¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

Aquella tarde remota en que mi abuela me llevó a conocer a García Márquez

Muchos años después, aún recuerdo aquella tarde remota en que mi abuela Ifigenia me llevó a conocer a Gabriel García Márquez.
Mi abuela, que había nacido en 1891, era una mujer menuda, autoritaria, culta y extremadamente religiosa. Dividía su tiempo entre sus lecturas piadosas y profanas, los rezos y el gobierno de su casa y de las del resto de la familia. Tenía una capilla privada en una iglesia de un pueblo de Burgos y una mediana biblioteca -heredada de un tío cura- con un libro del siglo XVI, varios del XVII y docenas del XVIII y del XIX.
Al final de su vida se quedó ciega. Pasaba las horas sentada en un gran sillón, toda de negro, la espalda recta, el moño recogido, un rosario en una mano y un bastón en la otra, y me pedía a menudo que leyera un rato en voz alta para ella.
Un día –tendría yo unos 16 años- me dijo que la habían hablado (¿quién, lo habría escuchado en la radio?) de una novela que se titulaba Cien años de soledad y me ordenó comprarla. Por la tarde comencé a leérsela: «Muchos años después, ante el pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre le llevó a conocer el hielo…”.
Cuando apenas llevaba unos minutos de lectura, mi abuela golpeó dos veces el suelo con el bastón, dos golpes secos y contundentes, y dijo: «No sigas, hijo. Está muy bien escrita, pero es profundamente inmoral”.
Yo no había advertido la inmoralidad del texto, pero las palabras de mi abuela Ifigenia hicieron que devorara Cien años de soledad en las horas siguientes. Me impactó y me sedujo aquella novela, y me gustaron mucho La hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba o La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada; me encantó Relato de un náufrago, un gran reportaje, un excelente gran reportaje… y no me gustó nada o casi nada Memoria de mis putas tristes, un indigno colofón a su magistral trayectoria.
En narrativa en castellano, la talla de García Márquez es comparable a la de Galdós, y su impacto e influencia en otras culturas muy superior a la del canario. Se nos ha ido un grande, un grandísimo. Millones de personas que aún ni han nacido se estremecerán de placer un día aún remoto cuando algo los lleve a conocer sus libros.

P.D. Amaba tanto la literatura como despreciaba las normas de la gramática. Ya conté aquí el encontronazo que tuve con él hace ya muchos años, a finales del siglo pasado, aquel día remoto en que le corregí un texto.

8 comentarios

  1. Dice ser Joaquín

    Todos tenemos un recuerdo de García Márquez, al que leímos cuando éramos adolescentes románticos o jóvenes menos cínicos. Con tu permiso, Arsenio, me gustaría invitar a tus lectores a releer o, los más afortunados, leer por primera vez el comienzo de seis de sus grandes novelas http://cort.as/8qxM No encuentro una forma mejor de recordar por qué le queremos tanto.

    18 abril 2014 | 09:09

  2. Dice ser Lola

    Mis amigas y yo leíamos a escondidas Cien años de Soledad, era una época en que aún había escenas que nos sonrojaban.
    En la extinta U.R.S.S. clasificaron la obra como pornográfica y le eliminaron todos los pasajes un poco subidos de tono.
    G.M. fue un gran escritor, si algo no me gustaba de él fue la amistad que mantuvo con los Castro, verdugos de mi pueblo repartido por todo el orbe, pero como decía el personaje de Joe E. Brown en Some like it hot: Nobody´s perfect.

