Las fotos de algunos candidatos del 22-M están tan retocadas, tan pasadas por el Photoshop, que falsean gravemente la imagen real del fotografiado. “Es excusable, lo hace por coquetería”, me dice una dirigente socialista sobre una dirigente del PP. “Es dar gato por liebre; se le engaña al votante”, dice otra, que incluso habla de “publicidad engañosa”.
Me he ido a Autocontrol, la asociación creada en el año 1995 por anunciantes, agencias y medios de comunicación para velar por una publicidad “veraz, legal, honesta y leal”. No hay caso: en su Código de Conducta Publicitaria se fijan unas normas deontológicas, pero se añade en el Artículo 1: “No serán de aplicación a la publicidad política”. ¿Ésta no ha de ser veraz, legal, honesta y leal?
¿Y las promesas electorales? ¿Son de obligado cumplimiento? Pues tampoco. En 1986, gobernando el PSOE de Felipe González, el cantante Lluis Llach los demandó por “incumplimiento de contrato” por no haber satisfecho la oferta electoral de que España saldría de la OTAN. El juez desestimó la demanda, al considerar que no existía legislación aplicable al caso. Seguimos sin ella. La legislación la hacen los políticos, y prometer y no cumplir sale gratis. En estas vísperas electorales, hemos hecho en 20 minutos y 20minutos.es un repaso de promesas de 2007. Muchísimas incumplidas, de todos los partidos. Mejor no poner mucha fe en las de ahora.
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La publicidad política no es engañosa
La batalla manchega, clave para PSOE y PP
Castilla-La Mancha se perfila como el lugar que el 22-M arroje una señal política más relevante. Los dos grandes partidos se juegan allí mucho más que un gobierno autonómico. Si el PP le quita en esa comunidad el poder al PSOE, que lo tiene desde hace casi tres décadas, parecerá que el cambio de ciclo electoral es irreversible, que España entra en unos años de dominio conservador. Si el PSOE mantiene la plaza, los socialistas recuperarán impulso para sus primarias y para las generales de 2012 y se abrirá una fisura grave en el PP, que ha enviado a la batalla a la número 2 de Rajoy, Dolores de Cospedal, y sembrará incluso dudas sobre las posibilidades electorales del líder del PP en 2012.
Vistas las tripas de las encuestas, todo puede pasar en la batalla manchega.
– Que el PP gane con holgura en votos y en escaños en cuatro provincias (Toledo, Albacete, Cuenca y Guadalajara) y de modo más apretado en Ciudad Real, feudo de José María Barreda, el actual presidente socialista.
– Que empaten en escaños en las cuatro provincias que tienen un número par y gobierne el que gane Ciudad Real, que adjudica 11.
– Que el PSOE gane por un escaño en Ciudad Real, pero que el PP le saque 2 en Guadalajara y empaten en las otras tres provincias, con lo que gobernaría el PP.
Puede pasar, incluso, que el PP gane en votos totales, pero que el PSOE logre un escaño más (el de Ciudad Real) y gobierne.
La suerte no está aún echada. La marcarán los 5 días de campaña que les quedan a los partidos para movilizar a los indecisos. Y por lo que se ve en las encuestas, aún hay muchos.
Hay votos de primera y de segunda
Tras las últimas elecciones generales, en 2008, hubo una agria polémica. Cada ciudadano había tenido derecho a un voto, pero unos votos rendían mejor que otros. A IU le costó cada escaño unos 481.000 votos. A UPyD, 303.000. A BNG, 104.500. A ERC, 99.000. A CC, 82.000. A CiU, 70.300. Al PP, 66.500. Al PSOE, 65.500. A Na-Bai, 62.000. Y a PNV, sólo unos 50.000 votos. ¿Es esto democracia?, clamaban muchos. ¿Es aceptable que nuestra ley electoral fomente desigualdades tan flagrantes? Durante la legislatura ha habido atisbos de reforma electoral, pero no nos engañemos: la reforma encaminada a aumentar la proporcionalidad entre el voto de los ciudadanos y la representación que dan a los partidos no les conviene a ninguno de los dos grandes, PSOE y PP. Viven en un oligopolio, no facilitarán la entrada de otras marcas competidoras en el mercado del voto y del escaño.
