¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

Archivo de diciembre, 2015

Mis caminatas recientes por el campo, en 35 fotos

Caminatas por el campo y leer libros en papel siguen siendo mis actividades favoritas en días de descanso. Mañana o pasado os contaré qué libros me llevo estos días. Mis caminatas campestres os las suelo contar en fotos en mi cuenta de Twitter. Ahora, una selección aquí de algunas recientes, para que despidas 2015 y entres en 2016 con unas imágenes diferentes:

Pasadas algunas semanas, más fotos.

Pedro Sánchez, ¿víctima de un accidente o de una estrategia?

Con la proverbial oportunidad que le caracteriza, el PSOE se ha metido estos delicados días postelectorales en una lucha interna cainita que probablemente tendrá atónitos a muchos de sus votantes y de los ciudadanos en general. «El espectáculo que estamos dando es lamentable», ha dicho Patxi López, el secretario de Acción Política del PSOE. ¡Y tanto! Tan espectáculo lamentable, que está convirtiendo al PSOE ante la opinión pública en el principal perdedor de las elecciones recientes, no siéndolo.

El 20 de diciembre pasado, hubo dos grandes perdedores: PP y PSOE. Pero una comparativa de los fríos datos indica que el principal perdedor fue el partido de Mariano Rajoy, no el de Pedro Sánchez. Respecto a las anteriores elecciones generales, las de 2011, el PP perdió 3.650.814 votos (pasó de 10.866.566 a 7.215.752), 15,91 puntos porcentuales (del 44,63 hace cuatro años al 28,72% ahora) y 63 escaños (de 186 a 123), aproximadamente uno de cada tres que tenía. El PSOE, por su parte, perdió 1.472.732 votos (pasó de 7.003.511 a 5.530.779), 6,75 puntos porcentuales (del 28,76% hace cuatro años al 22,01% ahora) y 20 escaños (de 110 a 90), aproximadamente uno de cada cinco que tenía. Comparadas todas las magnitudes, es evidente que el que más ha caído ha sido el PP, que además puede haber perdido lo fundamental que se juegan los partidos políticos en unas elecciones: el poder, como bien se vio en las autonómicas y municipales de mayo pasado. Las posibilidades de Rajoy de ser investido de nuevo presidente se limitan a convencer al PSOE de que al menos se abstenga en la votación, cosa que tanto Sánchez como el Comité Federal socialista ya han descartado.

Por contra, y aún habiendo sufrido una fuerte caída de votos y de escaños, Pedro Sánchez ganó el pasado 20 de diciembre la baza -remota, eso sí- de intentar una investidura como presidente si logra acuerdos con varios formaciones… baza que algunos de sus propios correligionarios han convertido estos días con sus agitaciones en remotísima. ¿Ha sido un accidente o una estrategia? ¿Un espectáculo improvisado o guionizado desde hace semanas? ¿Casualidad o causalidad? ¿No sería precisamente esto lo que pretendían los rivales internos del todavía líder socialista: matarlo políticamente y enterrarlo cuanto antes para que no intentara ‘ganar’ el 20-D con una investidura como presidente del Gobierno?

La ley electoral pide más que nunca una reforma

El final del bipartidismo, en las elecciones del pasado 20 de diciembre, apenas ha corregido uno de los efectos perversos de nuestro sistema electoral: la baja proporcionalidad que existe entre votos y escaños, por nuestros sistema de muchas circunscripciones muy desiguales en población, y las pequeñas muy bonificadas en escaños.

Hace cuatro años, en las elecciones generales de noviembre de 2011, tanto PP como PSOE resultaron sobreprimados en el reparto de escaños. El PP, con el 44,62% de los votos, se llevó el 53,1% de los asientos del Congreso: 8,5 puntos porcentuales más. El PSOE, con el 28,7% de los votos, se hizo con el 31,4% de los escaños: casi 3 puntos porcentuales más. Al mismo tiempo, a IU y a UPyD les pasó lo contrario. IU, con el 6,92% de los votos, sólo logró el 3,14% de los escaños. UPyD, con el 4,69% de los votos, sólo tuvo el 1,4%.

