¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

Archivo de febrero, 2014

Prudencia, que la economía aún está débil

El lunes 13 de enero pasado, en una comparecencia en el Congreso de los Diputados, el ministro Luis de Guindos adelantaba muy ufano que la economía española había crecido un 0,3% en el cuarto trimestre de 2013 respecto al trimestre anterior, y todo el PP aplaudía y el coro universal de aduladores del Gobierno lo recogía y amplificaba con grandes titulares y a los cuatro vientos como si hubiera comenzado a caernos maná del cielo. Dos semanas después, el jueves 23, el Banco de España insistía en el dato, +0,3%, y el ‘Gobierno ra, ra, ra’ se incrementaba. Otra semana después, el jueves 30, el Instituto Nacional de Estadística (INE) decía oficialmente lo del +0,3%, y volvía y con más fuerza el coro y el ‘ra, ra, ra’.
Ayer, 27 de febrero, el INE revisaba a la baja su dato oficial y decía que, en realidad, la economía española solo creció un 0,2% en el cuarto trimestre del año pasado, y el ministro le quitaba importancia a la revisión y el coro miraba para otro lado.
Es cierto que una décima no es gran cosa, es casi anecdótica la revisión, pero es preocupante el porqué del muy débil crecimiento: el consumo familiar mejoró, la inversión también, las exportaciones siguieren creciendo… pero el gasto en consumo final de las administraciones públicas, que había subido un 0,6% en el tercer trimestre, cayó en el cuarto una barbaridad, el 3,9%. Probablemente, por el sprint final del año de las Administraciones Públicas en su lucha contra el déficit. Es decir: porque las políticas públicas no han cambiado.
Y es preocupante también que el Gobierno y el presidente Rajoy -el martes en el debate del estado de la nación, por ejemplo- estén vendiendo la recuperación económica como si fuera pujante, generalizada e irreversible cuando en realidad aún es débil, parcial y llena de incertidumbres, y está muy lejos de notarse en la vida las personas y de generar empleo de modo consistente.
Es cierto que predicar optimismo ayuda a la confianza del consumidor y fomenta la economía. Pero con prudencia, porque pasarse de optimista genera decepciones ciudadanas tan hondas que se convierten en un boomerang de efectos imprevisibles

¿Tienes WhatsApp? ¿Cómo eres?

¿Dónde estabas cuando mataron a Kennedy? ¿Y cuando la llegada del hombre a la Luna? ¿Y cuando la muerte de Franco? ¿Y el 23-F? ¿Y el 11-S? ¿Y el 11-M? Antes situábamos a nuestros interlocutores preguntando por grandes acontecimientos públicos, muchas veces luctuosos o dramáticos.
¿A quién oíste hablar por primera vez de Google? ¿Estás en Facebook? ¿Y en Twitter? ¿Tienes WhatsApp? Ahora son hitos tecnológicos que afectan directamente a nuestra vida cotidiana y que están cambiando nuestros hábitos y nuestro hábitat los que nos dan más información sobre las personas que vamos conociendo, los que nos trazan su perfil. Hacemos todas esas preguntas que encabezan este párrafo como una forma educada de decir: ¿quién eres, cómo eres?

No vemos a Google como un pirata expoliador

Muchos nos habéis pedido estos días, por distintas vías y a diferentes responsables de 20minutos, nuestra opinión y nuestra posición sobre los planes del Gobierno de modificar la Ley de Propiedad Intelectual.
Ahí va, en este texto que hemos hecho a varias manos.
Lee, apoya, critica, aporta, completa, menea…

Crisis de Gobierno, ¿entre el 26-F y el 5-M?

Vuelve la conjetura de una inminente crisis de Gobierno. Mariano Rajoy remodelaría su Ejecutivo -según esas especulaciones- entre el 26 de febrero, fecha en que acaba en el Congreso de los Diputados el debate del Estado de la Nación, y el 5 de marzo, porque el día 6 comienza en Dublín el congreso del Partido Popular Europeo, congreso al que previsiblemente irán todos los partidos conservadores de cada país de la UE con su cabeza de lista para las europeas del 25 de mayo ya decidida.
Por el PP, parece muy probable que ese cabeza de lista sea Miguel Arias Cañete, hoy ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Si Rajoy, en efecto, apuesta por Arias para Europa y tiene que buscarle un sucesor aquí, ¿aprovechará para hacer más cambios en el Ejecutivo e intentar insuflarle -como algunos le piden en el PP- cierto aliento político a un Consejo de Ministros que está batiendo todos los récords de impopularidad conocidos?
Hay quien cree que no, que Rajoy aguantará sin pestañear y sin tocar más que esa cartera. Y hay quien considera que sí, que la remodelación puede afectar no solo a Agricultura, sino también a Educación (Wert), Sanidad (Mato), Empleo (Báñez)… Hay incluso quien mete en la lista de removibles a Montoro (Hacienda), Fernández Díaz (Interior), Gallardón (Justicia)… Mucha revolución parece para lo que acostumbra Rajoy.
¿Y de dónde saldrían los recambios, si los emprende? «En parte, de los territorios… Por ejemplo, algún presidente autonómico o algún alcalde a los que se les daría un Ministerio como colofón a su carrera y para lanzar a sus respectivos delfines allí ante el riesgo de perder las plazas en las autonómicas y locales de mayo de 2015», se oye en algunos cenáculos madrileños.