El 22-M, habrá nueva polémica. Muchos votantes se quedarán sin representantes. Algunos parlamentos autonómicos (Castilla y León, Castilla-La Mancha, quizás Murcia y Extremadura…) serán bipartidistas, con PSOE y PP. A las dos formaciones estatales menores -IU y UPyD- les costará mucho entrar. Y entrarán fácil, por contra, los nacionalistas con voto muy concentrado en sus territorios: CC, PRC, UPN, UPL, PR, PAR, CHU, Na-Bai…
¿Qué es más justo y más democrático? ¿Incrementar los mecanismos de proporcionalidad, y que no haya votos de primera y de segunda y sí más partidos parlamentarios? ¿Seguir con el sistema actual, primando a los grandes, lo que facilita la gobernabilidad y la estabilidad de las instituciones? ¿Gobiernos monocolor, muy estables y responsables de sus actos, pero que pueden tender a gobernar sólo para su parroquia? ¿Gobiernos de coalición, fruto de diálogo y pacto, pero poco eficaces y poco responsables porque cada componente se acuse mutuamente de los errores?
Los indecisos, esperanza última del PSOE
En las últimas horas, he visto a algunos dirigentes socialistas más animados sobre las elecciones, y a algunos del PP menos exultantes. Unos y otros creen que las previsiones catastróficas para el PSOE de algunas encuestas recientes puede que no se cumplan en su integridad el 22 de mayo. Las dos semanas de campaña tendrían un efecto beneficioso para el PSOE y perjudicial para el PP. ¿De dónde sale esa nueva impresión? De que entre los indecisos, entre los ciudadanos que cuando fueron encuestados aún no habían decidido a quién votarán, hay muchos más votantes de 2007 del PSOE que del PP.
En efecto, los cruces por recuerdo de voto de las encuestas del CIS de la semana pasada, por ejemplo, son contundentes en todas las comunidades. Dos casos, ambos en autonomías donde el Gobierno futuro se decidirá previsiblemente por muy estrecho margen de votos y de escaños. Entre los indecisos de Aragón, el 35% votaron al PSOE en 2007 y el 23% al PP. Entre los indecisos de Castilla-La Mancha, el 22% votó PSOE y el 15% al PP. La diferencia es similar en las 13 comunidades autónomas que ahora celebran elecciones, las gobierne el PSOE o el PP. Puedes comprobarlo aquí. En todas ellas, el partido de Zapatero tiene más antiguos votantes movilizables que el partido de Rajoy.
La movilización de ese electorado indeciso va a ser el objetivo principal, por tanto, de las campañas de unos y de otros, sobre todo de la de los socialistas. Las encuestas dan empate técnico en muchas comunidades. Gobernará finalmente quien convenza a un mayor número de sus afines para que acudan a las urnas el 22-M. Si el PSOE logra acercar su movilización a la del PP, aunque no la iguale, no perderá algunos de los feudos que, según las encuestas, tiene ahora en peligro.
Las diputaciones no se tocan
El 22-M hay en realidad dos tipos de elecciones. Directas en todos los ayuntamientos, en 13 comunidades autónomas y en otras instituciones locales (Juntas Generales de cada provincia vasca, cabildos insulares…) e indirectas en unas controvertidas instituciones intermedias: las diputaciones provinciales.
Hace unos meses, en plena polémica sobre el mucho gasto público y sobre si tenemos o no demasiadas instituciones gestionando a menudo las mismas o parecidas competencias, comenzó a hablarse de una hipotética reforma de la Administración, por ejemplo así: reducir a lo bestia el número de ayuntamientos fusionando los pequeños (hoy hay 8.116), suprimir las diputaciones provinciales y repartir sus competencias entre comunidades autónomas y municipios.
