Estoy desde el domingo pasado en Zaragoza, donde la asociación de editores de prensa de la que soy presidente, la AEEPP, que es la más numerosa del sector, ha celebrado ayer y hoy su congreso anual.
Estamos casi clausurando el Congreso, y acabamos de elaborar y aprobar la Declaración de Zaragoza, en la que los editores pedimos a las administraciones públicas un Plan Nacional de Apoyo a la Prensa. El texto completo de la Declaración dice así:
DECLARACIÓN DE ZARAGOZA
La prensa -los diarios, las revistas y el resto de publicaciones periódicas- no es sólo un sector económico que genera riqueza y empleo; es además un pilar fundamental de las sociedades democráticas y de nuestro sistema de libertades. Es, en suma, un bien esencial y de interés público.
La grave coyuntura económica y financiera que vive el mundo globalizado, y especialmente España, y la revolución tecnológica y de Internet, han provocado en este bien público que es la prensa impresa una profunda crisis que amenaza de modo grave su futuro. Tanto lo amenaza, que si no se reacciona de inmediato corremos el riesgo de que el sector pierda aún más empleo y tejido empresarial, y que todo ello suponga una merma grave de la libertad de expresión, de la pluralidad y, en definitiva, de la riqueza democrática.
El sector tiene potencialiades y talento interno suficientes para afrontar su refundación, así como para buscar el futuro con sus propios esfuerzos, pero tendrá muchas más posibilidades de lograrlo si cuenta con el apoyo del conjunto de la sociedad a la que sirve, articulado a través de las instituciones públicas.
Por ello, pedimos un Plan Nacional de Apoyo a la Prensa en el que intervengan todas las administraciones públicas, lideradas por la Administración Central, que ayude al sector a encontrar su futuro, a reforzar su papel social y a construir un nuevo modelo sostenible.
El Plan debe fomentar la calidad y la competitividad de los medios, de las empresas y de todos los profesionales de la comunicación, así como el funcionamiento transparente del mercado. Ha de ser beneficioso para toda la prensa en su conjunto, independientemente del tamaño de las empresas, de la periodicidad de los medios, de su temática general o especializada, y del carácter gratuito o de pago de los productos.
Este plan debe incluir medidas que fomenten la reconversión tecnológica, la mejora de procesos y la competitividad en todos los eslabones de la cadena de valor, desde la producción, la impresión y la distribución hasta la comercialización y el paso al mundo digital, e incluir procedimientos eficaces de financiación.
Este plan, en definitiva, ha de ser la piedra angular de la prensa para que siga sirviendo en el futuro a la sociedad libre y democrática.
Zaragoza, 11 de mayo de 2010.
Si lo consideras de interés, divúlgalo.