¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

Archivo de diciembre, 2014

Enseñanzas griegas para Podemos, PP y PSOE

Ya es oficial: Grecia tendrá elecciones anticipadas en apenas un mes, el 25 de enero próximo. Las principales instituciones europeas han debido de dar un respingo de preocupación esta mañana al saberlo. Los sondeos dicen que el ganador en Grecia será Syriza, una formación de izquierdas similar al Podemos español (aunque habría que decirlo al revés, pues Podemos apenas tiene un año de vida y Syriza se funda hace ya 10, primero como una coalición de pequeños partidos) y que, como la formación de Pablo Iglesias, aboga por una Europa muy diferente, menos sometida con sus políticas de austeridad a los criterios que imponen Alemania y la troika (Comisión Euroea, Banco Central, Fondo Monetario Internacional). Syriza la lidera Alexis Tsipras, de un perfil parecido a Pablo Iglesias: jóvenes (40 años aquel, 36 este), comunistas de militancia de origen los dos, carismáticos ambos…
En 2012, Grecia tuvo dos elecciones generales. En las primeras, en mayo, Syriza saltó del 4,6% que tuvo en los anteriores comicios (en 2009) al 16,8% de los votos. El Parlamento quedó muy atomizado, y nadie fue capaz de formar Gobierno, por lo que hubo unas nuevas elecciones, en junio, en las que Syriza pegó un nuevo tirón: se fue al 26,9%, muy cerca del ganador, Nueva Democracia, que consiguió el 29,7%. Formaron Gobierno estos, los conservadores de Nueva Democracia, apoyados por los socialistas del Pasok. Hoy el Gobierno ha caído al no ser capaz de sacar adelante en el Parlamento griego la elección de un nuevo presidente de la República.
Las elecciones griegas nos van a afectar mucho aquí, sacaremos de ellas algunas enseñanzas y quizás también tendrán algunas consecuencias. Las encuestas dicen que Syriza se puede ir ahora a cerca del 30% de los votos, y que podría formar Gobierno, si bien también hay quien considera que entre los que aseguran que votarían a esta formación hay un grupo que en realidad no lo hará, al que le dará miedo escénico, vértigo, por las consecuencias políticas nacionales y europeas que podría tener esa toma del poder por parte de Syriza. Esa misma teoría del voto volátil, fallido a última hora por el vértigo, se oye a algunos expertos aquí, en España, cuando analizan las encuestas que dicen que Podemos superará de largo el 20% de los votos en las elecciones generales, o que incluso puede acercarse al 30%. Las elecciones griegas avalarán o desmontarán esa teoría, salvando las distancias entre países.
Hay otro resultado en Grecia al que habrá que estar atentos. Todos nosotros, y especialmente Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. ¿Qué le pasará en las urnas al partido del Gobierno saliente, Nueva Democracia, y al principal partido que le ha dado apoyo parlamentario, el socialista Pasok? ¿Cómo pagarán el primero la gestión de la crisis y el segundo su apoyo, casi contra natura? ¿Animará el resultado a que PP y PSOE ensayen aquí dentro de un año una Gran Coalición, o más bien al contrario, desanimará por completo al PSOE, que ya lo está bastante?
Las elecciones griegas, por cierto, son seis días antes de la gran movilización convocada el 31 de enero en Madrid por Podemos para hacer visible su fuerza. Si el domingo 25 Syriza gana y se atisba que formará Gobierno, Podemos llegará aún más reforzado a su cita del sábado 31.

