¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

Archivo de septiembre, 2015

Cinco batacazos electorales consecutivos del PP de Rajoy

El fracaso electoral del PP, el domingo pasado, es el quinto en menos de año y medio, y no le auguran nada bueno a la formación que preside Mariano Rajoy de cara a las elecciones generales de diciembre. Atentos al detalle de los números, que son muy contundentes:

25 de mayo de 2014. Elecciones europeas. El partido de Mariano Rajoy las gana, sí, pero pierde 2,6 millones de votos y 16,6 puntos porcentuales respecto a las anteriores europeas (pasa de 6,7 a 4,1 millones de votos; y del 42,72% al 26,09%). No hubo ninguna autocrítica, ninguna reacción interna. Ni siquiera pese a que en el PSOE, que había sufrido una caída similar (2,5 millones de votos menos, de 6,1 a 3,6 millones; y 16,3 puntos porcentuales menos, del 39,33%, al 23,01%), sí se desata una crisis que acaba con su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, sustituido mediante primarias por Pedro Sánchez.

22 de marzo de 2015. Elecciones en Andalucía. El PP pierde medio millón de votos (pasa de 1,56 millones a 1,06) y 14 puntos porcentuales (del 40,66% al 26,76%). Saltan algunas alarmas, algunas voces críticas. Aflora en toda su crudeza el viejo enfrentamiento entre la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y el vicesecretario de Política Autonómica y Local, Javier Arenas. “Tendremos que corregir lo que haya que corregir”, dice Mariano Rajoy nueve días después de la debacle, y convoca de urgencia al máximo órgano del partido, la Junta Directiva Nacional, que llevaba dos años sin reunirse. ¿Cambios, correcciones? Ninguno. Sólo un recado interno de Rajoy a Cospedal y a Arenas: «Hay que tener claros los objetivos y conviene no distraerse o dejar distraerse en asuntos cuanto menos intrascendentes o irrelevantes».

24 de mayo de 2015. Municipales en toda España. Nuevo batacazo. El PP pierde 2,4 millones de votos (pasa de 8,47 millones en las anteriores a 6 millones ahora) y pierde, sobre todo mucho poder: las alcaldías de la mayor ciudad española (Madrid), de la tercera (Valencia), de la cuarta (Sevilla), de la octava (Palma de Mallorca), de la novena (Las Palmas), de la undécima (Alicante), de la duodécima (Córdoba), de la decimotercera (Valladolid)… De las 15 ciudades más pobladas, el PP gobernaba en 10 y sólo conserva 2: Málaga y Murcia.

24 de mayo de 2015. Elecciones en 13 comunidades autónomas. Nueva caída en votos y en escaños autonómicos y, sobre todo, en poder, en presupuesto administrado (42.560 millones de euros menos): pierde los Gobiernos de Extremadura, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Aragón, Baleares y Cantabria. De las 13 comunidades que celebraban elecciones, el PP gobernaba en 10 y sólo conserva 4: Madrid, Murcia, Castilla y León y Rioja. Al día siguiente de las municipales y las autonómicas, Rajoy aún se jactaba de que las había ganado. La presión interna y el miedo al futuro, le presionan tanto que acaba anunciando grandes cambios en el partido y en el Gobierno «para antes de verano». Fueron mínimos. En el Gobierno, la salida de José Ignacio Wert para facilitarle el reagrupamiento familiar con su mujer en París; y en el partido, la incorporación de algunas caras nuevas a la dirección: Pablo Casado, Fernando Martínez Maíllo, Javier Maroto, Andrea Levy, Jorge Moragas…

27 de Septiembre de 2015. Elecciones en Cataluña. Una debacle aún mayor que las anteriores, sobre todo por su gran calado político. El PP pierde 8 de sus 19 diputados y casi un tercio de sus votos (pasa de 471.681 en las autonómicas anteriores a 348.444 ahora). Y aún peor. Por un lado, ve cómo Ciudadanos (734.910 votos) le arrebata la bandera del españolismo en Cataluña y se refuerza como su gran rival en el centro derecha para toda España. Por otro, pone en evidencia el desacierto de Rajoy, por pasividad, en su gestión del conflicto catalán: las listas independentistas suman casi dos millones de votos.