«Y líbranos de la sumisión al poder. Amén»

Las petroleras nos exprimen aún más en vacaciones

Informe demoledor, esta mañana, de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia:
– En diciembre pasado, los precios de los carburantes registraron súbitas subidas en el puente de la Constitución y durante el periodo navideño; es decir, cuando más consumo había por desplazamientos por periodos de vacaciones. Los precios medios de la gasolina 95 subieron el 0,6%; y los del gasóleo A, el 0,9%.
– El margen bruto de las petroleras subió a lo largo de 2013 en porcentajes estratosféricos en cualqueir economías, y mucho más en una crisis como la nuestra: un 23% en la gasolina 95 y un 12% en el gasoleo A.
– Los precios antes de impuestos de la gasolina 95 en España son superiores a los de las medias
europeas:
3,7 céntimos de euro el litro más que la media de la zona euro y 4,9 céntimos que en la UE28.
– Los precios antes de impuestos del gasóleo A en España también son superiores a los de las medias europeas:
3,7 céntimos más que la media de la zona euro y 4 céntimos más que UE28.
– A lo largo del año, empeoró la posición de España frente a las medias europeas en precios antes de impuestos de los carburantes. «Se ha deteriorado la competitividad del mercado español frente a los principales países de la UE».
Con el anterior Gobierno de ZP y con el actual de Rajoy, ¿realmente funciona el libre mercado y las leyes de la competencia en este mercado? ¿Alguien se ocupa del consumidor, alguien vela por los intereses de los ciudadanos? ¿Y el ministro Soria qué dice de esto?