Josep Pla, quintaesenciado

«Gran helada por la noche. Nevada considerable en el Canigó. Cesa la tramontana. Como. Después de comer viene Quintà a calentarse. El frío mejora con las vaharadas del sur. Hace un año llegué a Lisboa a las siete de la mañana. Vienen Pascual y su sobrino de Llagostera, hijo de Domingo, agradabilísimo. En la cama a las once. Poco trabajo.»
Esto lo escribió Josep Pla, en su diario, hace hoy justo 50 años, el 27 de diciembre de 1964. El escritor tomó notas cotidianas de lo que hacía casi todos los días de su vida. Telegráficas, apresuradas, pero literarias. Improvisadas, pero también muy elaboradas. Destino pública ahora La vida lenta. Notas para tres diarios (1956, 1957 y 1964). Os lo recomiendo vivamente. Si no habéis leído nunca a Pla, os servirá de prólogo, de acicate. Si ya conocéis a Pla, os encantará. Es el Pla de El cuaderno gris o de Las horas, pero quintaesenciado, destilado. Sus notas las tomaba sobre agendas con el espacio tasado, muy poco para cada día del año, lo que le obligaba a resumir tanto que sublimaba su propio estilo. Hay frases lapidarias cada poco, y adjetivos deslumbrantes.
Pla, que había nacido en 1897, frisaba en esos años los sesenta de edad, y vivía solo en la masía familiar de Llofriu, cerca de Palafrugell. Habla de todo, o de casi todo…
De sexo y de mujeres. «Estoy bien en esta casa, y aquí trabajo. Tengo a mano algunos libros, tendría que casarme con una mujer joven de cuerpo bonito y no moverme nunca más de esta casa. ¡Pero estoy tan viejo y tan gastado!». «¡Qué vitalidad tiene Atenas! ¡Qué ganas de vivir! Las mujeres, fenomenales, un poco rellenitas -quizás en exceso». «Una señora joven de Delémont, en el Jura, que tiene un trasero precioso, admirablemente bien hecho». «La señorita francesa del vagón que iba a Jutlandia». «La chica rubia de 18 años». «Pienso en las mujeres que he visto últimamente. ¡Qué maravilla!». «La holandesa rubia con su padre». «He bebido mucho y en el cabaret he tenido -ante esas señoras tan bien vestidas- un momento de impaciencia». «Correspondencia con A., leída. Esta chica tiene razón. Me lo he perdido todo, he sido un borrico. La tendencia a la ternura me lleva, por huir del ridículo, a la dureza y al exceso». «Paso la noche como buenamente puedo, con momentos de obsesión sensual. Tenemos que hacer algo». «Sensualidad exacerbada -debido, sospecho, al alcohol». «El buen hotel cerca de la estación. La señora morena». «Hay cierta inquietud canicular entre el pasaje. Aunque no entraremos en el verano hasta mañana, ya circulan tres o cuatro señoritas vestidas con una ligereza admirable. La cantidad de personas que sonríen enseñando los muslos en cuanto la meteorología lo permite es fenomenal». «Erotismo de A. Persistente». «Obsesión erótica con A.». «Carta de A. Esta mujer es importante. Podría ser un paraíso para el final de la vida, que habrá sido tan poco paradisiaca». «He pensado mucho en A. El erotismo de la edad». «Gran comida. Siesta hasta las siete y media. La portuguesa». «Fiesta. Muy buen día -pero fresco. He dormido mal. Onanismo».
De literatura y de escritores. «Carta de Camilo J. Cela. Me pide colaboración para una revista que quiere hacer: Papeles de Son Armadans«. «La literatura inglesa es la única confortable». «He perdido la capacidad de lectura que tenía en la juventud. Leer es una de las cosas que más me fatigan». «Los periódicos hablan de la detención de Dionisio Ridruejo». «Leo Moros, judíos y cristianos, de Cela. Es un libro colosal que hace vomitar a cada paso. Lo alterno con Idilios, de Teócrito, que he traído de Atenas. ¡Qué contraste!». «Voy a la cama y caigo de insomnio; intento vencerlo leyendo a Plauto y a Dostoyevski». «Ridruejo es interesante, simpático y fascinador». «Ridruejo ha estado muy brillante, pero su capacidad cerebral llega a asustarme. Puede que sea el mayor defecto de Dionisio». «Foxá está gordo y asmático y me tutea». «Me cuesta dormir -pero descanso en la cama. Es horrible. Leo el teatro de Chejov». «Leo La Bruyère y miro por encima diversos números del Journal de Genève«. «Leo en la cama. Jules Renard. Cuando la clava es muy bueno. Pero cuando no la clava, no tiene término medio». «Voy a ver a Camilo J. Cela a la casa que