Ha pasado ya casi mes y medio desde que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió a los agentes sociales que hablaran de reforma laboral, que patronal y sindicatos negociaran un acuerdo. Los comisionados se están reuniendo discretamente, sin ruedas de prensa ni comunicados, bajo la tutela del secretario general para el Diálogo Social, Alfonso Morón, pero las cosas avanzan muy despacio. Las posibilidades de pacto son, a día de hoy, entre bajas y muy bajas, según me cuentan.
Ignoro si las nuevas dificultades empresariales de Gerado Díaz Ferrán, presidente de la CEOE, al que el Gobierno le cerró ayer la aseguradora, media hora antes de que quebrara, serán un acicate para que el diálogo vaya más rápido o, al revés, para que encalle definitivamente. Esta mañana, la vicepresdenta económica, Elena Salgado, le ha echado un capote a Díaz Ferrán. Dice Salgado que, para el Gobierno, el fiasco de Seguros Mercurio no le ha quitado legitimidad como patrón de patrones a Díaz Ferrán. ¿Seguro?