Una entrevista en TVE hace dos semanas, una segunda entrevista en Canal Sur anoche, una tercera entrevista en TV3 esta próxima noche… Zapatero está en gira de medios audiovisuales, está telehiperactivo, y también parece que va a estar muy activo toda la primavera en actos del PSOE, en mítines de agitación de sus adormecidas bases electorales, que según todas las encuestas son hoy día poco proclives a darle de nuevo el voto.
Lo curioso es que aún no hay elecciones a la vista, sólo las autonómicas catalanas, que serán o en junio o en otoño próximos, y las municipales en toda España y autonómicas en 13 comunidades autónomas (todas, salvo Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía) previstas para mayo de 2011.
¿A qué se debe entonces que el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE haya emprendido un plan de tantas idas y venidas, tantas vueltas y revueltas de contacto con la calle, con los ciudadanos, con los electores? ¿Quizás a dar la señal implícita a su partido de que está disponible para volver a ser el cabeza de lista socialista en las elecciones generales previstas para 2012?
Hace tres meses, hubo en el PSOE un cierto debate interno sobre si Zapatero querrá o no querrá presentarse para un tercer mandato como presidente del Gobierno. Incluso sobre quién sería el sucesor si finalmente no se presenta. El debate sigue entre los socialistas, pero se mezcla ahora con otro sobre un asunto más inminente: la expectativa de que haya un cambio de Gobierno en breve, quizás en abril, coincidiendo con el primer aniversario del actual Ejecutivo; quizás en julio, acabado el semestre español de presidencia europea. Se especula con que salga la vicepresidenta primera, Fernández de la Vega, y varios ministros de poco peso político y sean sustituidos la primera por José Blanco y el resto por veteranos del partido de mucho más nombre y relevancia. Se habla menos ahora de si Zapatero será o no candidato en 2012, pero hace pocos días, un alto dirigente socialista me daba su opinión:
– Si la situación económica ha mejorado cuando se acerquen las elecciones, Zapatero se retirará y dará paso a otro candidato. Y al revés: si la economía sigue mal y el paro contuinúa altísimo, Zapatero seguirá, afrontará él personalmente el veredicto de las urnas, no querrá que parezca que huye ante la catástrofe.