Las recientes elecciones catalanas no son extrapolables a las generales, se ha dicho repetidas veces estos días. Y quizás así sea. Pero la tendencia electoral que reflejan las últimas cinco citas del PP con las urnas y el reciente aldabonazo en Cataluña no le auguran nada bueno al partido de Mariano Rajoy para las próximas elecciones, en diciembre. A menos de tres meses, Rajoy está seriamente tocado; su rival en el centro derecha, Albert Rivera (Ciudadanos), muy crecido tras su éxito en Cataluña; y su rival en el bipartidismo, Pedro Sánchez, asentado como líder del PSOE y aliviado por la pérdida de fuelle de su competidor en la izquierda, Pablo Iglesias (Podemos).

Un resumen de las catalanas en 10 tuits

No era una broma, señor Rajoy

El 27-S deja ganadores claros. Junts Pel Sí, que gana con gran ventaja. Ciudadanos, que casi triplica sus votos y sus escaños y se destaca como segundo. Las CUP, que saltan de 3 a 10 escaños. Incluso el PSC, que evita la debacle que se le auguraba.
El 27-S deja también perdedores claros. Unió, que no entra en el Parlament. Catalunya Sí que es Pot, la suma de Iniciativa y Podemos, que logra menor porcentaje de votos que los que obtuvo Iniciativa ella sola en 2012. Y el PP, que pierde un tercio de sus votos, ve cómo Ciudadanos le arrebata la bandera del españolismo y probablemente paga el inmovilismo de Mariano Rajoy durante estos años.
¿Yel independentismo en su conjunto? Sale reforzado, pero le aparecen algunas fisuras:
-Su triunfo es insuficiente. Si Mas y Junqueras presentaban el 27-S como un plebiscito sustitutivo del referéndum que no pudieron hacer en 2014, en votos lo han perdido.
-En 2012, por separado, CiU y ERC sumaban el 44,4% del voto y 71 escaños. Ahora se quedan en el 39,6% y en 62 asientos.
-La Cataluña secesionista tiene muy distintas intensidades. En las dos provincias menos pobladas, Girona y Lleida, entre Junts y CUP suman en torno al 64% de los votos. En la de Tarragona, el 49%. En Barcelona ciudad queda algo por debajo de la media general de Cataluña (47,8%) y en las grandes ciudades del cinturón el apoyo al independentismo es muy inferior: Badalona (31,52%), L’Hospitalet (24,86%), Santa Coloma (19,2%).
-El independentismo tampoco es ni uniforme ni homogéneo entre los distintos colectivos que lo impulsan. ¿Será capaz Junts Pel Sí de formar Gobierno? ¿Con Mas de presidente?
Mas y Junqueras, en fin, no salen del 27-S con capital político suficiente como para una declaración unilateral de independencia. Pero, por otro lado, queda claro que casi 2 millones de catalanes quieren romper con España. Mariano Rajoy no debería seguir sin parpadear. No era una broma, señor presidente del Gobierno. Hablen, debatan, dialoguen.

Que la prensa proxeneta deje de serlo, no que lo disimule

Es estacional, pero no anual sino cuatrienal: cuando hay elecciones a la vista, los partidos y el Gobierno de turno se echan carreras para intentar que los periódicos que aún los tienen supriman los anuncios de contactos: los de prostitución y explotación sexual.

