Mañana vuelven a editarse las 14 ediciones ediciones impresas de 20 minutos, tras cinco semanas de descanso veraniego. Desde hace seis años, no salimos en agosto. No por pereza, sino porque baja a sus mínimos nuestra única fuente de ingresos, la publicidad (para todos los medios: prensa, radio y televisión), y se dispara uno de nuestros principales costes, el reparto: al haber mucha menos gente en nuestros principales puntos de distribución, nuestros repartidores darían muchos menos ejemplares a la hora, y el coste unitario de cada ejemplar se nos desbocaría.
Aunque llevo ya una semana trabajando (a medio gas), las vacaciones se me han hecho largas. Quizás porque en los tres veranos anteriores las tuve muy cortas. En agosto de 2005 me tocó preparar las ediciones que íbamos a lanzar en septiembre (Córdoba, Bilbao, Valladolid, A Coruña y Vigo). En agosto de 2004, un rediseño de contenidos y de puesta en página del diario. En agosto de 2003, la preparación de nuestra edición de Zaragoza, que lanzamos en septiembre…
He estado en Galicia, en La Alcarria y en Almería. He dedicado buena parte de mi tiempo a dos de mis aficiones favoritas: caminar por el campo de buena mañana (algunos días en años anteriores, hasta 24 kilómetros de una tirada, este año a paso mucho más lento porque mi perra Menorca, que me adoptó el verano pasado en la isla de la que toma su nombre, me cambia rutas y se distrae y demora con cualquier disculpa: unas perdices, un corzo o un olor nuevo) y leer, leer mucho.
Las vacaciones largas son buen momento para dedicarse a un novelón. El Quijote, La regenta, Fortunata y Jacinta, Los Maia, Los miserables, algunas de Balzac o de Dickens… Este verano mis mejores horas me las ha dado Guerra y paz. Llevo 650 páginas de las casi 1.500 que tiene la edición que compré en julio, una de Planeta de bolsillo que se podía llevar a la playa.
De Tolstói no sabe uno qué admirar más, si los miles de pequeños detalles o el conjunto monumental; si su habilidad para cruzar las tramas de los Rostov, Pierre Bezújov y el príncipe Andrei Bolkonski o el engarce de los diálogos; si la habilidad para narrar una batalla de las guerras napoleónicas, una velada de la buena sociedad y una cacería o si las introspecciones en el debate interior de Bezújov o las dudas vitales de Bolkonski…
Si aún estás de vacaciones y a tiempo de afrontar algún libro como éste o los arriba citados, te recomiendo que no te dediques sólo a él, que lo alternes con algo más ligero o al menos mucho más corto.
Yo me llevé a mi veraneo el último de Andrea Camilleri sobre el comisario Salvo Montalbano, La paciencia de la araña (Salamandra), entretenido, facilísimo de leer, aunque más previsible en su desenlace que anteriores entregas de la serie; Lanzarote, de Michel Houellebecq, que me decepcionó un poco, después de haber leído hace años las mucho más ambiciosas Las partículas elementales y Plataforma; En el trineo de Schopenhauer, de Yasmina Reza, brillante y en ocasiones pretenciosa; El baile, de Irene Némirovsky, una joyita que se lee en dos horas y que os recomiendo vivamente; El reflejo de las palabras, de Kader Abdolah, una novela con la que entenderás mejor lo que está pasando ahora en Irán; la última de Eduardo Mendoza, Mauricio o las elecciones primarias, para mí decepcionante, tan lejos de las excelentes La verdad sobre el caso Savolta, El misterio de la cripta embrujada o La ciudad de los prodigios…
He leído también cosas sueltas de Menosprecio de corte y alabanza de aldea, de Antonio de Guevara, uno de mis ídolos de la literatura clásica; de la antología Poseía erótica del Siglo de Oro, donde si te gusta el género (a mí me encanta, como lector y como versificador ocasional) encontrarás cientos de perlas como el soneto que os reproduje aquí; de La seducción de las palabras, de mi amigo el periodista Álex Grijelmo, que debiera estar ya en la Real Academia Española representando al gremio; y de Jude el oscuro, de Thomas Hardy, que me parece otro de esos novelones apropiados como lectura central de un largo verano.
En fin, que me ha cundido. Ya os contaré qué tengo en mi mesilla para el otoño.
