.
    ¿De qué pueblo son los de blanco? ¿Qué rayos comen? ¿Cuánto comen? ¿Cómo serán los de futbol americano de ese pueblo?¿Habéis visto la pinta del 50 que sale sustituyendo al 34?

    12 enero 2012 | 10:40

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