Ocurrió a mediados de 2011 cuando el PSOE de Zapatero agotaba sus últimos meses de Gobierno. Ocurre ahora con el PP, a tres meses de las elecciones. El ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, anunció este miércoles que el Gobierno «negociará con los medios de comunicación el impulso de códigos de autorregulación sobre la inserción de anuncios de contacto». El entrecomillado es de Efe. Dice también la agencia pública que el señor ministro «ha precisado que su departamento negociará ‘con’ los medios de comunicación y no ‘contra’ ellos de qué forma se pueden insertar los anuncios de contactos». Fin de la cita.

Desde 20minutos, donde suprimimos esos anuncios hace casi nueve años, le deseo la mejor suerte en el empeño, señor ministro. Le deseo más éxito que el que tuvieron sus antecesoras Bibiana Aído, Leire Pajín, Ana Mato… Y le recomiendo que no «negocie» «de qué forma se pueden insertar los anuncios de contactos» sino de qué forma y en qué breve plazo se pueden no insertar, se pueden suprimir. Ayudemos todos, y usted el primero, a que la prensa proxeneta deje de serlo, no a que lo disimule.

Catarata de recados económicos a Cataluña

CEOE, la Cámara de Comercio, el Cercle d’Economía, la AEB (los bancos), la CECA (las cajas), el Banco de España, la Seguridad Social… En los últimos días, diferentes instituciones del ámbito económico le han dado en público a los catalanes y al conjunto de los españoles su opinión sobre el proceso secesionista, todas ellas tratando de desalentar el voto a las dos listas declaradamente proindependentistas: Junts Pel Sí y las CUP.
Lo que les oímos estos días en público a esas instituciones se lo llevamos oyendo muchos en privado desde hace al menos tres años. Cuando se les pregunta ahora por qué no dijeron antes en voz alta su opinión y diagnóstico, contestan que por prudencia, y que callaban porque estaban convencidos de que estábamos ante un problema político que solucionarían los políticos sin esperar a que llegara tan lejos.
La catarata de posicionamientos tan tardía, tan diríase que programada día a día y en ocasiones tan admonitoria y en tono de regañina puede tener el efecto contrario al que busca. No solo no desalentaría el voto proindependentistas sino que en muchos indecisos lo estaría avivando.

Carta al alcalde de Tordesillas sobre la barbarie del Toro de la Vega

Estimado señor alcalde, José Antonio González Poncela:

Permítame que, ahora que ya se ha celebrado y perpetrado el Toro de la Vega 2015 sin que entre todos hayamos sido capaces de impedir que se maltrate y se dé muerte a Rompe-suelas, le pida por esta carta que trabaje desde hoy con su Ayuntamiento y con sus vecinos para impedir la tortura y muerte dentro de un año de otro congénere del noble animal.

El maltrato y martirio de un animal -sea un toro, un perro, un gato, un gallo, un ganso o cualquier otro- para diversión de la gente no es una tradición admisible a estas alturas de civilización, señor González Poncela. Es un salvajismo, una inhumanidad, una incultura suprema, una barbarie.

Llamarle a esa vil práctica «torneo» (DRAE: «Combate a caballo que se celebraba entre dos bandos opuestos». «Fiesta pública en que se imitaba ese combate») parece una licencia excesiva. No hay dos bandos opuestos, señor primer edil. Hay un bando o una banda numerosos (este año, de 53 individuos que han acudido de modo voluntario) y hay al otro lado un noble animal que va completamente solo y absolutamente obligado. Intentar lavarle la cara a esa práctica salvaje y cruel con calificativos como «tradición histórica», «rito cultural» o «ritual folclórico» no solo no limpia y lava, sino que además nos parece a muchos un ejercicio supremo de cinismo y desfachatez. Y declarar, como se ha hecho este año, que el resultado del presunto «torneo» había resultado «nulo» por no cumplir sus propias normas nos parece a algunos una muestra extrema de la desvergüenza. Cuéntele a Rompe-suelas que el jurado anuló la lanzada de Cachobo, a ver si el pobre astado resucita.

