En unas horas, Zapatero y Rajoy se enfrentan en un debate en televisión que, junto al previsto dentro de una semana, parece que será decisivo para el resultado del 9 de marzo. Eso es todo: dos debates, ambos en televisión. No habrá un tercero en Internet, el que venimos pidiendo los medios on line, a propuesta de 20minutos.es, desde principios de año. ¿Por qué no han aceptado los partidos? Ellos dicen que porque nuestra propuesta llegó un poco tarde, cuando ya estaba en parte pactada la otra. Yo creo que, además, ha habido otras razones. «Demasiadas novedades para una sola campaña electoral», me han dicho en privado, en una y otra parte, en las docenas de conversaciones telefónicas y personales que he tenido durante las últimas semanas.
En Navidades les envié la propuesta a los dos grandes partidos. El 8 de enero la hicimos pública. En los días siguientes se sumaron a ella prácticamente todos los medios on line españoles, así como centenares de entidades, asociaciones y blogueros. El 15 de enero constituimos el comité organizador, con representación de una docena de medios, que elaboró unas primeras normas para el ciberdebate. Ese mismo día se las envié a los jefes de campaña de PSOE y PP. Decían así:
«- El debate se celebraría en el salón de actos de la Asociación de la Prensa de Madrid (c/ Juan Bravo con Claudio Coello) o en el Auditorio de Distrito C de Telefónica (Sanchinarro).
– No habría público invitado en la sala. Sólo personas de la organización del debate y periodistas que estuvieran cubriendo la información.
– Comenzaría, preferentemente, a las 12 ó 12.30 horas del medio día.
– La duración sería de unos 90/100 minutos y estaría estructurado en bloques temáticos de preguntas formuladas por los usuarios de los medios digitales.
– Las preguntas que se les formularía tendrían un doble origen:
a) unas saldrían de un proceso previo, de varios días, en el que los usuarios proponen preguntas escritas o en video que se someten a la votación del resto de internautas. En principio, se seleccionarían las más valoradas en cada uno de los bloques temáticos.
b) un segundo grupo serían las preguntas que vayan surgiendo durante el debate y que serían seleccionadas con criterios de neutralidad y de interés periodístico por un grupo de periodistas presentes en la propia sala del debate.
– El debate se retrasmitirá en directo tanto para soporte Internet (todo lo que digan los dos participantes se convertirá instantáneamente en un texto al que tendrán acceso todos los medios on line) y para soporte video/televisión.
– Se ofrecerá la señal audiovisual a todos los medios –también a la televisión convencional- para que cualquiera pueda utilizarla, pero sin convertirlo en una réplica o dúplica de un debate televisivo.
– Las respuestas de los candidatos serán básicamente verbales, aunque tendrán que hacer también respuestas escritas directamente por ellos en alguna fase del debate.
– Tanto la moderación y la selección de las preguntas como la retrasmisión textual y audiovisual se harán con absoluta neutralidad».
Preguntas de los internautas seleccionadas por los propios internautas, algunas respuestas a la misma pregunta hechas por escrito y simultáneamente por los dos candidatos… Creo que les entró miedo.
En algún momento, cuando PSOE y PP no se ponían de acuerdo sobre las cadenas de televisión que emitirían los debates previstos, albergué la esperanza de que saliera el ciberdebate. Pero ya sabéis el desenlace final: debate en televisión, si bien con alguna característica de lo que planteábamos los medios on line: organizado por un neutral y con señal abierta a todos.
Cuando se supo que la Academia de la Televisión se encargaría finalmente de la organización de los dos debates, hablé con su presidente, Manuel Campo Vidal, y le hice llegar las propuestas del ciberdebate enviadas a los partidos. Una de ellas ha sido aceptada: los medios on line que quieran tendrán señal de televisión. Pero nada más, ninguna de las otras propuestas participativas…
Hemos dado un pequeño paso, un paso insuficiente. Nos emplazamos a la siguiente cita electoral. El mismo día que el presidente del Gobierno convoque elecciones los medios on line tendremos que exigir, al unísono, un debate en Internet entre los principales candidatos. No tendrán excusa, tendrán que hacerlo.