Las 38 diputaciones existentes no son cosa pequeña. En 2010 manejaron entre todas casi 6.500 millones de euros, un billón largo de pesetas, que emplean sobre todo en redes de carreteras comarcales y en dar dotaciones y servicios de todo tipo a los municipios, sobre todo a los pequeños.
Pero ya no hay debate sobre su supervivencia, al menos hasta pasado el 22-M. “En las diputaciones –me comentaba hace poco sonriendo el presidente de una de las mayores-, los dos grandes partidos empleamos a muchos de nuestros cuadros. No seremos ni PP ni PSOE quienes las quitemos”. Y tanto: solo en diputados provinciales, hay 1.040.
¿Gallardón cuesta abajo?
Las encuestas del CIS del jueves pasado, que auguraban un fuerte trasvase de poder autonómico del PSOE al PP, llevaban en la letra pequeña otra noticia: un retroceso electoral y una sorprendente mala valoración de Alberto Ruiz-Gallardón, al que hasta hace poco todo el mundo consideraba el político más valioso del partido de Rajoy.
El CIS daba tres datos muy inquietantes para el alcalde de Madrid:
1º. Es el único gran barón territorial del PP que bajaría en resultados: iría de sus actuales 34 concejales a 32-34.
2º. Es uno de los dos grandes barones territoriales del PP escrutados al que los ciudadanos suspenden. Del 0 al 10, los encuestados dan a Esperanza Aguirre un 5,32; a Herrera (Castilla y León), un 5,11; a Sanz (La Rioja), 5,48; a Valcárcel (Murcia), 5,58; a Barberá (Valencia), 5,71… A Gallardón, un 4,86. Por detrás de él, sólo Camps (Comunidad Valenciana), con 4,72.
3º. Gallardón es el único gran dirigente territorial del PP en el poder que es superado en valoración por su rival socialista: Jaime Lissavetzky logra un 4,91.
¿Es irrelevante, una pájara momentánea? Quizá. Pero un experto al que he consultado cree que quizá no: “Cuando un partido va hacia arriba y una de sus estrellas va hacia abajo, algo pasa. Hay un problema y está en él, no en la marca”.
El CIS del 22-M: bueno para el PP, malo para el PSOE
El CIS acostumbra a hacer encuestas preelectorales no sólo en las elecciones generales, sino también en las autonómicas y municipales. En las celebradas en 2007, acertó bastante en sus predicciones.
Varias encuestas privadas publicadas recientemente apuntan a que, el 22 de mayo, el PSOE perderá algunos gobiernos autonómicos que hoy tiene y algunas Alcaldías relevantes. ¿Dirá lo mismo la encuesta del CIS, el organismo público de investigación sociológica? La recuperación electoral socialista, que presuntamente se estaría produciendo desde que Zapatero anunció hace un mes que no será candidato en 2012, no fue detectada en el Barómetro del CIS de abril, publicado el pasado viernes. ¿Detectará ahora el CIS alguna recuperación socialista en las autonómicas y municipales? Yo creo que no. Creo que, si se toma como referencia el Barómetro de abril, que ponía al PSOE a 10 puntos del PP en unas hipotéticas elecciones generales, la encuesta del CIS sobre autonómicas y municipales dará también una previsión mala o muy mala para el PSOE y buena o muy buena para el PP.
La encuesta debe de estar a punto de salir. El CIS tiene la buena costumbre de hacerlas públicas antes de que comience la campaña electoral, y la campaña esta vez comienza en apenas 36 horas, a las 12 de la noche de mañana jueves.
