El ajuste en el sector de la vivienda se está haciendo del modo rápido y casi fulminante que auguraron algunos expertos.
En otoño pasado, la consultora Aguirre Newman, una de las grandes del sector, decía que los precios caerían un 23%. Ayer supimos que en el último año ya han bajado un 8,3% de media en toda España, según datos oficiales del Ministerio de Vivienda. Gente del sector me cuenta que la caída es bastante superior, sobre todo en algunas gamas de producto. Las operaciones y promociones especulativas que se montaron al final de la burbuja, hace unos dos años, media hora antes de la crisis de las subprime en EE UU, están liquidando como pueden las casas, con descuentos cercanos al 30% aquel que descartaba rotundamente en noviembre pasado Guillermo Chicote, presidente de los promotores y constructores: »Antes de que bajen los pisos un 30%, se los regalo al banco», llegó a afirmar.
Hoy se ha conocido otro dato revelador: el número de compraventas de casas en el mes de mayo superó por poco las 34.000, un 32,2% menos que en mayo de 2008. Fue menor caída que en abril, pero sigue indicando que el mercado está bastante parado.
Me dicen expertos en la materia que, por nuestro tamaño de país y datos demográficos, las compraventas mínimas han de ser de unas 450.000 al año, sin ninguna especulación. La cifra sale de sumar los aproximadamente 150.000 matrimonios nuevos que se forman cada año, más los casi 150.000 divorcios, más los al menos 100.000 jóvenes que se emancipan, más otras 80.000 rupturas de parejas que no pasan por los registros… No se cuentan ahí ni los inmigrantes que llegan (ahora, menos) ni los extranjeros, sobre todo europeos, que compran segunda residencia en nuestras costas ni los que compran como inversión o por especular. Pues bien, con el dato de mayo de esta mañana, en los primeros cinco meses del año se han hecho unas 170.000 operaciones, lo que quiere decir que, o mucho cambia el panorana, o no alcanzaremos este año esas 450.000 operaciones mínimas. ¿Qué está pasando? Quizás también que la crisis económica esté frenando el número de matrimonios nuevos, el de divorcios, el de jóvenes que se emancipan…
Todo indica que tanto los promotores como los particulares que pongan su casa a la venta en los próximos meses tendrán que seguir bajando precios si quieren encontrar un comprador.