Con todo el respeto y consideración, señor alcalde. No permita ni una sola vez más que el nombre de Tordesillas vuelva a asociarse en la opinión pública local, regional, nacional e internacional a esos atributos negativos de la iniquidad y la barbarie. No consienta ese baldón, esa mancha, esa deshonra.

Si por turismo y reputación fuere, dispone usted en Tordesillas de muchos otros valores que poner en valor. Dispone de la reina Juana, símbolo de la mujer encadenada y explotada -pero no sometida- por su padre y por su hijo, también reyes. Del Tratado de Tordesillas, que en 1494 organizó la geografía, la política y el gobierno del Nuevo Mundo, así como de las casas palacio donde fue firmado. De la Plaza Mayor, del Puente, de la Muralla, del Monasterio de Santa Clara, de la iglesia-museo de San Antolín… De las iglesias de San Pedro, Santiago y San Juan. De los muchos balcones sobre el río Duero. De las fiestas populares de la Virgen de la Peña, del desfile de faroles. Dispone usted, señor alcalde, en fin, de tantos activos materiales e inmateriales para lanzar al mundo la Marca Tordesillas que no entenderíamos que los tuviera inactivos, inmovilizados e improductivos y al tiempo movilizara y activara el único que, a buen seguro, convertirá a la «muy ilustre, antigua, coronada, leal y nobilísima villa» que usted gobierna en la «muy oprobiosa, desvergonzada e ignominiosa capital mundial del maltrato animal».

No más Rompe-suelas vilmente alanceados y muertos, alcalde; no más cruentos y crueles Toros de la Vega. Sí más Tordesillas nobilísima; sí más cultura y humanidad.

Barcelona, menos nacionalista que el conjunto de Cataluña

Los primeros días de campaña de las elecciones catalanas ya han puesto un debate encima de la mesa. ¿Cómo hay que medir en la noche electoral el éxito o el fracaso del proceso soberanista emprendido por Artur Mas y sus aliados hace ahora unos tres años? ¿En escaños o en votos? ¿En escaños, porque al fin y al cabo lo que se elige es un Parlament formado por 135 diputados? ¿O en votos, porque, como el mismo Artur Mas proclama, estas deben ser unas elecciones plebiscitarias, una alternativa al referéndum sobre la independencia que intentó celebrar sin éxito hace 10 meses?

Si las encuestas aciertan, Mas y sus aliados en el camino a la independencia de Cataluña –incluidos no solo los que van en su lista, Junts pel Sí, sino también las CUP- tendrán el 27 de septiembre por la noche una mayoría absoluta ajustada en escaños y se quedarán bastante lejos de ella en votos.

Si las encuestas aciertan, creo que también tendremos esa noche una tercera forma de medir el éxito y el fracaso político. Haciéndolo por provincias, incluso por ciudades. Veamos por qué.

La circunscripción electoral en Cataluña es la provincia, y tiene cuatro muy diferentes en población. Una muy grande, Barcelona, con 5,5 millones de habitantes. Dos medianas, Tarragona, con 0,80 millones; y Girona, con 0,75 millones. Y una pequeña, Lleida, con 0,44 millones. Todas las encuestas están dibujando una Cataluña con un nacionalismo y un soberanismo de diferente intensidad, según las provincias.

Fijaos en estos datos, sacados del estudio preelectoral del CIS publicado hace pocos días. La suma de las dos listas proindependentistas (Junts pel Sí y las CUP) alcanza en la provincia de Girona el 57,3% de los votos y en la de Lleida el 60,5%, y un aplastante dominio también en escaños. El apoyo a la independencia es, por tanto, muy alto en las dos provincias más pequeñas.

