El pasado 13 de enero, le hice una larga entrevista a Ada Colau en las oficinas de la calle Castillejos donde se montaba Guanyem Barcelona, la marca anterior de Barcelona en Comú. La publicamos el 22 de enero, íntegra en 20minutos.es y extractada en las ediciones impresas de 20minutos.
Ya aquel día dijo Colau: «Guanyem aspira a ganar las elecciones municipales en Barcelona».
La entrevista periodística -y especialmente la entrevista política- es por lo general un género perecedero. Se marchita en poco tiempo. Pero Colau dijo en aquella ocasión algunas cosas que creo que aún tienen hoy cierto interés. Te la extracto aquí, para que conozcas un poco mejor a la en breve plazo probable alcaldesa de Barcelona.
1. Qué es política. «La política para mí es ese impulso social que tenemos los humanos de juntarnos con los otros para intentar mejorar nuestras condiciones de vida. Me parece de lo más noble que puede caracterizar a un ser humano, junto con la cultura y el arte. Lamentablemente, la política profesional ha desvirtuado la política con mayúsculas. Hay que recuperar esa política usurpada por la política profesional y por la política corrupta».
2. Los orígenes. «Lo que cambió más mi forma de ver el mundo y mi forma de actuar fue seguramente las movilizaciones antiglobalización. En 2001, se organizan movilizaciones muy grandes aquí, en Barcelona, contra el Banco Mundial. Muchas inquietudes y muchas cosas que no me cuadraban de repente empezaron a tener un relato global alternativo a la globalización neoliberal. Muchas cosas que ahora se están denunciando y que se han generalizado como crítica, por ejemplo la democracia secuestrada, se empiezan a denunciar ahí. El hecho de que hay un poder económico profundamente antidemocrático que está decidiendo, cuando deberíamos estar decidiendo los ciudadanos que vamos a votar en las elecciones».
3. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). «La Plataforma ha sido de los procesos de transformación más profundos e importantes que yo haya vivido en toda mi vida política. Las acciones en los bancos, los escraches, las recogidas de firmas… Pero más allá de todas las acciones, se han conseguido muchas pequeñas grandes victorias. Paralizar miles de desahucios, cuando era impensable al principio de la crisis. Forzar a los bancos a negociar miles de daciones en pago. Alquileres sociales. Movilizar a los jueces, que es un colectivo que habitualmente no se moviliza y no se posiciona. Conseguir el apoyo de instituciones nada antisistema como el Parlamento Europeo. Se han conseguido muchas pequeñas grandes victorias, pero la gran victoria de la Plataforma en realidad ha sido demostrar el poder de la gente. Demostrar que la gente más excluida, la más ninguneada, la más culpabilizada y criminalizada, la gente expulsada del sistema, sin trabajo, sin vivienda y encima criminalizada, tienen un poder absolutamente desconocido y casi sin límites».
4. La crisis. «Igual que durante la burbuja escuchábamos 24 horas que la vivienda era la mejor y más segura de las inversiones, en cuanto estalla la crisis empezamos a escuchar por todas partes que los españoles siempre han querido vivir por encima de sus posibilidades, que todos quieren ser propietarios. Es la estigmatización de las víctimas de la crisis por parte de los propios responsables, que son evidentemente las entidades financieras y las grandes empresas inmobiliarias. Los responsables públicos, que son los que deberían haber intervenido para corregir esa situación, empiezan a hacer una versión oficial de la crisis donde básicamente la población es la gran culpable. Ahora, después de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, después del 15M, se ha cambiado ese imaginario social y esa versión oficial. Cuando empezó la crisis, lo más difícil de todo fue que las víctimas no se percibieron como víctimas, porque realmente vivían culpabilizadas y, en lugar de pensar en protestar frente a la entidad financiera o frente al responsable gubernamental, estaban pensando en tirarse por el balcón o irse del país».
5. La repolitización de la sociedad. «La crisis también ha traído cosas buenas, ha habido una repolitización de la sociedad después de años de consumismo, de individualismo y de despolitización. La gente se ha dado cuenta de que, efectivamente, solo hay democracia si la ejercemos en el día a día y no solo votando cada cuatro años».
6. El liderazgo. «Apuesto por una forma de liderazgo distribuida y con gestión colectiva. Creo que tiene mucha más potencialidad transformadora y democratizadora».
7. Mujeres. «Estamos en una sociedad que claramente es todavía hoy machista y en la política hay muy pocas mujeres en general. Desgraciadamente es la norma, y efectivamente algo pasa si cuando somos la mitad de la población y ya llevamos décadas de democracia y de educación en paridad, en cambio esa paridad no llega a la participación en la política».