Las europeas, un DAFO a los partidos

Las elecciones europeas del próximo 25 de mayo están adquiriendo un enorme interés político. No solo porque a los ciudadanos nos afectan cada vez más las decisiones que se toman en los organismos europeos, como hemos visto durante estos últimos años con la gestión de la gran crisis económica, sino también porque todos los partidos –grandes y pequeños, viejos y nuevos- afrontan la cita en clave interna y casi como un DAFO: las urnas van a medir a cada uno sus debilidades, sus amenazas, sus fortalezas y sus oportunidades.
-El PP se juega mucho en la victoria y en la derrota, aunque sean una u otra por muy pocos votos respecto al PSOE. Si gana, abortará todo debate interno sobre el liderazgo de Rajoy, deducirá que el desgaste de reputación y de credibilidad ante los ciudadanos que está sufriendo desde que gobierna va a ir a menos en la segunda parte de la legislatura y se convencerá de que el partido llegará a las citas electorales de 2015 (municipales, autonómicas y generales) con muchas posibilidades de conservar el poder que tiene en todos esos niveles de la Administración. Si pierde, temerá que se forme un sunami que le acabe arrebatando buena parte de ese poder, y quizás reaccione cambiando algunas de sus políticas actuales y, probablemente, los cabezas de lista donde lo vea más difícil. Además, verá en las europeas cuántos votos se le van por su derecha a la incipiente Vox y cuantos por otros flancos a UPyD o incluso al PSOE. Y estarán en el PP –como en el PSOE- muy atentos a otro dato: ¿la suma de PP+PSOE (73,35% de los votos en las últimas generales, en 2011; 82,05% de los votos en las últimas europeas, en 2009) se irá, como indican muchas encuestas, por debajo del 65%? ¿Será el principio del fin del bipartidismo?
-El PSOE también se juega mucho en ganar o perder ante el PP, aunque sea por poco margen. La victoria la interpretarían los socialistas como un cambio de ciclo y como la antesala de su vuelta al poder en todos los niveles de la Administración, y probablemente animaría a Rubalcaba a presentarse en las primarias de este otoño. La derrota, sobre todo si fuera amplia, abriría una nueva crisis y quizá acelerara y profundizara los procesos internos de cambio, tanto de personas como de ideas. Si la derrota frente el PP viene además acompañada de indicios sólidos del fin del bipartidismo (suma PP+PSOE muy a la baja) y de subidas tan pronunciadas de IU y UPyD como auguran algunas encuestas, el pánico puede extenderse entre los socialistas.
-IU va a la cita de mayo con una certeza y una incógnita. La certeza de que mejorará muchísimo sus resultados tanto de las anteriores europeas (3,77% de los votos en 2009) como de las últimas generales (6,92%), casi todo a costa del PSOE, y la incógnita de si Cayo Lara y su equipo lograrán aglutinar en su candidatura algunas pequeñas formaciones territoriales de izquierdas (como Chunta Aragonesista, que sí) y sobre todo, de cuánto le frenarán en su despegue las pequeñas formaciones que no aglutine en su mismo espectro ideológico: Equo, Podemos, etc.
-UPyD, la formación de Rosa Díez, que en las anteriores europeas de 2009 casi era una recién nacida y aun así logró unos 450.000 votos (el 2,89% del total) y un escaño, aspira también a crecer mucho, pero tiene una incertidumbre aún mayor que IU: cuántos votos le disputará Ciudadanos, la formación liderada por Albert Rivera, muy pujante en Cataluña y que va a concurrir a estos comicios de mayo casi como un test para decidir después si lo hace en toda España en municipales, autonómicas o generales.
-ERC afronta también como un test las europeas, en este caso para medir sus fuerzas reales en la gran operación política en la que está embarcada y que va a ser el eje de su campaña: la independencia de Cataluña. Ha descartado tanto ir con Bildu –no quiere que se le relacione en estos momentos con nada que recuerde a ETA- como hacerlo con CiU, que sondeó al partido de Oriol Junqueras la posibilidad de montar un frente soberanista que disimulara el desgaste de la formación de Artur Mas.
-CiU y PNV irán finalmente juntos y con Coalición Canaria y Compromiso por Galicia, como hicieron en 2009. Entonces lograron un meritorio 5,18% de los votos que ahora tienen difícil repetir por el desgaste de los catalanes en su proceso soberanista. La alianza, de todos modos, le deja más cómoda a Unió, aterrada ante la posibilidad del frente CiU+ERC intentado por Convergencia.
-Bildu es muy probable que reúna no solo a todas las formaciones independentistas vascas -Sortu, EA, Alternativa, Aralar- sino también a algunas otras formaciones similares de otros territorios, como la catalana CUP.
-¿Y la abstención? Esa es una de las grandes incógnitas. O de las grandes certezas. En las últimas europeas, hace casi cinco años, sólo votó en España el 44,9% del censo electoral. Ahora la participación puede ser incluso inferior. Hay un dato en el último Barómetro del CIS, de la semana pasada, que inquieta especialmente a todos los partidos. Los que dicen que ahora no votarían en unas elecciones (24,2%) más los que aseguran que lo harían en blanco (8,1%) suman el 32,3% del electorado, casi tanto como la suma en voto directo en ese mismo Barómetro de PP (10,8%) más PSOE (11,8%) más IU (7,1%) más UPyD (4,6%) juntos.
Las urnas de mayo pueden suponer, en definitiva, el rechazo frontal al sistema de partidos y la crítica dura a la clase política de una parte muy significativa de la sociedad española.

El PP, obsesionado contra el cine desde 2003

El cine español ha hecho más por la dichosa Marca España que todos los salvapatrias que día sí día también lo atacan y fustigan, lo persiguen con medidas fiscales como el IVA al 21%, le cuelgan el injusto sambenito de sector subvencionado y pedigüeño o lo ningunean con plantones como el de anoche del ministro Wert en la entrega de los Goya.
El cine español es una industria que emplea a unas 10.000 personas, que exporta mucho, que difunde nuestra cultura, que aumenta nuestra reputación como país fuera de nuestras fronteras y que, en suma, es un bien para el conjunto de nuestra economía, de nuestra sociedad y de nuestra cultura.
¿Por qué esta ceguera y esta obsesión de algunos de nuestros políticos con nuestro cine? ¿Por qué no hemos sido capaces de, por ejemplo, imitar a los franceses, que, con bastante menos talento medio y muchas menos figuras estelares, sí cuidan, apoyan y promocionan su industria cinematográfica? Probablemente, por sectarismo político. En los Goya de 2003, el mundo del cine enarboló un ‘No a la guerra’ -por la de Irak, en la que nos estaba embarcando Aznar- que aún no les ha perdonado una parte del PP poco tolerante con la libertad de expresión de los ciudadanos. Aquellas críticas, más algunos alineamientos personales de figuras del cine con Zapatero y los socialistas -socialistas que tampoco hicieron mucho por el cine, todo hay que decirlo-, han llevado a ese PP a declararle a este sector su enemiga parece que eterna.
Además de un injusticia, todo esto es un disparate cultural, económico y político.
¿No hay nadie en el Gobierno y en el partido que nos gobierna con la sensatez suficiente como para reconducir la situación?

Se creían impunes, y ahora se saben impunes

PP+PSOE, 22,6%; no votaría+voto en blanco, 32,3%