En las otras dos provincias, Tarragona y sobre todo Barcelona, no es así. Los independentistas (Junts más las CUP) sumarían, según esa encuesta, el 41,1% de los votos en Barcelona y el 43,8% de los votos en Tarragona. En Barcelona, incluso, Artur Mas y sus aliados se quedarían muy lejos de la mayoría absoluta tanto en votos como en escaños. Con el CIS en la mano, Junts pel Sí más las CUP lograrían en la provincia de Barcelona 37 o 38 escaños, mientras que las listas no independentistas (PSC, PP, Ciutadans y Catalunya Sí que es Pot) sumarían muchos más, entre 47 y 49.

Un dato más, también muy revelador: el estudio del CIS tiene una pregunta que dice: “¿Se considera usted nacionalista catalán?”. En el conjunto de Cataluña, el 41,3% contesta que sí. En la ciudad de Barcelona, varios puntos porcentuales menos: el 38,2% contesta que sí.

Si esta dualización de la sociedad catalana en su afán de independencia se confirma el 27 de septiembre, con los ciudadanos de Lleida y los de Girona muy proclives a ella, y con los de Tarragona y los de Barcelona bastante menos, ¿sale reforzado Artur Mas en su plan o sale debilitado? ¿Tendrá Artur Mas capital político suficiente para iniciar el camino de la independencia si la principal ciudad catalana, Barcelona, no le empuja en las urnas a que lo recorra?

Algunos detalles llamativos del estudio del CIS sobre Cataluña

Además de la intención de voto, el estudio preelectoral del CIS sobre Cataluña hecho público hoy tiene mucha otra información. Te resumo aquí la que más me ha llamado la atención en una lectura reposada:
1. La situación, regular o mala. Casi una cuarta parte de los catalanes ven la situación general muy buena (2,8%) o buena 21,7%). Casi la mitad (44,3%) la ve regular. Casi un tercio la ve mala (19,6%) o muy mala (11,1%).
2. Ha empeorado en los últimos años. Respecto a hace tres años, son muchos más los que creen que es peor (39,7%) que los que consideran que es mejor (15,5%) que hace tres años.
3. Mala valoración de la gestión de la Generalitat. Suman más los que creen que la gestión de la Generalitat ha sido mala (18,6%) o muy mala (16,2%), que los que la califican de buena (23%) o muy buena (3,5%).
4. ¿Y la gestión de Artur Mas? Gran división de opiniones: Muy buena, para el 8,4%. Buena para el 24,2%. Regular para el 25,3%. Mala para el 20,1% y muy mala para el 21,5%.
5. El paro y el independentismo, los principales problemas. Cuando se les pregunta por los principales problemas, los catalanes citan mucho más el del paro (31,9%) que el de la «independencia y autogobierno» (10,4%), pero se iguala el peso de las opiniones si a este último se le suman las respuestas espontáneas como problemas de «Financiación. Pacto Fiscal. Autonomía fiscal» (9,8%), «Que no dan el derecho de autodeterminación» (7,2%) y «Relaciones con España y Gobierno central» (5,5%).
6. Alta intención de voto. La intención de ir a votar el próximo 27 de septiembre es muy alta, al menos sobre el papel. El 77,5% de los encuestados dice que lo hará «con toda seguridad» y el 14% asegura que «probablemente sí» lo haga.
7. Muchos indecisos. Más de una cuarta parte de los encuestados, el 28,7%, aún no ha decidido a quién votará.
8. El 27-S interesa mucho. El interés por las elecciones del próximo 27-S es muy alto. Los que muestran mucho (29,8%) o bastante interés (37,2%) duplican con creces a los que dicen tener poco (23,5%) o ningún interés (9,1%).
9. Ganará la lista de Mas. El 58,3% de los encuestados cree que las elecciones las va a ganar Junts pel Sí (la lista conjunta de Convergència, ERC y entidades independentistas catalanas), pero cuando se les pregunta a todos quién les gustaría que ganase son muchos menos, el 36,5%, los que responden que les gustaría que lo hiciera esa lista.
10. Baja valoración de líderes. Cuando se pide a los encuestados que le pongan nota a los diferentes líderes políticos catalanes, del 0 (lo valora muy mal) al 10 (lo valora muy bien), solo aprueba Oriol Junqueras (ERC, ahora en la lista de Junst pel Sí), con un 5,3 de nota, bastante por delante de Artur Mas (Convérgencia, ahora también en Junts pel Sí), que logra un 4,6. Los peor valorados, Inés Arrimadas (Ciudadanos), con un 3,0, y Xavier García Albiol (PP), con un 2,3.
11. Hay más no nacionalistas que nacionalistas. A la pregunta directa al entrevistado sobre si se considera o no nacionalista, casi todo el mundo se moja. Sí, 41,3%. No, 56,7%. Sólo el 1,4% responde que no lo sabe y el 0,5% no contesta.
12. Los catalanes, más a la izquierda que el conjunto de los españoles. A la pregunta «En una escala del 1 al 10 en la que 1 significa izquierda y el 10 derecha, ¿en qué punto se situaría usted?», sale una nota media de 4,0. En el último estudio del CIS al conjunto de la población española, el Barómetro de julio pasado, publicado hace apenas un mes, salía una nota media de 4,64.
Y 13. Más castellano que catalán como lengua materna. Cuando se les pregunta a los encuestados cuál es su lengua materna, el 49,2% dice que el castellano, el 43,5% que el catalán y el 4,1% que ambas por igual.