Ahora, en las elecciones de diciembre de 2015, las cosas han cambiado poco. El PP, con el 28,7% de los votos, ha logrado 123 escaños, que es el 35,1% del total de escaños del Congreso: 6,4 puntos porcentuales más. El PSOE, con el 22% de los votos, ha logrado el 25,7% de los escaños: 3,7 puntos porcentuales más. Los emergentes se han visto penalizados. Podemos y sus socios, ligeramente: con el 20,66% de los votos ha conseguido el 19,7% de los escaños. Ciudadanos, aún peor: con el 13,93% de los votos, ha logrado el 11,4% de los escaños: 2,5 puntos porcentuales menos. Y para IU, la mayor desproporción: con el 3,67% de los votos sólo ha alcanzado el 0,57% de los escaños.

Hay otra manera de medir la desproporción entre votos y escaños: las papeletas que le cuesta un escaño a cada formación. Al PP, cada escaño le ha salido ahora a 58.664 votos. Al PSOE, a 61.453. A Podemos y sus marcas asociadas, a 75.210. A Ciudadanos, a 87.514. Y a IU, nada menos que a 486.470 votos.

La ley electoral pide más que nunca una reforma. Ya no vale la excusa de que el actual sistema potencia la gobernabilidad de la institución para la que se celebran las elecciones, al primar a las listas más votadas y facilitar la obtención de mayorías, aunque sea a costa de la proporcionalidad entre los votos de los ciudadanos y los escaños a que dan derecho. Ahora, con la fragmentación del voto, no hemos ganado en proporcionalidad ni hemos conservado la gobernabilidad. Si hemos entrado en un periodo de más diálogo, más negociación y más pactos, mejor que sea entre formaciones que realmente tengan una fuerza similar en votos populares y en escaños, mejor que todos los votos valgan igual, mejor que ningún votante -elija lo que elija- se sienta discriminado.

Podemos ganó al PSOE en 17 de las 25 ciudades más pobladas

Muchas encuestas y estudios previos a las elecciones del 20-D describían una fuerte batalla entre el PSOE y Podemos por el votante de centroizquierda. Algunas aventuraban incluso dónde se estaría produciendo ya un notable trasvase de votos del viejo partido fundado hace 136 años por Pablo Iglesias Posse al nuevo partido fundado hace menos de dos años por Pablo Iglesias Turrión: entre los votantes más jóvenes, entre los más formados, en las clases profesionales urbanas, en las grandes ciudades…

Los datos -no ya las encuestas- del pasado 20 de diciembre han corroborado la última de esas hipótesis: el nuevo partido de izquierdas está ganado la batalla electoral al viejo partido de centroizquierda sobre todo en las grandes ciudades. Observa esta tabla, con los votos cosechados por una y otra formación el pasado 20-D en las 25 principales ciudades españolas, desde Madrid (3.141.991 habitantes) a Jerez de la Frontera (212.876).

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La conclusión es contundente: Podemos y los asociados con que concurría a las elecciones (En Comú en Cataluña, Compromís en la Comunitat Valenciana y En Marea en Galicia) cosecharon más votos que el PSOE en 8 de las 10 ciudades españolas más pobladas, y en 17 de las 25. Es más: en el conjunto de las 25 mayores ciudades, Podemos y sus aliados sumaron 1.621.559 votos mientras que el PSOE se quedó bastante atrás, en 1.311.401. 

Los datos confirman que los grandes cambios políticos y sociales suelen comenzar en las grandes zonas urbanas, desde donde se extienden como una corriente irrefrenable a los hábitats más pequeños. ¡Tiene sobrados motivos de preocupación el PSOE en sus próximos movimientos!

En la tabla se advierten otro detalle muy significativo: entre las 25 ciudades españolas más pobladas hay cinco andaluzas (Sevilla, Málaga, Córdoba, Granada y Jerez), y en las cinco el PSOE gana aún con cierta holgura a Podemos.

«En Andalucía aportamos 1 de cada 4 diputados del PSOE en España -me decía por whatsapp un dirigente socialista andaluz la misma noche electoral-. Y sacamos aquí a Podemos 630.000 votos y 15 puntos. Ya puedes entender por qué Podemos no nos ha dado el sorpasso en España».

En las horas y días siguientes, la presidenta de la Junta de Andalucía y líder del socialismo andaluz, Susana Díaz, le empezaba a poner deberes y cautelas a su todavía secretario general, Pedro Sánchez, instándole a que reconociera su fracaso electoral, alertándolo de que no pactara con Podemos y exigiéndole que el congreso del PSOE se celebre cuando toca, en febrero, quizás para intentar ella la toma completa del poder orgánico en el viejo partido fundado hace 136 años largos por Pablo Iglesias Posse, quizás convencida de que sabe cómo frenar al de Pablo Iglesias Turrión.

