¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

Ocho frases muy actuales de Larra

Hoy, sobre las ocho y media de la tarde, se cumplen 179 años de la muerte de Mariano José de Larra, santo laico de los periodistas españoles. Se quitó la vida de un tiro en la cabeza a esa hora del 13 de febrero de 1837, en su casa de la calle Santa Clara, de Madrid. Pocos minutos antes, su amante, Dolores Armijo, le había devuelto sus cartas de amor y le había comunicado que le abandonaba para irse con su marido a Manila, donde le habían nombrado para un cargo público. Larra era muy joven, tenía en ese momento sólo 27 años, iba a cumplir 28 pocas semanas después.

Pese a su juventud, acumulaba ya una trayectoria literaria fulgurante. A los 19 años había fundado una revista mensual dedicada a la crítica social, El Duende satírico del día. Duró poco, cinco números, la cerraron las autoridades a instancias de otro editor ofendido por sus críticas.

A los 20 años se casó con Josefa Wetoret. Fue un matrimonio desgraciado, tuvieron tres hijos que acabaron siendo casi tan famosos como el padre: Luis Mariano, libretista de zarzuelas, entre ellas El barberillo de Lavapiés; Adela, amante del rey Amadeo I; y Baldomera, banquera, que acabó en prisión por impulsar una de las primeras grandes estafas piramidales de la historia de España.

Su relación con Dolores Armijo fue muy convulsa. Unas veces huyendo de ella y otras siguiéndola, Larra emprendió un largo viaje por media Europa: Lisboa, Londres, Gante, Bruselas, París. Al regresar, fue elegido diputado por Ávila, pero no llego a sentarse en el escaño al anularse las elecciones tras el Motín de la Granja, uno de los muchos golpes de Estado de la España del siglo XIX.

Por entonces ya era el periodista madrileño más famoso y mejor pagado. Trabajaba para El Español, donde cobraba 20.000 reales al año por dos artículos a la semana. La suma era sideral: en aquella época, al autor de una comedia le pagaban mil reales.

Algunos artículos suyos se leen, casi dos siglos después, como si acabaran de salir de su acerada pluma. Nunca los firmó con su nombre, lo hizo como Duende Satírico, Pobrecito Hablador, Bachiller Munguía, Andrés Niporesas y, finalmente, Fígaro.

Sus artículos eran extensos, muy elaborados, de una prosa muy precisa, muy eficaz en la mezcla de información, narración y reflexión, y escondían frases cortas quintaesenciadas, algunos disparos como estos, tan actuales:

El corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer.

En punto a amores tengo otra superstición: imagino que la mayor desgracia que a un hombre le puede suceder es que una mujer le diga que le quiere.

Ley implacable de la naturaleza: o devorar, o ser devorado. Pueblos e individuos, o víctimas o verdugos.

El talento no ha de servir para saberlo y decirlo todo, sino para saber lo que se ha de decir de lo que se sabe.

Hay algunos hombres que no dicen lo que piensan y otros que piensan demasiado lo que dicen.

Es más fácil negar las cosas que enterarse de ellas.

Escribir en Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta.

Aquí yace media España, murió de la otra media

Quizás esta tarde, como casi todas las del 13 de febrero desde hace más de un siglo, un grupo de veteranos periodistas visiten su tumba y le recen al santo laico el padrenuestro que acaba así: «No nos dejes caer en la corrupción y líbranos de la sumisión al poder. Amén.”

PD. Según algún investigador, pocos meses después del suicidio de Lara, el barco en el que Dolores Armijo viajaba con su marido hacia Filipinas naufragó a la altura del cabo de Buena Esperanza. No hubo supervivientes.

1 comentario

  1. Dice ser Jesús Miranda de Larra

    Pues sí es cierto que hoy es un día muy especial. Acabo de llegar de la sacramental de San Justo y Larra sigue por allí con violetas y amigos que lo recuerdan. No es cierto que naufragara ese vapor y menos que Dolores viajara y muriera. Para frases y aforismos y sus circunstancias, leed mi ultima edición en editorial Casimiro: Mariano José de Larra ¡Cosas de España!
    Un gran abrazo

    Jesús Miranda de Larra
    Descendiente y biógrafo

    13 febrero 2016 | 16:02

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