22-M Incertidumbre en Barcelona
Hace unos meses, las encuestas señalaban un cambio en Barcelona: la Alcaldía pasaría del socialista Jordi Hereu a Xavier Trias (CiU). Ahora no está tan claro. Ayer, se palpaba la incertidumbre en el debate entre los cinco candidatos –Hereu, Trias, Fernández Díaz (PP), Gomà (IC) y Portabella (UpB: Esquerra más Joan Laporta y Carretero)– organizado por 20 minutos. Hablé con los cinco candidatos, a solas y en grupo. Hay partido, dijeron varios.
Barcelona tiene 41 concejalías, luego para gobernar con tranquilidad se necesitan 21. Y tiene también una gran fragmentación de voto: de las urnas de 2007 salieron cinco grupos: PSC (14), CiU (12), PP (7) ICV (4) y ERC (4). Hace unos meses, tras la debacle socialista en las autonómicas de noviembre, alguna encuesta le daba 18 asientos a Trias y dos posibilidades de pacto: con los nacionalistas de izquierda de ERC o con el PP. Incluso podría intentar gobernar en solitario con acuerdos puntuales de geometría variable.
El PSC estaba hundido, en una previsión de 10 escaños. Hereu generaba dudas en su propio partido, pero las disipó ganando unas primarias internas, lo que le llevó a remontar hasta 12. Otras dos novedades políticas podrían estar nivelando ahora aún más los apoyos. Una, la alianza de Esquerra y Laporta y Carretero, que resucitaba a la primera y quizás frenaba algo a CiU. La segunda, mucho más relevante, los recortes en sanidad y enseñanza que está llevando a cabo Artur Mas como presidente de la Generalitat han provocado movilizaciones ciudadanas y puede pagarlos CiU el 22-M en las urnas. Ayer, en el debate, algunos de los rivales de Trias –que fue conseller de Sanidad con Pujol– se los restregaron por la cara.
Ninguno de los candidatos me contó en privado que haya encuestas recientes, pero todos actúan como si las tuvieran y dieran resultados muy apretados. Los dos grandes, PSC y CiU, creen que pueden gobernar Barcelona. Los otros tres –PP, ICV y UpB- están convencidos de que son la bisagra, la llave o una de las llaves que permitan a uno de los dos grandes sumar 21 escaños.
OTROS ANÁLISIS ELECTORALES ANTE EL 22-M
Probable drama andaluz para el PSOE
Batalla clave en Castilla-La Mancha
Incertidumbre en Baleares
22-M Probable drama andaluz para el PSOE
El 22 de mayo no habrá elecciones autonómicas en Andalucía, toca hacerlas en marzo de 2012. Eso le salva al presidente andaluz, José Antonio Griñán (PSOE), al menos por el momento. Prácticamente todas las encuestas publicadas en los últimos meses dicen que el PP lograría la mayoría absoluta, y que Javier Arenas sería el nuevo presidente. El escándalo de los ERE, el de estos días sobre el hijo de Manuel Chaves, el enfrentamiento soterrado entre Chaves y Griñán, la división del PSOE andaluz, la cascada de dimisiones de altos cargos en la Junta… probablemente llevarían hoy a los socialistas a una derrota aún más estruendosa de lo que dicen las encuestas de hace algunas semanas.
Lo que sí hay en Andalucía el 22-M es elecciones municipales, como en toda España. Pintan muy mal para el PSOE y muy bien para el PP. Los ERE, la división interna, todo lo enumerado antes seguramente les va a pasar factura a los socialistas en los comicios locales. Es muy probable que la mayor ciudad andaluza, Sevilla, cambie de manos. El alcalde saliente, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, no repite candidatura. Su propio partido lo ha relegado. El nuevo candidato socialista, Juan Espadas, tiene las cosas muy difíciles, y en privado él mismo lo reconoce. No sólo caerá, previsiblemente, el voto socialista, sino también el del socio de Gobierno municipal de Monteseirín, IU, salpicado también por los escándalos. El candidato del PP, Juan Ignacio Zoido, es un hombre populista, con mucho tirón en la calle. Se la trabaja día a día. Yo fui testigo durante un par de horas que pasé recientemente con él. Tiene muchas posibilidades de ser el nuevo alcalde.