8. La mafia, en las instituciones. «Quienes han gobernado las instituciones a todos los niveles (municipal, autonómico y estatal) han gobernado beneficiando los intereses de la minoría a costa de empobrecer a la mayoría en convivencia con los poderes económicos, que son corruptos». «Quien está hoy en el Gobierno está para mantener unos intereses particulares, muy determinados. Y el bienestar de la gente, la democracia, la justicia, la igualdad les traen sin cuidado y ni siquiera se ven en la necesidad de justificarse». «Una mafia organizada, el crimen organizado, se ha apoderado de nuestras instituciones en general. ¡Hay tantas pruebas ya! Los casos de corrupción no son manzanas aisladas. Son estructurales. Es evidente que hay un problema estructural que forma parte de una forma de hacer sistemática, donde hay una minoría que utiliza los recursos públicos y la capacidad de intervención pública para un beneficio privado».
9. El soberanismo. «Las fronteras nacionales es un horizonte a superar, no a reforzar. Estamos en un mundo globalizado donde las fronteras hoy solo existen para los pobres, literalmente. La valla de Melilla es una gran demostración de eso. Los ricos y las mercancías, el dinero, no tienen fronteras y se mueve de paraíso fiscal en paraíso fiscal, sin ningún límite. Mi horizonte político es superar las fronteras en general, en Cataluña, en España y en Europa». «Está claro que hay un problema con el modelo de Estado español que heredamos de una dictadura y de una transición hecha de una determinada manera. Ese modelo se ha agotado a muchos niveles, en su nivel centralista y en su relación con las periferias y con los diferentes pueblos que componen el Estado».
10. Estado aconfesional. «Un Estado democrático es un Estado laico y aconfesional, donde no haya privilegios a ninguna confesión religiosa. Con todo el respeto por las creencias religiosas, no se trata de atacar a las creencias, pero que haya instituciones que tengan un trato de privilegio y que no paguen impuestos, que reciban un montón de dinero público sin un control democrático sobre cómo se utiliza ese dinero… eso también es un déficit democrático».
11. Podemos. «Podemos es una muy buena noticia. De todas maneras, no hay que caer en el error del fetichismo de las siglas. Aquí el protagonismo es el ciudadano, aquí quien ha pegado un golpe sobre la mesa es la ciudadanía».
12. Ni revolucionarios ni radicales. «Sin haber matado a una mosca, me han llamado terrorista. Ha habido un intento de criminalización, de demonización, de situarnos como revolucionarios y radicales, cuando en realidad se están defendiendo el Estado de derecho, se está defendiendo la democracia, se está defendiendo que no haya corrupción…».
13. Los socialistas. «Hay muchísima gente honesta que ha dado toda su vida desde dentro del Partido Socialista para hacerlo lo mejor posible y se han hecho cosas bien y se han conseguido conquistas sociales en este país. No se trata de demonizar y de decir que todo es malo, pero está claro que la forma de hacer política del Partido Socialista, en esa alianza fáctica con el Partido Popular de alternancia en el bipartidismo, hoy forma parte del problema y no de la solución». «No pactaría con el PSC. Entiendo que forma parte del problema y no de la solución. No la gente, que hay muchísima gente buena y honrada que participa en el PSC y en otras formaciones. Ahora bien, quienes han diseñado esas instituciones, quienes han protagonizado los grandes casos de corrupción, evidentemente si no hacen cambios profundos no tienen credibilidad para formar parte de la solución».
14. Ciudadanos. «Veo a Ciudadanos como un intento de modernizar la derecha. Ha habido procesos de modernización de la derecha en toda Europa que a España no han llegado, y creo que Ciudadanos es básicamente eso. Es poner a gente joven con otro lenguaje más fresco, con un discurso anticorrupción, pero que, en realidad, si rascas un poco, ves que el discurso económico es exactamente el mismo. Es derecha pura y dura neoliberal. Critica la corrupción, pero aprovecha la crítica a la corrupción para decir que hay que reducir el Estado.
15. El alcalde saliente. «Creo que es un alcalde que, aunque se ofrece como la cara más dialogante y más socialdemócrata de Convergència, es un alcalde de Convergència, y Convergència es un partido del régimen, es un partido corrupto».
Y 16. La probable alcaldesa. «No me había imaginado como alcaldesa hasta hace muy poco, pero en un contexto de revolución democrática como el actual, en un proyecto colectivo como Guanyem Barcelona, donde se han implicado centenares de personas, profesionales de primer nivel de todos los temas, ahí sí me siento perfectamente capaz para liderar ese proceso».
El texto principal de la entrevista puedes verlo aquí. Y en este otro enlace, algunos datos personales de Ada Colau.