tiene en la calle Villalonga, en El Terreno. Me recibe saltando de la cama. Parece un facineroso aborrascado». «Leídas, otra vez, las 150 primeras páginas de los Ensayos de Montaigne, alternando con alguna cabezada». «Leo a Valle-Inclán a pesar del barroquismo -a veces me gusta». «Paso del alcohol a la lectura ávida, que me sienta igual de mal». «Leo que a Cela lo han nombrado para la Academia. ¡Lo que faltaba!». «He pasado la noche leyendo el Misanthrope de Molière -y me levanto un poco cansado. Molière es un escritor fabuloso, quizás el primero de la vida moderna. El Misanthrope es el mayor documento contra el Barroco». «El diario de Kafka no es precisamente una lectura navideña. Romanticismo frenético de este escritor. Sólo habla de sí mismo». «En la cama a las nueve. Poco apetito. Sartre».
De diarios y revistas. «En cuanto a Brunet, la prensa viene superficial -nada. La decadencia es tan enorme que es ya imposible leer una nota necrológica decente». «Leo Razón y fe, la revista de los jesuitas. Quizás no haya en el mundo una publicación que incite al sueño de una forma más compacta, con menos quebraderos de cabeza. Es un soporífero profundo, mejorado por la pedantería castellana». «El New Yorker. Sensacionales los cuatro últimos artículos sobre la fundación Ford». «Lo malo del periodismo es que adocena el espíritu y lo vulgariza todo». «A la cama. Leo Le Monde y L’Exprés«. «Aparece primero Vergés. Me dice que ha comprado a Godó la mayoría de Destino».
De su salud y su obsesión por la edad. «La decadencia es visible». «Hace un mes que volví de Grecia. Estaba fuerte y magnífico. El retroceso ha sido enorme. Ahora estoy deprimido y enfermo. He pasado un mes sin hacer casi nada, bebiendo y hablando». «Es horrible. Estoy viejo… cada día soy más viejo». «Estoy envejeciendo. Estas sensaciones tan agradables, esta tendencia a la soledad, son síntomas de vejez». «Los accesos de tos de la bronquitis. Sensación de envejecimiento, de asco general y de depresión extrema». «Me temo un ataque de corazón, no sé si por los nervios de la noche o de tanto fumar».
Del alcohol. «Por el horror que me dan los borrachos me hago a la idea del horror que debo de dar a la gente cuando me emborracho». «La intoxicación de whisky es más soportable que la del mejor vino del país». «Tomo una cantidad desorbitada de alcohol». «Desde que he vuelto de viaje, el desconcierto y el alcohol me traen a mal traer». «No me sale nada. Demasiado alcohol». «Vino tinto -con Vador, Palmada, etc. Demasiado vino tinto. Llego deshecho a casa. Horrible». «Alcohol en abundancia. Anís, coñac y vino». «Vuelvo a casa con una cantidad excesiva de alcohol -quemado. Parece mentira que tenga tanto aguante». «Bebo coñac Martel en exceso». «Bebemos dos botellas de champán -lástima que sean del país- para celebrarlo». «Hace dos días que no bebo ni una gota de alcohol. Ya era hora, sospecho». «Vuelvo a casa de madrugada, saturado de alcohol y de café frío».
De sus insomnios y raros horarios. «El insomnio me produce el mismo efecto que el alcohol: taquicardia, molestia en el corazón, como si se me espesara la sangre». «Llego hecho una pena. El sueño me vence a las cinco. Mala vida, siempre la misma vida». «La masía. Me he quedado en la cama la mayor parte del día». «Me levanto a las cinco y como hacia las cinco y media». «Sólo estoy a gusto solo y en la cama». «Noche larguísima. Pesimismo. Desánimo». «Insomnio. La una, las dos, las tres, etc.». «Navidad. Decido no levantarme. Como en la cama. Canelones. Paso la tarde durmiendo».
De la censura. «Trabajar pensando en la posibilidad de que la censura lo desmonte todo es una tortura típica del país. En todos los regímenes, desde hace casi cuarenta años, he trabajado con esta limitación. ¡Qué cabronada!».
