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¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

Las Hurdes urbanas de hoy

Acabo de terminar Donde Las Hurdes se llaman Cabrera, de Ramón Carnicer, una de mis lecturas de estas vacaciones. El texto, un libro de viajes y de denuncia social, fue publicado por primera vez en 1963, y armó cierto revuelo. Carnicer -leonés del Bierzo de origen, profesor en la Universidad de Barcelona- había recorrido a pie y con los ojos muy abiertos la paupérrima comarca leonesa, había hablado con todo el que se encontró en su camino y lo contaba en una prosa sencilla y muy eficaz, casi periodística por la mucha información que daba sobre las duras condiciones de vida de los habitantes de aquella remota zona. A las fuerzas vivas del régimen, sobre todo las más próximas, las de Astorga y León, no les gustó nada el retrato, probablemente porque se dieron por aludidos como responsables últimos de aquellas penurias.

El libro, reeditado ahora por Gadir, al cumplirse el centenario del nacimiento de Carnicer, ha envejecido bien tanto en su forma como en su contenido. Parece incluso un texto reciente. La injusticia social, las desigualdades, el aumento de la brecha entre clases sociales… vuelven por desgracia a estar de actualidad entre nosotros.

Los libros de viajes con denuncia social formaron casi un género literario en la España de hace algo más de medio siglo. Fueron uno de los pocos reductos desde donde la literatura le sacó los colores al franquismo. Muchos autores de novela del llamado realismo social frecuentaron también esta fórmula. Algunos expertos sostienen que el libro que abre la saga es el Viaje a La Alcarria, de Cela, es de 1948, pero a mí me parece que tiene demasiado costumbrismo y poca denuncia social.

Veo que Gadir también ha rescatado recientemente a otro clásico del género: Caminando por Las Hurdes, de Antonio Ferres y Armando López Salinas, que es de 1960. Las Hurdes era el sinónimo principal del atraso económico y de la pobreza desde mucho tiempo atrás, desde Les Jurdes. Étude de géographie humaine, publicado en 1927 por el hispanista francés Mauricio Legendre, y Tierra sin pan, el estremecedor documental de Luis Buñuel de 1932. Con las imágenes de Buñuel recientes, vistas en la Filmoteca, y el libro de Ferres y López Salinas en la mochila, mi amigo Juanjo Calvo y yo recorrimos a pie Las Hurdes en marzo de 1978, y escribimos también un libro… que no encontró editor.

Anterior a Caminando por Las Hurdes es otro clásico de la denuncia social disfrazada de libro de viajes para sortear a la censura franquista: Campos de Níjar, de Juan Goytisolo, en el que el escritor barcelonés retrata los paisajes y sobre todos los paisanajes de la comarca almeriense de Cabo de Gata, que hoy es boyante y exporta turismo de naturaleza y agricultura innovadora bajo plástico, pero que entonces era muy pobre y solo exportaba mano de obra barata al desarrollismo catalán. Goytisolo lo publicó en 1954, y unos años después volvió por Almería con un libro de viajes diferente, La Chanca, en el entonces mísero barrio de ese nombre al pie de la alcazaba, muy cerca del centro de la ciudad: de la Rambla, el Paseo o Puerta Purchena. Lo publicó en 1962, pero en París, ignoro si porque aquí se lo impidió la censura.

La Chanca tenía, por tanto, una novedad técnica, una innovación para el género. No era un libro de viajes a una zona rural más o menos remota, a una comarca inhóspita y pobre, sino a un barrio de una ciudad donde se vivía de modo miserable a pocos metros de donde habitaban los más acomodados. Quizás hoy habría que hacer lo mismo. Un libro de viajes, calle a calle, a cualquier barrio pobre de alguna de nuestra grandes ciudades, a Las Hurdes o las Cabrera de hoy. Caminar, mirar, preguntar, conversar… y contar cómo se vive en la España de los recortes y de la galopante desigualdad. Es probable que al régimen no le gustara el retrato.

8 comentarios

  1. Dice ser Paulino E.

    Las Hurdes de 1920 va a terminar siendo toda España gracias a los progres como tú que queréis una España sin españoles, donde los españoles no tengamos futuro y donde solo puedan vivir los extranjeros.

    23 agosto 2012 | 13:52

  2. Dice ser kike s.

    Paulino E:

    el neoliberalismo y toda la tropa que va detrás (o al lado) si que va ha acabar con todo, el que no lo vea es o un engañado o un tonto del culo.

    23 agosto 2012 | 15:08

  3. Dice ser JAC

    Perdona Paulino E. pero creo que aquí no se ha mencionado para nada a los extranjeros. Además, permíteme que discrepe, ya que los que han llenado, y están llenando, España de inmigrantes han sido los del PP con el fin de que los españoles tuviésemos que moderar nuestras exigencias salariales. Si no lo crees date una vuelta por cualquier barrio facha y fíjate de qué nacionalidad es el personal de servicio que trabaja en casa de los «señoritos». Aparte por supuesto de que también les emplean (En ocasiones sin contrato) en sus empresas ya que son más económicos. En resumen: Los fachas apestan, llenan España de inmigrantes para explotarles y de paso joder a los currantes patrios y encima tienen la caradura y la desvergüenza (Que espero algún día paguen) de decir que son los “otros” los que lo hacen.

    23 agosto 2012 | 15:58

  4. Dice ser ANTONIO LARROSA

    Despues de leer tranquilamente su post y las diversas opiniones de los lectores, solo me atrevoa a escribir que…Los unos por los otros y la casa sin barrer. Ya es muy dificil saber de quien es la culpa de este desaguisado, si los que prendieron el fuego o de los que echaron toda la carne en el contenedor de basura. ¿Lo pillais? Yo tampoco.

    Clica sobre mi nombre

    23 agosto 2012 | 16:37

  5. Dice ser perrita

    La vergüenza de hoy que ya quedan apenas vestigios del subdesarrollo y la miseria, está en los relatos que se puedan escribir desde la emigración acerca de esas zonas exdeprimidas. Los españoles como Paulino E. no iban a quedar muy gwapos. El primer estado al que pertenecemos antes de toda patria es la tierra y todo el mundo tiene derecho a buscarse un sitio en ella. Los emigrantes siempre han dado ejemplo poniendo en práctica el adagio: «Muévete, y aparecerá el camino». Y eso es lo que están haciendo los «emigrantes en su propia patria» del SAT. Toda mi admiración para Sánchez Gordillo.

    25 agosto 2012 | 11:03

  6. Dice ser perrita

    En el bien entendido que me refiero a la miseria y subdesarrollo descritos en Las Hurdes, de Luís Buñuel. O en el libro «Campos de Níjar», de Goytisolo. Los otros libros a los que alude el artículo no los conozco.

    25 agosto 2012 | 11:10

  7. Dice ser David Perez

    Me suena muy rancio eso de progres y fachas. Los políticos y también los periodistas están consiguiendo devolvernos ha tiempos pasados y reprochables.
    No creo que ninguno de nuestros políticos ni los demagogos de las tertulias se dignen a caminar, mirar, preguntar, conversar… y menos a contar cómo se vive en la España de los recortes de una forma parcial.

    26 agosto 2012 | 04:00

  8. Dice ser FRANCISCO MESA ROLDAN

    Muy bueno Arsenio. Te sentaron muy bien tus vacaciones. Ahora empezaras a pensar si debes o no hablar de los bancos y de la realidad social. Sueltate la lengua que el agua de la mar te ha sentado muy bien

    27 agosto 2012 | 11:38

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