Aquí tienes el estudio al completo, por si quieres consultarlo. En las últimas páginas encontrarás al detalle la intención de voto, provincia a provincia y en el total de Cataluña, tanto en voto directo como en voto estimado por el CIS.

El gurú electoral de Rajoy se teme una caída «de forma brutal» del PP

«La crisis se ha llevado por delante a un partido de Gobierno de forma brutal y se puede llevar a otro», dijo ayer lunes en un curso de verano en la Universidad Menéndez Pelayo, en Santander, el principal asesor electoral de José María Aznar y de Mariano Rajoy durante muchos años, Pedro Arriola. Según los que lo escucharon en Santander, Arriola se refería al partido de Zapatero, el PSOE, que cayó con estrépito en noviembre del 2011, y al partido del actual Gobierno de Rajoy, el PP, que se somete al veredicto de las urnas en diciembre próximo.

El mismo diario que ahora lo cuenta, El País, contó hace menos de un mes, sin llevarlo a los titulares, que Arriola se jubilaba como gurú electoral de Rajoy este septiembre, sin esperar a las generales de final de año. «¡Qué extraño!», me comentaba al hilo de aquella noticia otro asesor electoral, más joven y menos gurú. «Nadie se jubila en vísperas de su principal cita de trabajo en cuatro años». Ahora dice El País, también en la letra pequeña, que la jubilación será en diciembre.

Si es ahora, ¿Arriola se jubila o lo prejubila su empleador, Mariano Rajoy Brey, a petición de su desde julio jefe de la inminente campaña electoral, Jorge Moragas? Si se va, ¿es porque no quiere empañar su trayectoria de bastantes éxitos con un colofón de rotundo fracaso, con esa «forma brutal» de caer el partido del Gobierno de su asesorado Rajoy que él mismo pronosticó ayer? Si lo quitan, ¿porque le ha dicho a Rajoy que le espera en las urnas de diciembre una «forma brutal» de salir de Moncloa, y el monclovita quiere librarse del mal augurio eliminando al agorero?

Si Arriola se jubila en diciembre, tras las generales, ¿porque le han ordenado en Moncloa que se quede hasta el final, sea este el hundimiento del barco o sea su llegada a puerto, aunque fuera desarbolado?

«Lo mejor sería no abrir el pico», dijo también Arriola ayer en Santander. ¿Por qué lo habrá abierto? ¿Maniobra electoral?

