El ministro de Fomento y número 2 del PSOE, José Blanco, ha batido esta mañana en el Foro Europa todos los récords de asistencia que se recuerdan. Estaba abarrotado el salón principal del hotel Ritz de Madrid y abarrotada también una segunda sala desde la que veían al ministro en una pantalla gigante de televisión, y aún quedaban asistentes a la conferencia desperdigados por el hall principal del hotel.
Estaban todos los grandes empresarios de la construcción, por supuesto, todos los que se juegan buena parte de su cuenta de resultados en la mayor o menor contratación con Fomento. Pero había también muchos políticos, muchísimos políticos, sobre todo socialistas. Y el conferenciante ha hecho mucho más de líder político que de administrador de las grandes infraestucturas. Blanco ha hablado de su ramo, de la obra pública, por supuesto, pero ha hablado también de economía, de impuestos, de demografía, de educación, de energía, de industria, de finanzas, de futuro… No parecía un número 2, parecía más bien un número 1.
Quienes piensan que, en la próxima remodelación del Gobierno, Blanco puede pasar a ser vicepresidente tienen desde esta mañana más argumentos. Y quienes incluso especulan con que Blanco puede ser en 2012 el candidato socialista a presidente del Gobierno si Zapatero decide finalmente no presentarse, también tienen desde hoy más credibilidad.
Un veterano que estaba a mi lado en el acto ha recordado que de una conferencia parecida a la de hoy, en febrero de 1988, en el Club Siglo XXI, salió José María Aznar, entonces presidente de Castilla y León, catapultado al liderazgo del PP y luego a la presidencia del Gobierno.