-¿Por qué jugamos a la lotería?
-Eso me pregunto yo: jugar a la lotería es una estupidez. Es más probable que le caiga un rayo que que le toque el euromillón, por ejemplo. (…) Cada año muere más gente por chispas eléctricas de los que son agraciados por la lotería. (…) En cuanto al gordo español, no lo conozco en profundidad, pero me temo que, como juego de azar, no es mucho más racional».
-¿Entonces por qué jugamos a la lotería?
Por envidia y celos. Nuestros estudios demuestran que la gente, aunque sabe que es casi imposible que le toque, compra lotería para evitar que le toque al vecino y a ellos no».
Pieter Remmers, experto antiludopatía, ayer en La Vanguardia.