¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

Montoro dinamita a Hacienda

Cristóbal Montoro sabe mucho de impuestos. Es doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y catedrático de Economía Aplicada (Hacienda Pública y Derecho Tributario). Ha sido ministro de Hacienda en dos periodos diferentes y con dos presidentes distintos: con Aznar, desde el 28 de abril del año 2000 al 17 de abril de 2004; y con Rajoy, desde el 22 de diciembre de 2011 hasta hoy. Sabe incluso de impuestos desde el otro lado de la puerta giratoria en la que se mueven algunos políticos: en 2006 (es decir, entre su primera y su segunda etapa de ministro, pero sin abandonar la política, puesto que era entonces eurodiputado), fundó Montoro y Asociados, un despacho de asesoría fiscal donde se ayudaba a gente muy rica a pagar pocos impuestos. Los Asociados del nombre eran otros exaltos cargos del equipo económico de Rodrigo Rato durante los Gobiernos Aznar: Ricardo Martínez Rico, exsecretario de Estado de Presupuestos y Gastos; Luis de Guindos, exsecretario de Estado de Economía y hoy ministro de Economía; José Manuel Fernández Norniella, exsecretario de Estado de Comercio; Salvador Ruiz Gallud, exdirector general de la Agencia Tributaria; Gonzalo Solana, expresidente del Tribunal de Defensa de la Competencia… En el grupo también estaba Ricardo Montoro, hermano del ministro y exdirector del CIS. El despacho sigue activo, pero ya no es de Montoro (lo vendió) y ha cambiado de nombre: ahora se llama Equipo Económico.
Montoro es también un político de largo recorrido: diputado en el Congreso en distintos periodos, eurodiputado, ministro dos veces, miembro del comité ejecutivo del Partido Popular ya en el siglo pasado, coordinador de Economía del PP de 2008 a 2012…
En un hombre de tan larga experiencia profesional y política, y que además es alguien que se ha hecho a sí mismo, que todo se lo debe a su propio talento y esfuerzo -nació en un pueblo de Jaén, en una familia humilde que emigró a Madrid en los años sesenta-, sorprende la insensatez e irresponsabilidad con que se desempeña a veces al frente del Ministerio de Hacienda: amnistías fiscales, purgas en la Agencia Tributaria e indicios de tratos de favor a algunas grandes empresas o personalidades, recados que suenan a amenazas con cualquiera que sea crítico con él: medios de comunicación, actores, partidos de la oposición… La lista de errores ya es muy larga.
Los impuestos, los ingresos públicos, la caja que hemos de nutrir entre todos, son una de las patas fundamentales de un Estado de Derecho, y han de gestionarse con unos criterios de profesionalidad, discreción, objetividad e imparcialidad irreprochables. Y no siempre se está haciendo así.
Los errores de Montoro pueden llevar a la Administración fiscal a un descrédito irreparable. Por si teníamos pocas crisis de credibilidad y reputación en piezas clave del sistema en que vivimos (la Corona, el Poder Judicial, los partidos políticos, los sindicatos, la organización territorial, el Estado social, la Constitución…), ahora el máximo responsable del edificio fiscal se autobombardea, se pone dinamita. Y además, entre risas. El asunto es muy serio, señor ministro.

5 comentarios

  1. Dice ser gorrion

    Todos los ministros de economía no solo de España, sino de EUROPA, y otros lugares «desarrollados» son supertitulados, superdoctores y supercatedráticos en Ciencias Económicas y Empresariales.

    Si los hilos los manejan estos SUPERTITULADOS, ¿por qué economía mundial está hecha unos zorros?

    Ah ya, porque la economía del Pueblo no es la que cuenta. La otra economía es la que cuenta, la de los SUPERTITULADOS. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen.

    12 diciembre 2013 | 12:01

  2. Dice ser noza

    Señor Arsenio Escolar ocúpese de eliminar la censura de sus periódicos. Hace tiempo en papel y ahora digitales.

    12 diciembre 2013 | 12:30

  3. Dice ser Demo votos

    Empecemos por cambiar la dictadura de dos, después de Franco. Porque es lo que ay, democracia para decidir quién es el nuevo dictador político. Quien puede decidir algo en este País. Ni un partido por muy grande que sea. Ni con firmas teniendo las firmas que tengas. El IVA con el apoyo de lo que sacan de la luz y del agua son impuestos escondidos, pero de los más seguros porque todos pagan. Privatizar para sacar el doble, con un culpable el privado. Pero que nunca ira a pique porque siempre tiene el beneficio del el hermano mayor el estado. España murió franco para la democracia de partidos y dictadura de la sociedad. El aborto como la enseñanza la justicia. El pueblo tiene que decidir si no nunca será democracia. Rajoy ya habla como franco tengo mayoría y puedo hacer lo que quiera, para eso me votaron en democracia.

    12 diciembre 2013 | 16:22

  4. Dice ser Sicoloco del casting de Foolyou

    ENTRE LO RIDÍCULO Y LO ABUSIVO HAY COSAS.