Son pasadas las 12 y la edición impresa de 20Minutos aún no se ha colgado en Internet. Sale una «página de prueva» (textualmente) en catalán. Esto no es serio ):
30 noviembre -0001 | 00:00
Pues si no te gustó «Lanzarote» de Houllebecq, ni te acerques a «La posibilidad de una isla». Qué grande Tólstoi.
03 septiembre 2006 | 14:43
Yo estoy con La Montaña Mágica, sin interrupciones ligeras.Cada día que no leo Guerra y Paz, Ana Karenina, la Regenta, Madame Bovary, Cumbres Borrascosas o el Ruido y la furia las echo de menos. Me retiraría para aprendérmelas de memoria.Me gustaría leer la crítica de la novela española que contabas un día por aquí, que decías que el tío no tenía reparos en criticar abiertamente aquien fuera.¿Podrías repetir el título y el autor.Mil graciasJavier
03 septiembre 2006 | 16:18
Arsenio:Gracias por escribir hoy (domingo) más largo que de costumbre. Ya me siento mejor, después de los rollos que me marco de casi dos folios y que (con razón) tanto me criticáis.Copio y pego este comentario tuyo para la posteridad y paraacercarme con él a la Casa del Libro.Aunque en Internet el espacio no tiene límite (pero sí la paciencia del lector), me gusta qeu escribas largo, cuando es para recomendar tus lecturas favoritas. Ya no sabía qué leer.Javier (n)Como imagino a nuestro Arsenio enfrascado en la elección de la foto más heroica (o tierna) para la portada del 20 minutos de mañana (¡qué buen día para volver!), responderé a tu pregunta por aproximación.Si no recuerdo mal (porque suelo leer lo que él recomienda, aunque sea por segunda vez) se refería a dos criticones irreverentes de aupa. Uno se llama Antonio Orejudo, profesor de Literatura de la Universidad de Almería. La novela en la que pone a parir -con gracia, talento y no poca erudición encubierta- a todos los grandes de la Generación del 27 se llama algo así como «Fabulosas narraciones por historias» o «Fabulosas historias por narraciones». El otro se llama Reig -el autor del capitan Carpeto- y su última novela… es … no puedo acordarme.Estoy seguro de que Arsenio te responderá de memoria.Saludos a todos desde el blog de al lado, el de los textos largos.JAMS
03 septiembre 2006 | 16:48
Javier (n)La memoria me falla, pero el archivo de 20minutos.es es casi infalibe. El libro que nos recomendó Arsenio de Rafael Reig se lama «Manual de Literatura para Caníbales»Este es el enlace:https://blogs.20minutos.es/arsenioescolar/post/2006/04/29/seis-lib…Que los disfrutes.JAMS
03 septiembre 2006 | 16:53
Un millón de gracias JAMS, (Mil veces más que a Arsenio)Qué horas de estar aquí, de leer y de escribir.No sabía cómo buscarlo porque no recordaba nada del título.Ya te dije un día que tus comentarios me dejan sin palabras. Me maravillan tus comparaciones de los «adverbios» :-) No las hagas más cortas. Lo único que me gustaría es que fueran más estrechas, para que apareciera lacolumna de la derecha, con los últimos tíulos y los últimos comentarios, que en tu blog no se ven.Yo también soy del blog de al lado. Frecuento el de Saco, que nos pegamos más y es divertido.un saludoJavier
03 septiembre 2006 | 17:03
Perdón por el off-topic, pero es que lo de hoy lo merece. Arsenio, ¿cómo permites que el analfabeto funcional con ínfulas de literato que es Rafael Fernández ejerza de crítico de cine en su/tu blog?? Una cosa es que divague sobre sus sesiones de onanismo y escriba chorradas pseudofilosóficas sobre su ya no tan (gracias al sueldo que le pagas) miserable vida. Y otra que se permita opinar de cine sin tener ni pajolera idea. Como de costumbre, a su proverbial ignorancia se suma el hecho de que escribe como un alumno de los de «necesita mejorar» de primaria. Y no lo digo por el contenido de la crítica porque no he visto la película ni tengo especial interés en verla. Pero hombre, puestos a pagar a alguien por escribir aquí, invierte en una persona que entienda de cine. Te lo agradeceremos. Y el eZcritor, que siga con sus chorradas. Que hay público para todo.