España, una potente fábrica de refugiados

Un repaso somero a la historia, para algunos desmemoriados. Históricamente, esta tierra en la que vivimos ha sido un gran exportador de población a la fuerza. Las guerras –muchas de ellas, civiles- y la represión política o religiosa nos han convertido en una de las máquinas de desplazados y refugiados más potente de la historia del mundo. Y desde muy antiguo: en las conquistas de Roma en Hispania en los siglos III a I a.C., en las invasiones germánicas en el siglo V, en las invasiones musulmanas en el VIII, en la reconquista cristiana del sur del VIII al XV…

Algunos episodios muy concretos, especialmente significativos, ordenados de más antiguo a más moderno (y sin recoger ninguno de la emigración económica, la del hambre, a veces también política):
-1248, Sevilla. Tras un durísimo cerco, la ciudad musulmana se rinde al rey cristiano Fernando III y acepta desalojar por completo su población en el plazo de un mes. La diáspora musulmana fue gigantesca. Parte de los desalojados fueron llevados a Ceuta en barcos, otros marcharon a pie a zonas peninsulares del reino de Granada musulmán. Cuenta una crónica de la época: “Et de los que yuan por mar et querien pasar a Çebta, eran çient vezes mill por cuenta; et de los que por tierra, que yuan para Xerez, eran trezientas vezes mill”. 400.000 desplazados y refugiados por una sola acción de guerra.
-1492. Un edicto de los Reyes Católicos expulsa a los judíos: «acordamos de mandar salir todos los judíos y judías de nuestros reinos y que jamás tornen ni vuelvan a ellos ni alguno de ellos». Se les dio cuatro meses de plazo, y se amplió finalmente en 10 días más. Salieron entre 50.000 y 350.000 personas, según distintas fuentes. Acabaron refugiados en el Norte de África, Portugal, los estados italianos, Inglaterra, Flandes, Francia, los Balcanes…
-1609. Felipe III ordena la expulsión de los moriscos del Reino de Valencia, y sucesivamente de los de Andalucía, Extremadura, las dos Castillas, Aragón… Fueron embarcados en galeras reales y en barcos particulares que tuvieron que costear los propios expulsados. Del puerto de Alicante partieron unos 30.000; del de Denia, cerca de 50.000; del Grao de Valencia, unos 18.000; del de Vinaroz, más de 15.000; del de Moncófar, cerca de 6.000… Está documentada en registros oficiales la expulsión de al menos 270.140 personas. La gran mayoría de los ellos acabaron en territorios musulmanes de Marruecos, Argel, Túnez y Turquía.
-1814. Tras la Guerra de la Independencia y la vuelta al poder de Fernando VII, miles de liberales perseguidos por la represión absolutista tuvieron que escapar a Francia o a Inglaterra.
-1936-1939, Guerra Civil. Sólo algunos detalles muy concretos. En verano de 1936, tras tomar las tropas franquistas Guipúzcoa, entre 15.000 y 20.000 se refugiaron en Francia. Entre marzo y octubre de 1937, tras otras victorias del ejército franquista en el frente norte, unas 125.000 personas más pasan a Francia. De 1937 a 1939, unos 30.000 niños son desplazados de las zonas de combates a casas particulares, colonias o instituciones religiosas de diversos países europeos: 17.500 a Francia, 5.130 a Bélgica, 3.290 a la URSS… En los primeros meses de 1939, tras ocupar Cataluña el ejército de Franco, medio millón de personas pasan a Francia en enormes filas de familias enteras que cubrían carreteras y caminos. Meses después, registros oficiales del pasaje de barcos cuantifican en casi 20.000 los exiliados que se embarcan hacia México.

Ignoro si hay un balance global de toda nuestra historia que recoja también a los desplazados de otros territorios que hemos refugiado aquí, pero a la vista de estos datos bien haría el Gobierno en ser generoso y solidario cuando negocie en Bruselas a cuántos desplazados sirios admitimos.