    18 abril 2014 | 17:22

  3. Dice ser Trigolimpio

    AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS DE LA CEJA
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    …Ayer me acordaba yo, a propósito de la noticia del último desfalco de millones producido en Andalucía a cuenta de los Cursos de Formación para parados, de lo bien que vivíamos con Zapatero. Aquellos sí eran buenos tiempos, no éstos. Mientras ahora todo son corrupciones, malas noticias, sindicalistas enfadados, ERE´s fraudulentos, gente sin casa, policías pegando en manifestaciones y flatos mentales sobre cómo salir de la crisis, con Zapatero (“ZP”) se vivía mejor.
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    …Para empezar no había recortes y siempre había dinero para todo: carreteras, autopistas, estaciones, aeropuertos. Se concedían paguillas al 80% de los parados, nos entreteníamos haciendo bonitas leyes civiles (la ley de la Memoria Histórica, p. e., con la que discutíamos, cerveza en mano, en los bares; el Aborto libre; el casamiento alternativo, etc.) y, aunque subía el paro, todos estábamos tranquilos porque ZP nos había prometido el pleno empleo a todos. Y quien promete… cumple.
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    …Además a todos los estudiantes nos concedían becas. Qué menos, es un derecho. No ahora con Wert. Y vaya vidorra nos pegábamos, Dios mío, con los 3000 euros del Estado. Un dinero que estiraba mucho, que daba para todo. Y, lógicamente, hacía la vida del universitario mucho más agradable y divertida. Era la famosa “Igualdad de oportunidades” para la clase media. Es decir, todos teníamos derecho a vivir como los ricos. Por eso, Zapatero nos costeaba la carrera, nos daba la oportunidad de vivir como los universitarios durante un tiempo.
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    …Aquellos sí eran años maravillosos, no éstos. Con Zapatero apenas había manifestaciones, nunca aparecían por la tele los señores Toxo y Méndez. Señal de la inexistencia de problemas. La gente trabajaba (o, al menos, no se quejaba), se respetaban los contratos, se ganaban sueldos dignos. Nunca dio motivos ZP para que le montaran los sindicatos una huelga general. Y eso tiene su mérito.
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    …Porque Zapatero era un gran tipo y aquella España era muy otra. ¿Quién no cambiaba de coche cada 2 por 3? ¿Quién no aprovechó para pedir un crédito a un banco? Simpáticos eran entonces, caray. Y además los concedían, no ahora. Porque eso sí, el ciudadano tenía otro tratamiento estuviera o no en paro. Normal, teniendo un presidente de gobierno simpático, socialista, que se desvivía continuamente por las reformas sociales (su especialidad eran los decretos-ley) y por parecerse cada vez más a un tal Mr. Bean. Y eso, a todos nos hacía reír y nos daba tranquilidad y fe en un futuro mejor. De hecho ya empezaban a verse los brotes verdes.
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    …Ahora los parados no somos nadie. Pero en su época éramos gente de postín. Recuerdo que Zapatero no consideraba desempleados a quienes hacían cursos de formación, porque estábamos, según él, “trabajando para el país”. Eso y la ayuda por desempleo nos hacía importantes y suplía con creces el tener un empleo convencional.
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    …Éramos muchos los que íbamos de curso en curso trabajando para el país. Y por aquel tiempo Andalucía se había convertido en una especie de Las Vegas en cursos para parados. Allí proliferaban las academias y los cursos para desempleados de variadísima temática: Ufología, Feng Shui evolutivo, sumiller, conductor de carretilla, curso teórico-práctico de manejo de animales exóticos, curso de experto en mediación familiar, cortador de jamón… Daba igual. El caso era matricularse, no perder la paga y, claro, trabajar para el país.
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    …Por desgracia, todo eso se fue al garete con el nuevo Gobierno. Demasiado cicatero para mi gusto. Porque con Zapatero siempre había dinero en la Caja. Además ahora surge otro escándalo de corrupción en Andalucía con motivo de los cursos para parados. Por lo visto, otra estafa piramidal de la Junta denunciada por quien sea. La enésima. Todo solamente pa’fastidiar. Con lo bien que vivíamos con Zapatero… Cachis.

    19 abril 2014 | 01:50

  4. Dice ser panchenko

    hablando de cultura, debemos felicitar a la junta de andalucia por la casi factible devolucion de la mezquita de cordoba a sus verdaderos duenios. pueblos originarios que abrazaron las religiones etnicas y llenaron de cultura y ciencia estas tierras muchos siglos antes de que las ordas fachistas las invadieran e impusieran religiones de estado a la poblacion. felicitaciones al gobierno socialista por ese acto de verdadera restitucion.

    zapatero es el guia,
    lenin el salvador.

    19 abril 2014 | 07:57

  5. Dice ser manuel

    Pues mira por donde ahora me interesa más el pensamiento de Ifigenia, tu abuela (que Dios guarde), que el de Gabo. A fin de cuentas Gabos hay bastantes, e incluso en el metro se ve todavía gente con un libro, leyendo… Poca gente he visto yo, en cambio, (no sospechaba ni que existiesen) con el rosario en una mano y un bastón justiciero en la otra. Ignoraba que hubiera existido alguien con ese sabio equilibrio, perfecto equilibrio, en sus genes.

    19 abril 2014 | 20:52

  6. Dice ser Lolita

    ¡Vaya mierda de blog!

    20 abril 2014 | 19:09

  7. Dice ser Ami

    Lo de la llamadita para hacerle ver que tenía erratas sobraba, es psicologicamente revelador…para eso está un corrector.

    21 abril 2014 | 10:54

  8. Dice ser Lucía

    Una preguntita al troll facha con multi-nicks (Trigolimpio, panchenko) que siempre escribe las mismas gilipolleces, ¿NO TE CANSAS?

    ¿te dan sobres en Génova por poner esas chorradas?
    ¿o eres tan PPatético y PPalmero de los corruPPtos que están saqueando España que lo haces incluso gratis? o.O

    23 abril 2014 | 01:39

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