    Segun parece Montoro prepara nuevos atropellos a los ciudadanos para 2014.he leido que nos esperan otra subida del IVA y bajada de pensiones y de sueldos públicos.todo esto mientras se legaliza y banquea lo robado a los grandes defraudadores con una amnistia fiscal y mientras los empresarios mas ladrones SE ESCONDEN en la SICAV,el paraíso fiscal español,la «Suiza» española,para cotizár al ridiculo 1% mientras que en Francia los crujen cotizando al abusivo !!!! 70% !!!! y ellos LO PAGAN.un termino medio entre lo ridiculo y lo abusivo ES POSIBLE pero se necesitan ministros cualificados.como en España no hay ministros cualificados el estado no aumenta sus ingresos y jamas salimos de la crisis,al contrario que otros paises con ministros mas eficientes.

    ! Ánimo gobierno de España ! una cotización mas justa de los mas ricos entre lo ridídulo y lo abusivo ES POSIBLE para sacarnos de la crisis.

    12 diciembre 2013 | 17:19

  5. «El pasado lunes 5 la ministra de Empleo publicó una carta abierta a los medios de comunicación en la que daba cuenta de las actuaciones de la Inspección y del Plan de control del fraude. En ella, entre otras cosas, no detallaba que se hubiera abierto un expediente al PP porque, en palabras de su Secretaria General, “La indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido y como fue una indemnización en diferido, en forma efectivamente de simulación de…, de simulación o de lo que hubiera sido en diferido de lo que antes era una retribución tenía que tener la retención a la Seguridad Social”. Está claro que la simulación que menciona era la de una relación laboral no existente, al menos, en palabras del presidente del gobierno, durante tres años. Esta simulación permite al extesorero del PP cobrar dos años de prestación. El PP también está exento además del fraude fiscal, del fraude laboral.

    Si vemos las cifras que da en su carta la ministra, se confirma que es prácticamente inexistente el fraude de perceptores que trabajan ilegalmente. Se ha detectado que solamente 5.833 personas trabajan ilegalmente percibiendo prestaciones. Para amplificarlo, el porcentaje que da la ministra es de un aumento del 29%. No dice la ministra que ese gran fraude detectado supone, en cómputo mensual, 981 actuaciones fraudulentas sobre un promedio de 2.933.109 perceptores. O lo que es lo mismo, el porcentaje de fraude existente es el 0,03% del total de perceptores. No dice nada del número de horas dedicado por la Inspección.

    Si miramos la EPA del segundo trimestre, en ella se dice que de media semanal los asalariados han realizado 3.189.900 horas extraordinarias no pagadas y, por lo tanto, no cotizadas y 2.441.400 pagadas aunque habría que ver si cotizadas o “horas negras”. Las horas no pagadas equivalen a 88.855 puestos de trabajo y las pagadas a otros 68.006. En total se podría hablar de un fraude de 156.861 empleos y la ministra mira para otro lado y se preocupa por 5.833. Resulta hipócrita. Estas horas no retribuidas suponen un fraude a los trabajadores de más de mil millones de euros y a la seguridad social de unos 400 millones. Las otras retribuidas pero previsiblemente no cotizadas, supondría un fraude algo superior a los 300 millones. De este frade de más de mil setecientos millones la ministra tampoco dice nada. Mira para otro lado.

    En el último semestre el 44% de los contratos indefinidos y el 34% de los temporales son a tiempo parcial. El peso de la contratación a tiempo parcial ha aumentado un 18% en dos años. Para evitar su inspección la ministra ha posibilitado que puedan hacer horas extras. Ahora si un inspector de trabajo encuentra a un trabajador fuera del horario establecido en su contrato, el empresario puede decir que está haciendo horas extras. La ministra ideó la trampa perfecta para un gran fraude, hacer casi imposible el trabajo de los inspectores.

    Estos tres ejemplos son claros del llamamiento que ha hecho la ministra: denuncien a sus vecinos si creen que cobran prestaciones y trabajan. Ella no lo ha podido hacer: solamente se acredita que el 0,03% de los percepctores incurren en fraude. El otro fraude, el fraude de verdad de cientos y miles de millones de euros no interesa perseguirlo. Se busca el fraude de cincuenta euros para ocultar el de millones. ¿Dónde está la investigación al PP que tuvo en alta en la Seguridad Social a alguien que no trabajaba ya en ese partido y según su Secretaria General era una simulación? ¿Dónde está la investigación de miles de horas extras que no son cotizadas y de otras muchas miles que ni son retribuidas ni cotizadas? Esas quitan miles de empleos. ¿Dónde está la búsqueda del fraude en los contratos a tiempo parcial que trabajan muchas más horas de las contratadas sin salario ni cotización y ha sido encubierto por la propia ministra?

    Cuando se habla de fraude, la ministra habla de aquellos que hacen una chapuza por cincuenta o cien euros, muchos de ellos con una prestación por debajo de los cuatrocientos. Para luchar contra ella pide la colaboración ciudadana. No es tanto el fraude en sí mismo lo que busca, sino la vieja idea de la derechona más rancia de sembrar que los parados son vagos y tramposos: no quieren trabajar y si cobran prestaciones, quieren hacer trampas. Es el primer paso para recortarlas más.

    El otro fraude, el que de verdad pone en peligro las pensiones, el de cientos de millones, no le interesa destaparlo, no vaya a procesar a su secretaria general y a sus amigos, entre otros al ínclito vicepresidente de la CEOE Arturo Fernández que pagaba con sobres para no cotizar».

    Por Enrique Negueruela
    nuevatribuna.es | 07 Agosto 2013

    12 diciembre 2013 | 17:51

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