Las sesiones de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados se van a celebrar a partir de ahora los miércoles por la mañana, y no por la tarde. La decisión la tomó José Bono, presidente de la Cámara, antes del verano, y aún no está claro si lo hizo, como dicen algunos, para que tengan menos relevancia pública y no vean los ciudadanos cómo sufre el Gobierno socialista los vapuleos que le da la oposición o si la medida es parte del plan de Bono para que los diputados de fuera de Madrid puedan pasar más tiempo en las circunscripciones por las que han sido elegidos, sea para temas personales o para asuntos políticos.

El propio Bono ya contaba hace muchos meses que, cuando Zapatero le propuso el año pasado que fuera el candidato socialista a presidir la Cámara Baja, sólo le puso una condición al presidente del Gobierno: conciliar su vida política y familiar, seguir viviendo en Toledo (a unos 60 kilómetros de Madrid) y poder ir muchos días a recoger personalmente a la salida del colegio a su hija pequeña, Sofía, de ocho años, que hace casi tres le pidió de regalo de Reyes que dejara el Ministerio de Defensa para pasar más tiempo juntos.