Los ingresos del Estado por IVA cayeron en los primeros 11 meses de 2009 un 30%, según revela hoy el diario Cinco Días. Y no fue sólo por la crisis económica y la caída de actividad, sino por un aumento del fraude fiscal. Muchas empresas -sobre todo autónomos y pequeños comercios, según el diario financiero- han reaccionado a las penurias de las pocas ventas y de los muchos problemas de tesorería facturando más en negro que antes y pasando de facto parte de su actividad a la economía sumergida.
Y seguirán haciéndolo en 2010, según todas las previsiones.
Combatir el fraude fiscal (éste y todos) debiera ser una de las tareas prioritarias este año del superministerio de Elena Salgado. Si las arcas públicas reciben cada vez menos recursos, el défict público y la deuda pública se dispararán aún más y le será muy difícil al Gobierno mantener las medidas reactivadoras de la economía (el Plan E y sus distintas ramas) y combatir la crisis.