03 septiembre 2006 | 19:17
Llo e releido ¨Historias del Cronen¨ y voi haber si me da tienpo ha reler la del Prozac de la Echebarria.
03 septiembre 2006 | 22:14
Este coloquio parido entre Arsenio, Javier n y Jams, bien parece sacado del Quijote, a la usanza del buen castellano.Eso del caminar me ha agrado mucho, yo por el campo de noche, entre esos cementerios del norte que solo reciben a 20 o 30 almas, con linternas y no sola por supuesto. Una vez que alguien te anima, es de lo más irremediable el entrar para averiguar quién yace, lo que más vence es mirar los años. La primera vez quede fuera, pero sola en el camino comarcal da más entera… el miedo compartido es mejor.Bueno mi entradilla no vale, parece que hago pelotas, que toy con Sancho ahora( por supuesto que jamás me le he leído entero, solo a trozos, pero con la edad le cojo la gracia castellana, esta sabiduria popular de mi pueblo, resabios golpeados en ese frio invernal y calor desaforido)y espero que los castellanos no tengamos más que dar por bueno lo malo, y llamarnos necios y mesetarios al mismo modo que Sancho para recibir migajas altaneras. Para que Quijote le responda: gañan, faquín, belitre… socarrón de la lengua viperina.No se a que viene esto, solo es que no me gusta alabar por arriba, que ego ya sobra, solo leí lo de andar y me prestó.
03 septiembre 2006 | 22:28
No digo que me parece malo… me gusta Arsenio porque es muy tranquilo, el mejor de los blogs… y bueno decía en ser bueno el dialogo entre los tres… no deseaba decir que era malo, lo que ocurre que no leo dos veces lo que escribo y luego quedan cosas que parecen pero no son… retiraba lo de que me parecía que era bueno porque se supone que ya os lo dicen, y ya tenéis ego, y no vale ya penas renombrar lo ya renombrado » Lo que no se nombra no existe» y como ya existís, pues es holgado el decirse de nuevo en los otros
03 septiembre 2006 | 22:32
Plumilla cuentamé¿ qué sueldo es en recibir el ezquitor? será el de todo periodista de periódico o incluso menos, por solo tener el blog, aunque puede que necesite todo el día para pegar un poco de porno. No me fijé bien en lo pornográfico hasta el otro día, y me arrepentí a medias de aconsejarle para como publicar… pero bueno así es la vida, si eres leído todas las mañanas en el metro puedes acabar publicado… auque yo le reconozco un mérito que aún yo no soy capaz: Es extremadamente sincero, habla de él y por eso triunfa, porque es el esteriotipo de todo tío. El lado sexual de un tío, como Quijote y Sancho es las dos vertientes del algún hombre. Eso de ser tan sicero no se si lo tiene más fácil por ser tío, o está loco, colgado, es un enfermo, guarro, pervertido, sacauntes de las tías, etc; pero cuando más franco más exito, aunque uno es lo que escribe, siempre es de tanta sutileza como para no atar cabos, cabos que te suban a crucifijarte.Por un lado no le soporto, por otro me gusta esa falta de cortesias, esa marrana falta de cuidado para la sensibilidad femenina. No se puede contar en cuán número entran los tíos y las tías para leerlo, pero sospecho que todo machos.
03 septiembre 2006 | 23:38
Pero claro que conste que no le leo y que no me gusta… lo importante no es lo que gane( quién sabe si le vemos con los años en un informativo)es que es leido, como la señorita jones… que comenzó siendo columna de periódico con un régimen de adelgazamiento… cuando las miserias se muestran nace la empatia a los ocho de la mañana o de la noche al regresar con las campanadas.Y claro es tanta la gente que habita el mundo, que es tan raro que tu o tus gustos, vayan a ocupar en lugar de cada asiento del metro cada lugar del asiento de una columna de relatos o cine, que solo queda eso de envidiarlo. Pero bueno puede que con el papel electrónico, todo sea yo que sé… espero que el papel no me lo quiten… pero bueno, de todas las maneras está el quédiario y ya no sé lo que estoy diciendo…Bueno Buena Cama.
03 septiembre 2006 | 23:51
14 ediciones ediciones. Para una cosa que hace y la hace mal. Rectifique su texto, por favor.
17 septiembre 2006 | 18:52