Del tiempo y la meteorología. «La tramontana me vuelve loco». «Impresión tétrica de Palafrugell, sin nadie en las calles, sin luz, con la tramontana. Hemos llegado a -8. Ha hecho mucho daño». «Las radios anuncian tramontana para mañana. Con esta noticia tomo la decisión de no levantarme». «Este año no ha hecho ni un día de primavera; hemos pasado del frío al calor bruscamente». «Viento de garbino. El silencio y la soledad de la masía. Al anochecer, cambia el viento y se entabla la tramontana». «Paso la tarde escribiendo y viendo llover». «De madrugada caen rayos y truenos». «Ayer tuvimos el día más caliente del verano: 48 al sol». «A medio camino se produce una tormenta eléctrica prodigiosa, grandiosa, llena de color y de livideces. Me gusta la lluvia. Llego empapado». «Todos los Santos. Día siniestro, sin visibilidad, ventoso y frío». «La tramontana se levanta y es fría. Al levantarme la oigo aullar en la chimenea». «El día está encapotado y triste, pero no tan cerrado como ayer. Es posible que haga más frío. Día para quedarse en la cama». «Día cuaresmal -viento de garbino fuerte, se empiezan a oír los grillos, las ranas y los pájaros. La primavera a la puerta». «Viento de garbino toda la noche. Creo que ayer oí cantar al ruiseñor desde el cuarto de escribir».
De comida. «Lubina magnífica y liebre estofada. Queso. Buen vino de Rioja». «Comida en Malva-rosa -entremeses de marisco y paella. Agradable». «Salvo ha traído un cordero de seis kilos; nos lo comemos primero con guisantes, admirablemente bien cocinado, y después, las paletillas asadas. Excelentes. Es la comilona de cordero habitual». «Arroz negro y el primer congrio con guisantes de la temporada». «Canelones, carne (de Palafrugell) con zanahorias y champán brut». «Entremeses y un entrecot inolvidable». «Cenamos costillas asadas con sarmientos». «A mediodía he comido la primera oronja del año». «Como un plato de estofado a las seis de la tarde. (…) Volvemos a cenar, una agradable sopita de apio y costillas con pimiento rojo, excelentes de pimiento». «Como caracoles con una vinagreta, excelentes».
De política. «Los periódicos dan la noticia de que cesan dos ministros. La política se anima un poco». «Me invade una gran depresión. El asco físico que me da Franco me deprime». «Tal vez sea el momento de tomar una decisión e irse de aquí. Este país es asfixiante. ¿De qué se puede hablar? No hay nada que hacer». «Las izquierdas son fáciles de manejar a base de concesiones sociales. Las derechas son insaciables y peligrosísimas». «Impresionante país de locos corrompidos por el franquismo». «Sé perfectamente que vamos de cabeza al desastre, pero no tengo ni fuerza ni juventud para decirlo en voz alta e ir a la cárcel». «Hoy hace 25 años que terminó la guerra: 25 años de paz -es decir, de miseria, de policía, de indignidad».
De religión. «Es terrible, impresionante, la destrucción que ha provocado el cristianismo en la civilización clásica. El cristianismo ha sido quizás, junto con el mahometismo, la religión que más destrucción ha causado».
De su vida casi de payés. «La lluvia de ayer ha sido muy beneficiosa y los campos están de un verde maravilloso». «Los alcornoques parecen quemados, están escuálidos de forma y color». «La masía. La siega. Es el primer año que siegan con tractor, sin animales. A lo largo de mi vida -en muy pocos años- habré visto segar con la guadaña, con animales y con tractor». «No creo que haya llovido suficiente para los nabos. Esto no tiene buena pinta». «Caen, por la mañana, unos chaparrones. Aun así se pueden vendimiar las dos viñas y, por la tarde, el trabajo está hecho. Hemos recogido 30 cuévanos de uva, 8 más que el año pasado». «Llovizna -niebla muy baja. Son las gotas que les faltaban a las habas, a las patatas y a los guisantes». «La tercera vaca que pare». «Los masoveros han traído cuatro cestos de setas. Cobro el cerdo y la cerda».
Y de las muchas ciudades que visita durante esos tres años, la mayoría como periodista. Atenas, muchas italianas y alemanas, Oslo, Estocolmo, Lisboa… y Barcelona, adonde viaja a menudo desde la masía: «Lo que menos me gusta de Barcelona es el aire, que parece que esté masticado y respirado por otros».
PD. La tan mencionada A. es, según Xavier Pla, el prologuista del libro, Aurora Perea Mené, uno de los grandes amores del escritor ampurdanés. Vivieron juntos desde 1943 a 1948, año en que separaron. Ella emigró después a Buenos Aires. Allí la visitó varias veces Pla durante los años de los diarios que ahora se publican. El desamparo que refleja Pla en sus notas cuando espera carta de ella y la carta no llega nos dan ahora una versión mucho más sensible del tantas veces huraño y áspero ampurdanés.