PP y sobre todo PSOE, en un laberinto

La salida al laberinto formado el 20-D va a tener un alto coste en los dos partidos tradicionales: PP y PSOE. Mariano Rajoy y Pedro Sánchez se juegan buena parte de su futuro político en las próximas semanas. Si ni uno ni otro logran la investidura como presidente de Gobierno y vamos en breve a unas nuevas elecciones, les costará a ambos convencer a sus respectivas organizaciones de que han de encabezar las listas. Sobre todo, a Sánchez, al que Susana Díaz y otros rivales internos le han desatado ya las hostilidades.

Días difíciles en el PSOE, y de incertidumbres para Sánchez. Si este insiste en que no va a propiciar ni con su abstención la investidura de Rajoy o de otro nombre del PP, se le acusará desde la derecha y los poderes fácticos de haber perdido el sentido de Estado. Si cede, Podemos le pegará un enorme mordisco por la izquierda en las siguientes urnas. Si logra un Gobierno de izquierdas, serán legión dentro y fuera quienes lo sometan a estrecha vigilancia y reproche, y corre serio riesgo de quemarse con tan complicado compañero de viaje. Si no lo logra, los poderosos rivales internos lo acusarán de blando y de inhábil y lo cuestionarán como líder.

Ni con el PP ni sin el PP, ni con Podemos ni sin Podemos, parece que tengan remedio los males de Sánchez y del PSOE. Pero hay que reconocerle y agradecerle al líder socialista que haya decidido no hacer el dontancredo y jugar sus bazas mientras pueda. Audaces fortuna iuvat… a veces.

Periodismo declarativo, uno de los males de nuestro oficio

Como ya os contado en alguna ocasión anterior, escribo con cierta asiduidad en Cuadernos de Periodistas, la revista de análisis y debate sobre nuestra profesión que edita la Asociación de la Prensa de Madrid.
Mi más reciente artículo comienza así:

El periodismo declarativo es uno de los grandes males de nuestro oficio, especialmente cuando invade la información política hasta monopolizarla y convertirla casi en su único registro. Los políticos, y no solo en vísperas electorales, emplean buena parte de su tiempo cotidiano en colocarnos frases, canutazos, declaraciones, entrecomillados, ruedas de prensa y discursos varios a los diferentes medios de comunicación. En ocasiones, además, sin darnos la oportunidad de repreguntar, de pedir aclaraciones o matices o pruebas de algo que el político de turno nos acaba de colocar.

Aquí el texto íntegro.
PD. No, no os voy a contar qué diario era el de la sección España Dice.

Y los ganadores del premio Gurú 2015 son…

-¿A cómo se paga el ganador de la WhatsAppPorra 20D? -me preguntó el domingo una de mis panelistas.
-Será nombrado Gurú 2015 -le respondí.
Bueno, pues ya tenemos nuestros Gurús 2015.
Como ya os conté, el domingo por la mañana envié a políticos del primer nivel, de todos los partidos, y a periodistas que siguen la política desde una docena de medios diferentes este whatsapp:

Participa en mi WhatsAppPorra 20D. Muestra, unos 80 políticos y periodistas muy variados. Publicaré rtdo gral cierre urnas. No revelaré participantes salvo ganadores porra con su permiso. PORRA 1 % votos y escaños partido a partido. 2 Líder con más posibilidades de investidura. Gracias! Arsenio Escolar

Durante la mañana, me contestaron más periodistas que políticos. A medio día, animé la participación y les mandé a todos los que no habían contestado este recordatorio.

Venga, no te cortes! Participa. Cierro esta urna a las 19h. Y absoluto secreto de tu porra. Arsenio

Entraron en mi móvil unas cuantas porras más. Y a las 20 horas, justo cuando se cerraban las urnas, saqué las medias que me salían de cada respuesta y publiqué esto:

«El PP habría ganado las elecciones, con un porcentaje medio de votos del 27,38% y 124 diputados, seguido del PSOE (21,2%, 86 diputados), Podemos (20,7%, 67 diputados) y Ciudadanos (15,4%, 45 diputados). Izquierda Unida, según los que han participado en esta porra, habría logrado 2/3 diputados.