Además de Sevilla, los socialistas corren el riesgo de perder otras ciudades relevantes, como Jerez y Jaén. Algún alto dirigente del PSOE, en Madrid, asegura en privado que pueden ganar Huelva, hoy del PP. Pero en el partido de Rajoy y de Arenas creen que no será así; que el PP conservará Huelva y, con mucha más holgura, Málaga, Granada, Cádiz y Almería; que se hará con Córdoba, hoy gobernada por IU con apoyo socialista; y que, además de las ciudades mencionadas (Sevilla, Jerez y Jaén), pueden arrebatar a los socialistas algunas otras ciudades residenciales de las conurbaciones de Sevilla y Granada. «El PSOE seguirá fuerte en las ciudades medianas del interior -me comenta un alcalde del PP-, nosotros seremos más fuertes aún en las de la costa y en las capitales de provincias y, además, cambiarán en parte de signo algunos de los cinturones rojos de las grandes ciudades. Son residentes que vivían antes en el interior y votaban socialista, y que ahora se sentirán más libres para votarnos a nosotros».
Si estos pronósticios del PP se cumplen, habrá además otro vuelco de poder en Andalucía. Será en las diputaciones provinciales. Las 8 están hoy gobernadas por el PSOE, en algunos casos apoyados en IU. Todas tienen jugosos presupuestos y son grandes viveros de clientelismo político. Si las pierde, el drama andaluz de los socialistas será completo.
OTROS ANÁLISIS ELECTORALES ANTE EL 22-M
Batalla clave en Castilla-La Mancha
Incertidumbre en Baleares
Despidos masivos en el sector público tras el 22-M
Nuestra economía va a entrar en breve, como casi siempre en primavera, en sus meses más activos. El sector turístico y, ahora en menor medida, la construcción abren su temporada alta. De ahí las recientes declaraciones de Zapatero sobre su certeza de que el paro mejorará en marzo. Pero una negrísima y parece que gorda nueva nube se está perfilando en el horizonte del empleo en España. Nos llegará a mitad de año, y puede ser devastadora.
Los planes de ajuste y de reducción de gasto, de déficit y de deuda que están elaborando las administraciones públicas, por imperativo de la vicepresidenta Elena Salgadao (y ésta por mandato de nuestros socios en la UE), van a incluir un recorte severo de empleo en comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos y otras entidades locales. Muchos trabajadores que ahora son personal laboral en esas administraciones públicas, sin plaza como funcionarios, serán despedidos; la reposición de funcionarios que se jubilen o causen baja será mínima o incluso nula; y no se descarta que algunas instituciones planteen rebaja de salarios generalizada a sus funcionarios, como la que hizo Zapatero en la Administración Central del Estado en mayo de 2010.
De los recortes apenas se va a hablar ahora, cuando estamos a dos meses de las elecciones autonómicas y municipales. Tanto los partidos que gobiernan las instituciones territoriales como los que aspiran a gobernar tras las elecciones del 22 de mayo saben que los despidos no dan votos, más bien los quitan. Pero todos están pensando en lo mismo.
Como sabéis, 20 minutos, además de la edición on line, tiene 15 ediciones impresas diferentes en otras tantas grandes zonas urbanas españolas: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Bilbao, Vigo, Valladolid, A Coruña, Asturias (Oviedo-Gijón), Alicante, Granada, Córdoba y Murcia. Yo visito cada una de las ciudades al menos una vez al año, y hablo con presidentes autonómicos, presidentes de diputación, alcaldes… y esta vez con los líderes de la oposición que aspiran a sustituirlos el 22-M. Lo mal que están las arcas de su institución y la consecuente e inevitable reducción de empleo tras las elecciones es este año el tema de conversación dominante, sea el político del PSOE, del PP o de una formación nacionalista; veterano o nuevo; sensato o insensato; pobre o muy pobre.