Podemos también disputa votos al nacionalismo

Cuatro encuestas electorales realizadas por cuatro institutos de opinión diferentes certificaban en noviembre pasado la pujanza de Podemos. Todas eran encuestas a nivel estatal, y todas presentaban a la formación de Pablo Iglesias como transversal, pescando votos en caladeros de casi todos los partidos; percibida como de izquierdas, pero adueñándose del centro; sorprendentemente más apoyada entre los ciudadanos de mayor clase social y mejor formados; y con fuerza en todos los tramos de edad, salvo entre la población de más de 65 años. Todas, también, le pronosticaban a la nueva formación política entre el 20% y el 30% de los votos, en niveles similares a los dos grandes partidos de los últimos 30 años, PP y PSOE.
«A partir de ahora, Podemos o bien se estabilizará o seguirá incluso creciendo en apoyos, a costa sobre todo del PSOE, o bien se pasará de moda y se vendrá un poco abajo, al entorno del 15% de los votos», decían hace un mes algunos expertos. Una nueva encuesta conocida hoy -esta, no estatal; sólo el País Vasco- confirma más bien la primera hipótesis, y le añade un elemento nuevo que ya se había apuntado en estudios recientes en otro territorio, Cataluña: el crecimiento de Podemos no es solo a costa de la izquierda estatal -IU y PSOE- sino también a costa de las formaciones nacionalistas, especialmente las de izquierda. Le disputa y quita electores a ERC o a las CUP en Cataluña… y a EHBildu en el País Vasco: según el Euskobarómetro publicado hoy, Podemos sería la segunda fuerza política en Euskadi, le disputaría incluso la victoria al PNV y relegaría a EHBildu a una tercera posición muy alejada. Según el estudio, si hoy se celebraran elecciones autonómicas vascas, PNV obtendría 22-23 escaños; Podemos, 21-22; EHBildu, 13-14; PSE, 10; PP, 6; IU-Ezker Anitza, 0-1; UPyD, 0-1.
«La irrupción estelar de Podemos rompe la estabilidad electoral vasca, amplía nuestro pluralismo y complica seriamente la gobernabilidad», escriben como primera conclusión los investigadores del Euskobarómetro. Y la segunda: «Estamos ante un panorama electoral excepcionalmente volátil, caracterizado por una alta movilización, sobre todo de los jóvemnes y del electorado de izquierda (por el efecto Podemos), una mayor fragmentación, una caída importante de la fidelidad de casi todos los electorados y un nivel de indecisión en torno al 25%». Y una más: «En el nuevo Parlamento a seis o siete habría una sólida mayoría de izquierda, mientras que los nacionalistas perderían la suya y las fuerzas autonomistas seguirían en retroceso».
Algunos otros datos del Euskobarómetro dignos de atención:

El informe completo puedes consultarlo aquí.

Un buen discurso al que le faltó la guinda

La crisis económica no ha acabado, la corrupción es uno de nuestros grandes problemas -pero en algunas direcciones cercanas a mí, mejor no miro-, los ciudadanos están lícitamente indignados y desencantados, necesitamos una regeneración profunda de la vida pública.
Estos han sido los principales ejes del primer mensaje de Navidad de Felipe VI. Una frase, casi al final, ha resumido casi todo: «Regenerar nuestra vida política, recuperar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones, garantizar nuestro Estado del Bienestar y preservar nuestra unidad desde la pluralidad son nuestros grandes retos».
La intervención del rey ha tenido un buen tono general medio, pero le ha faltado la guinda más esperada: una mención explícita, y crítica, a su hermana Cristina, a la que un juez mandó hace apenas 48 horas al banquillo, acusada de dos delitos fiscales. La infanta ha brillado por su ausencia en el discurso del rey.
Estas han sido algunas claves del mensaje.
– Un lenguaje muy empático y cercano: «Gracias por abrirme vuestras casas», «quiero estar a vuestro lado para compartir unas reflexiones sobre nuestro futuro».
– Una visión realista de la situación. «Vivimos tiempos complejos y difíciles para muchos ciudadanos y para España en general». «La importancia de algunos de nuestros problemas políticos genera inquietud».
– Pero «no debemos dejarnos vencer por el pesimismo, el malestar social, o por el desánimo; sino afrontar con firmeza y eficacia las causas de esos problemas, resolverlos y recuperar el sosiego y la serenidad que requiere y merece una sociedad democrática como la nuestra»
– Los ciudadanos están indignados «con toda razón» por la corrupción… «Las «conductas que se alejan del comportamiento que cabe esperar de un servidor público provocan, con toda razón, indignación y desencanto». «Debemos cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción». «Necesitamos una profunda regeneración de nuestra vida colectiva»…
– …pero ni una alusión a la infanta Cristina, ni siquiera indirecta, en las muchas palabras de Felipe VI sobre la corrupción.
– La crisis, en opinión del rey, no ha terminado. Ha hablado de ella en presente, y admitiendo que aún «produce en muchas familias incertidumbre por su futuro». La economía «continúa siendo un motivo de grave preocupación para todos. Los índices de desempleo son todavía inaceptables y frustran las expectativas de nuestros jóvenes y de muchos más hombres y mujeres que llevan tiempo en el paro». «Nuestra economía no ha sido capaz, todavía, de resolver de manera definitiva este desequilibrio fundamental». «La economía debe estar siempre al servicio de las personas.»
– Las cosas mejoran, pero necesitamos «empleos de calidad». «Las principales magnitudes macroeconómicas están mejorando y hemos recuperado el crecimiento económico y la creación de empleo. Estos datos son una base nueva para la esperanza de que, en el futuro, puedan generarse de forma sostenible muchos más empleos y, especialmente, empleos de calidad».
– Una llamada a las políticas sociales. «Debemos proteger especialmente a las personas más desfavorecidas y vulnerables. Y para ello debemos seguir garantizando nuestro Estado de Bienestar, que ha sido durante estos años de crisis el soporte de nuestra cohesión social, junto a las familias y a las asociaciones y movimientos solidarios»
– Cataluña, te necesitamos. «Desde Cataluña, se ha contribuido a la estabilidad política de toda España y a su progreso económico». «Todos nos necesitamos. Formamos parte de un tronco común». «Millones de españoles llevan, llevamos, a Cataluña en el corazón». «Me duele y me preocupa que se puedan producir fracturas emocionales, desafectos o rechazos entre familias, amigos o ciudadanos»
– España, unidad y diversidad. «Lo que hace de España una nación con una fuerza única es la suma de nuestras diferencias».
– Respetemos la Constitución… «Respetemos la Constitución que es la garantía de una convivencia democrática, ordenada, en paz y libertad».
– …¿cambiándola? «Debemos seguir avanzando en nuestra convivencia política, paso a paso, adaptándola a las necesidades de nuestro tiempo. Poner al día y actualizar el funcionamiento de nuestra sociedad democrática y conseguir que los ciudadanos recuperen su confianza en las instituciones».
-Y Juan Carlos, sólo de pasada y fríamente. La única mención de Felipe VI a su padre y antecesor en el trono, Juan Carlos I, ha sido lateral, para referirse a su abdicación, y sin ninguna muestra de cercanía. La felicitación final la ha hecho Felipe «en nombre de la Reina, de la Princesa de Asturias y de la Infanta Sofía», sin añadir a sus padres, los reyes Juan Carlos y Sofía.