¿Y quién tiene más posibilidades de ser investido presidente? Muchos de mis panelistas no contestan. Entre los que lo hacen, el 72% asegura que Mariano Rajoy y el 18% apuesta por Pedro Sánchez. Y algunos mencionan a Soraya Sáenz de Santamaría…»

Como veis, el pronóstico se cumplió con una precisión muy superior a las encuestas a pie de urna que se publicaron al cierre de urnas, luego quedan proclamados Gurús2015 el conjunto de participantes en esta porra.

Además del título colectivo, algunos de los participantes son ganadores parciales por su acierto en algunos datos. Os revelo sus nombres, previo permiso suyo (como establecían mis bases):

-Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP y diputado electo, clavó el resultado en escaños tanto del PSOE (dijo 90, y 90 han sido) como de Ciudadanos (40).

-César González Antón, director de La Sexta/Noticias, acertó al detalle el resultado del PSOE (dijo 90 escaños y 22% de votos, y así fue) y se aproximó muchísimo al del PP (pronosticó 28% de votos, y fue 28,7%, y 127 escaños, y fueron 123).

-Ignacio Escolar, director de eldiario.es, que acertó en el número de diputados del PP (123).

-Luis Alegre, uno de los cinco fundadores de Podemos y secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid, que acertó el resultado de Ciudadanos (pronosticó 40 escaños, y 40 fueron).

-Fran Llorente, exdirector de los Servicios Informativos de TVE, que se aproximó muchísimo en su pronóstico a los resultados de PP (dijo 122 escaños, y fueron 123) y de Podemos (pronosticó 70 escaños, y fueron 69).

-Francisco Marhuenda, director de La Razón, que acertó con el PSOE al augurarle 90 diputados.

-Manuel Marín, director del Máster de Periodismo Abc-UCM, que también acertó con el PSOE, al augurarle 90 diputados.

-Carlos E. Cué, de El País, que acertó con los escaños de Ciudadanos (40).

Enhorabuena a los premiados, y gracias a todos por vuestra participación en la iniciativa. Visto el resultado, individual y colectivo, repetiré con el mismo panel en 2019… o en mayo/junio próximos, si tenemos nuevas elecciones.

Tras el 20-D, ahora qué en un vídeo de seis preguntas

Tras los resultados de las elecciones de ayer, ¿ahora qué? Seis cuestiones:

-¿Cómo se logra una investidura en el Congreso?
-¿Tiene posibilidades Mariano Rajoy de conseguirla?
-¿Tendría más posibilidades otro candidato del PP?
-¿Y Pedro Sánchez, el líder del PSOE?
-¿Podría llegarse a una gran coalición entre PP y PSOE?
-¿Existe la posibilidad de que haya unas nuevas elecciones en pocos meses?
Mis respuestas, en este vídeo:

Nuevo mapa y nueva etapa política

Aguantan PP y PSOE algo mejor de lo que les auguraban algunas de las encuestas, sobre todo al segundo, pero el mapa político español ha sufrido una convulsión. La España política de hoy se parece poco a la de la anterior legislatura. Se abre una nueva etapa, llena de retos y de oportunidades. Estas son algunas de las principales claves de lo que ayer pasó en las urnas

1. El PP sufre una enorme sangría de votos y de escaños. Ha perdido 3,6 millones de votos respecto a 2011, pues pasa de 10,86 millones hace cuatro años a 7,2 millones ahora. En escaños, pierde 1 de cada 3, al pasar de 186 a 123. La fragmentación del voto en el resto del arco parlamentario le dan a su líder, Mariano Rajoy, posibilidades de seguir gobernando, pero lo haría en una posición débil, sin garantías de estabilidad.

2. El PSOE también retrocede bastante, pues pasa de 7 millones de votos en 2011 a 5,5 ahora y cae del 28,76% al 22,0% en votos y de 110 a 90 en escaños. Es el peor resultado de los socialistas desde la Transición democrática, pero no tan malo como el que le auguraban la mayoría de las encuestas. Los socialistas quedan claramente por encima de Podemos en votos y sobre todo en escaños, lo que probablemente le baste a Pedro Sánchez para seguir al frente del partido y evitar el ajuste de cuentas interno que algunos barones territoriales le preparaban.