Tres años de Rajoy en 10 grandes datos

El domingo pasado, Mariano Rajoy cumplió 3 años como presidente del Gobierno. El balance no es bueno para casi nadie. Los ciudadanos suspenden de modo clamoroso al presidente. En su primer Barómetro del CIS, en enero de 2012, le ponían a Rajoy una nota de 4,55, en una escala del 0 al 10. En el último publicado, en octubre de 2014, le han bajado la nota al 2,31.
En la economía -nuestro principal problema como país- algunos datos han mejorado: la prima de riesgo, el déficit, la balanza comercial, las exportaciones… Pero la mayoría de los que afectan directamente en la calidad de vida de los ciudadanos y de la sociedad en su conjunto han empeorado. Aquí va un balance en tuits recientes. No es exhaustivo (la actualización de nuestros principales datos públicos -sobre todos los económicos- deja mucho que desear), pero indica con claridad que la recuperación no ha empezado y que, contrariamente a lo que dice Rajoy, la crisis no es aún asunto del pasado.

Los recortes en la sanidad y la educación, el recorte de libertades y derechos con algunas nuevas leyes, Cataluña, la credibilidad de la política, la dualización de la sociedad… El balance en otros campos de la vida publica y de la política tampoco es bueno. Los tres primeros años de Mariano Rajoy arrojan muchas más sombras que luces.

El cuatrimestre de la corrupción, en tuits

El PSOE, de nuevo con las aguas revueltas

Hay estos días muchos nervios y tensión interna en los principales partidos. En el PP, por la corrupción, por la incertidumbre económica, por las encuestas, por los movimientos de los que están en la conspiración de que Rajoy dé paso del todo a Soraya Sáenz de Santamaría… En Podemos, por las dudas de si el caso Errejón les ha hecho daño en la reputación del proyecto, por el control de personas y bagajes en el crecimiento territorial, por si ya han tocado techo en intención de voto en noviembre pasado y ahora ya solo queda frenar la previsible caída y afianzarlo… En IU, por los líos en algunos territorios, especialmente Madrid, y por el miedo a que Podemos les siga minando. Y en el PSOE… En el PSOE son nervios y tensiones mayores, mayúsculos.
El PSOE ha vuelto estas últimas semanas a ser una jaula de grillos, con aguas tan revueltas que hay incluso quien le pone plazo de caducidad a Sánchez en las elecciones municipales y autonómicas de mayo próximo, si los resultados son malos.
La calma que llegó al PSOE tras la batalla de julio pasado por la secretaría general comenzó a quebrarse en octubre, entre otras cosas con las primeras medidas de transparencia decretadas por Pedro Sánchez -mal recibidas en algunos sectores socialistas-, y se quebró del todo con algunas decisiones y declaraciones del nuevo líder. «Ha tenido la habilidad de cabrear a todos o a muchos de los que le ayudamos a llegar», me comenta un ex alto cargo socialista.
A Sánchez le ayudaron a llegar al liderazgo del partido personalidades muy diversas. Entre ellos…
-Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía y líder del PSOE andaluz, que pesa algo así como una cuarta parte del PSOE total en militancia y en cuadros.
-José Luis Rodríguez Zapatero, ex secretario general del partido y expresidente del Gobierno, que tras dudar entre Madina y Sánchez optó por apoyar a este y, al parecer, ayudó a convencer a Díaz para que también lo hiciera.
-José Blanco, ex vicesecretario general socialista y exministro, que le facilitó a Sánchez el apoyo del aparato del partido donde aún el dirigente gallego lo controlaba.
-José Bono, expresidente del Congreso, exministro, extodo, que le cedió al novato Sánchez su rodada maquinaria de comunicación.
Pocos meses después de esos apoyos, parece que muchos de ellos se sienten ahora contrariados. A Blanco le molestó el amago que hizo Sánchez de reclamarle el dinero que le había dado el partido para su defensa en el caso Campeón. A Susana Díaz, ciertas divergencias con Sánchez sobre Cataluña, sobre cómo reaccionar al fenómeno Podemos y sobre qué hacer con Manuel Chaves y José Antonio Griñán si finalmente son imputados por el Supremo en los ERE. A Zapatero le han molestado profundamente al menos tres cosas de Sánchez: que en una entrevista dijera que entre Felipe González y ZP prefiere al primero, un tuit donde el nuevo secretario general elogiaba a Rubalcaba sobre la lucha contra ETA, y se olvidaba del expresidente, y, sobre todo, el haber abjurado de la reforma del artículo 135 de la Constitución.
Prácticamente todos los citados tienen, además, una sospecha, y la cuentan: «Miras los gestos y los posicionamientos, miras los nombres de los que se rodea y a veces parece que quien manda en el nuevo PSOE de Pedro Sánchez es… Rubalcaba»

El canon de los medios AEDE ya se cobra víctimas, incluidos ellos mismos

La nueva Ley de Propiedad Intelectual (LPI) ya se cobra víctimas en España. No me refiero a Google News, que acaba de anunciar que cierra su servicio en nuestro país. Me refiero a la libertad de prensa, a la libertad de empresa, a la libre competencia, a la innovación, a los usuarios de Internet, a internet mismo.
La LPI incluye una cláusula, la 32.2, injusta y estúpida. Obliga a los agregadores de noticias (como Google News o Menéame) a abonar dinero a los editores de prensa por enlazar sus noticias. Y a los editores nos obliga a cobrarlo, lo queramos o no. El 32.2 dice que el nuestro es un derecho «irrenunciable».
El derecho de cita es algo tan antiguo como la civilización y la cultura. El enlace es una de las esencias de Internet, del nuevo mundo de redes en que vivimos. Legislar contra eso es escupir contra el viento, ponernos palos nosotros solos en las ruedas de la historia, tirarnos en marcha del tren del futuro.
Obligarnos a los editores a cobrarle al que enlace nuestros contenidos es una aberración. Va contra la libertad de empresa. No lo digo yo, lo han dicho CEOE o la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia. Si nuestros derechos de propiedad intelectual son nuestros, ¿no podemos regalarlos o compartirlos? Los agregadores nos dan a los editores visibilidad, presencia en las redes, millones de usuarios. Algunos nos sentimos perfectamente retribuidos con eso.
El estúpido e injusto artículo 32.2 nace de un pacto entre los editores de prensa tradicionales, organizados en AEDE, y el Gobierno de Mariano Rajoy y de Soraya Saenz de Santamaría. Estos últimos querían un trato informativo al Gobierno muy cariñoso en estas vísperas electorales, y lo tienen: no hay más que ver algunas portadas y algunos editoriales día tras día. Aquellos querían un ingreso extra con el que arreglar su cuenta de resultados (y probablemente no lo van a tener) y, sobre todo, trataban de ponerle vallas protectoras a su negocio, de impedir que los nuevos medios online progresaran en visibilidad y reputación gracias a la profundidad infinita de la información en la red, vía el enlace. Todo es una expresión genuina, una vez más, de nuestra Marca España: conchabeos entre el poder y la prensa, y nada de libre mercado o libre competencia, nada que fomente la pluralidad y la libertad de prensa.
Ojo: sólo algunos de los editores agrupados en AEDE (los grandes, mientras que los medianos y los pequeños recelen) están en ese conchabeo. AEEPP, la asociación española de editores más numerosa y más representativa del sector (unos 120 asociados, más de mil cabeceras) y de la que soy presidente, se ha posicionado desde el primer día contra el canon AEDE o tasa Google, tanto directamente desde nuestra asociación como desde la Coalición Prointernet y hemos estado muy activos denunciando este atropello en todas las instituciones, incluidas las europeas.
Creo que está historia no ha escrito aún su capítulo final. El cierre de Google News y el probable cierre de otros servicios similares lo van a pagar los usuarios con su tiempo y lo vamos a pagar todos los medios, los tradicionales y los nuevos. Nuestro visibilidad en la red se reducirá, nuestro tráfico también, nuestros ingresos probablemente también… Veremos lo que tardan algunos editores tradicionales -autovíctimas de su propia iniciativa- en pedirle a Google que reabra su Google News.