3. Podemos, uno de los grandes triunfadores. Fundado hace menos de dos años, ha logrado cosechar -con sus aliados en Cataluña, Comunidad Valenciana y Galicia- más de 5,2 millones de votos, el 20,6% de los emitidos, y 69 diputados. Su cabeza de lista, Pablo Iglesias, y sus aliadas Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, y Mónica Oltra, vicepresidenta valenciana, muy activas en la campaña, refuerzan sus posiciones de liderazgo en la izquierda y de impulso a unas nuevas políticas sociales y territoriales.

4. Ciudadanos, otro emergente emergido. Apenas un año después de saltar desde Cataluña al conjunto de España, la formación reformista liderada por Albert Rivera suma 3,5 millones de votos, casi el 14%, y logra 40 escaños, una cosecha muy valiosa en un sistema electoral que penaliza a los medianos y pequeños. Por su posición central en la escala ideológica, con capacidad de pactar hacia izquierda y hacia derecha, previsiblemente jugará un papel determinante en los pactos de la legislatura.

5. En Cataluña, mucho cambio. Aunque son elecciones muy diferentes, los resultados de ayer se parecen poco a los de las autonómicas de septiembre. En Comú Podem -el gran dominador- multiplica por 2,5 los votos que tuvo entonces, ERC supera a DiL (antes Convergencia) y cosechan por separado casi medio millón de votos menos que juntos en Junts pel Sí en septiembre, Ciudadanos pincha en casa (unos 735.000 votos entonces, 490.000 ahora)… Ese nuevo mapa, con ERC por encima de la vieja Convergencia, debilita aún más a Artur Mas y probablemente determine en breve algún cambio en el proceso secesionista.

6. Sorpresas en País Vasco y Navarra. Podemos gana en votos en la primera, aunque logra un escaño menos que el PNV, y se acerca mucho al ganador en la segunda, UPN-PP. Uno de los perdedores es Bildu, que es solo cuarto en el País Vasco -con dos escaños, como el PP- y no logra representación en Navarra. En esta última tampoco logra escaño Geroa Bai.

7. Andalucía, granero socialista, pero menos. Le aporta al PSOE uno de cada 4 diputados, deja muy atrás en la región a Podemos (a unos 650.000 votos menos), pero ha visto cómo se le acerca mucho el PP, que consigue 21 diputados por 22 los socialistas.

Y 8. El sistema electoral sigue provocando distorsiones. Al PP, cada escaño le cuesta de media unos 58.500 votos. Al PSOE, unos 61.300. A Podemos, unos 75.000. A Ciudadanos, unos 90.000. Y a la Izquierda Unida de Alberto Garzón, ¡unos 460.000!

El PP gana con 27,38% y 124 diputados, según una porra de políticos y periodistas

Esta mañana, he enviado a políticos del primer nivel, de todos los partidos, y de periodistas que siguen la política desde una docena de medios diferentes este whatsapp:

Participa en mi WhatsAppPorra 20D. Muestra, unos 80 políticos y periodistas muy variados. Publicaré rtdo gral cierre urnas. No revelaré participantes salvo ganadores porra con su permiso. PORRA 1 % votos y escaños partido a partido. 2 Líder con más posibilidades de investidura. Gracias! Arsenio Escolar

Me han contestado durante la mañana más periodistas que políticos. ¿Por miedo de estos últimos a equivocarse mucho? ¿Por prudencia? A medio día, he animado la participación y les he mandado a todos los que no habían contestado un recordatorio. Este:

Venga, no te cortes! Participa. Cierro esta urna a las 19h. Y absoluto secreto de tu porra. Arsenio

Son las 20 horas y, calculadora en mano, este es el resultado de la porra: El PP habría ganado las elecciones, con un porcentaje medio de votos del 27,38% y 124 diputados, seguido del PSOE (21,2%, 86 diputados), Podemos (20,7%, 67 diputados) y Ciudadanos (15,4%, 45 diputados). Izquierda Unida, según los que han participado en esta porra, habría logrado 2/3 diputados.

¿Y quién tiene más posibilidades de ser investido presidente? Muchos de mis panelistas no contestan. Entre los que lo hacen, el 72% asegura que Mariano Rajoy y 18% apuesta por Pedro Sánchez. Y algunos mencionan a Soraya Sáenz de Santamaría…

PD. Tómatelo todo como lo que es: una aproximación no científica al resultado real.