PD. 20minutos también se ha opuesto desde el primer día a esta norma absurda. «Es una medida de incierto resultado y que puede tener incluso efectos colaterales indeseados», decíamos en febrero pasado. Ya tenemos los primeros.

La preocupación por la corrupción: de 17,7% a 63,8% en menos de dos años

Algunas cosas que me han llamado la atención en el Barómetro del CIS que se ha hecho público hoy:

‘El País’ y ‘El Mundo’ manipulan el EGM

Nuevos directores… y viejos vicios. Ayer se hicieron públicos los datos del Estudio General de Medios (EGM), la macroencuesta que desde hace más de 40 años mide cuántos lectores tiene cada diario o revista o cuántos oyentes reúne cada programa y cada cadena de radio.
La encuesta para los diarios impresos es solo una, es única. No hay una para los de pago y otra para los gratuitos. Y le pregunta al encuestado qué diario leyó ayer, mostrándole juntas todas la cabeceras -gratuitas, mixtas o de pago-. El EGM no investiga qué diarios se compran o se dejan de comprar sino qué diarios se leen. De hecho, muchísimos de los lectores de los diarios de pago no han pagado por el periódico, lo han tomado prestado de alguien en su trabajo o en su lugar de estudios, o en un bar, o directamente se lo ha regalado el editor, pues cada día distribuyen gratuitamente más ejemplares los llamados diarios de pago. Hay una prueba infalible de lo que digo: las audiencias de los diarios de pago multiplican por 5 o por 6 las tiradas, luego sólo ha pagado el periódico uno de cada 5 o 6 lectores. El resto lo ha recibido gratis, luego son lectores de lo que para ellos es un gratuito.
Los datos que se hicieron públicos ayer eran muy claros: entre los diarios de información general, El País es el más leído, con 1.612.000 lectores de media diaria (cae un 4,3% respeto a la medición anterior), 20minutos es el segundo, con 1.066.000 (-1,6%); y El Mundo es el tercero, con 1.006.000 lectores (-2,5%).
Pues bien. Hoy, en sus ediciones impresas, tanto El País como El Mundo (muchos otros más pequeños también lo hacen, esto de mentir en lo nuestro está muy extendido en nuestra vieja prensa) borran de la tabla a 20minutos. Lo he denunciado esta mañana en Twitter, mostrando las páginas.

Con sus antiguos directores, Javier Moreno y Pedro J. Ramírez, ya lo hacían. Yo protestaba aquí y les llamaba a ellos por teléfono o les mandaba algunas veces cartas, correos, sms… para decirles, cariñosamente -tengo una buena vieja relación personal y profesional con ambos, hemos coincidido en proyectos anteriores-, que lo que hacían era mentir, era engañar a los lectores. Pedro J., tan amante de la verdad para otras cosas, no me hizo ningún caso. Javier, un poquito: le envié en una ocasión un correo enumerándole los artículos del Libro de Estilo de El País que incumplía su información, y su reacción fue poner, a partir de entonces, una nota mínima a cuerpo pequeño en la tabla del EGM diciendo que se refería a los diarios de pago.
Hoy, hasta esa minúscula nota ha desaparecido de la tabla de El País.
También con Antonio Caño -director de El País desde hace medio año- y con Casimiro García Abadillo -director de El Mundo desde hace 10 meses- tengo una buena relación personal, y hemos estado juntos en algún proyecto profesional.
Queridos Antonio y Casimiro: Enmendad ese error reiteradísimo de vuestros respectivos antecesores. En el mundo actual de la información, tan abierto todo, tan contrastable, tan comprobable, estas cosas ya no cuelan. El lector pesca muy rápido cualquier sesgo o manipulación. Si el lector nos ve poco fiables cuando hablamos de nosotros mismos, ¿se preguntará si somos fiables cuando informemos de cualquier otro asunto? Si pedimos -con razón- transparencia y ética a todos los agentes de la vida pública, ¿no debemos empezar por nosotros mismos? Si estamos tan preocupados -también con razón- de la crisis del periodismo, ¿no debemos dejar de hacernos trampas?