Hay mar de fondo en los sindicatos desde el día de la huelga general, hace un mes. La digestión de la huelga general, que tuvo mucho menos éxito de lo que en público dijeron los dirigentes sindicales, está siendo muy complicada. En UGT, por ejemplo, se están perfilando dos sectores. Uno es partidario de radicalizar aún más la posición del sindicato, alejarse mucho más del PSOE y del Gobierno y emprender un camino de movilizaciones muy duras contra las reformas y las medidas del Ejecutivo. El otro sector cree que hay que negociar con el Gobierno de inmediato el reglamento de la reforma laboral, la reforma de las pensiones (ya han recibido algún mensaje muy significativo del Gobierno en este campo), las políticas activas de empleo y los asuntos de negociación colectiva, aprovechando que al otro lado de la mesa estará un hombre de UGT de toda la vida: el nuevo ministro de Trabajo, Valeriano Gómez. Los primeros también quieren negociar, pero a cara de perro, sin concesiones y con la calle caliente.
Hay además un factor que colabora poco al clima de concordia y de acuerdos de los sindicatos con el Gobierno y que está cebando las nuevas movilizaciones anunciadas ayer por los sindicatos: en noviembre empieza un ciclo de elecciones sindicales en toda España que durará un año y en el que CC OO y UGT no sólo se juegan quién de ellos dos será el que mande en el mundo sindical de cada empresa o de cada sector o de cada territorio, sino también cuánto les muerden a ambos los otros sindicatos, los más pequeños, que no son convocados a las grandes negociaciones con el Gobierno o con la CEOE, pero que cada día andan más pujantes. En la huelga del 29 de septiembre, los dos sindicatos grandes, UGT y CC OO, recibieron un serio aviso. Comprobaron que aún tienen tirón entre los trabajadores de cuello azul (industria, construccion, transporte) y que cada día tienen menos fuerza entre trabajadores de cuello blanco. «La huelga fue irrelevante, casi inexistente, en servicios, en función pública, en banca, en comercio…», me comentaba hace unas horas un alto cargo gubernamental.
Recordaréis que el 29-S, los sindicatos dijeron que habían hecho huelga el 70% de los trabajadores convocados, y que el entonces ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, no quiso dar un dato global y habló de un seguimiento “desigual” y “moderado”. El Gobierno, era evidente, no quería una guerra de cifras con los sindicatos, quería dejar puentes abiertos para el diálogo. Tres días después, en una entrevista que hicimos a la entonces vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, le intentamos sacar los datos que tenía el Gobierno sobre la huelga. No hubo manera. Le puse también un sms a un miembro del Gobierno: «¿Por qué no hacéis públicos los datos?». «Porque el seguimiento fue muy bajo».
Un mes después, el control sobre esa información ha aflojado: tres fuentes del Gobierno, distintas y alejadas, aseguran que, según los datos recogidos por el Ejecutivo, siguieron la huelga entre el 13% y el 15% de los trabajadores convocados.
La huelga general fue del 15%, según el Gobierno
11 comentarios
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De los 20 días por año trabajado que se van a pagar por indemnización por despido,
el empresario pagará 12 días por años.
Los otros 8 años por día trabajado lo pagaremos todos con nuestros impuestos.
A un empresario, el despido solo le va acostar 12 días por año trabajado.
Las empresas van a empezar a «soltar lastre».
Trabajadores con 20 y más años de antigüedad……se van a la rue.
28 octubre 2010 | 15:13
Hola compañero no se en que huelga estuviste tu, yo desde luego a la que acudí fue un existo independientemente de esto pienso que en este país existe un cancer (a nivel sindical) y es UGT UNION GENERAL DE TRABAJADORES después esta comisiones obreras y cgt UGT esta vendido al psoe es así de claro y quien no lo quiera ver que se ponga gafas y los demás sindicatos por unir fuerzas están siguiendo el rollo a UGT y estos no pondrán mucha resistencia al psoe.
Los delegados sindicales son trabajadores y como en todos sitios unos seran corruptos otros se dejaran los dientes por los compàñeros el ser humano es así, el problema es que UGT esta corrupto desde su pilar central y empresa en la que están aunque los delegados se esfuercen poco o nada pueden hacer
28 octubre 2010 | 15:22
puede ser, incluso menos. La clase obrera está muy quemada con los sindicatos y esta convocatoria estaba cantada que seria un «paripe»
salu2
http://porlajeta.es/deportes/5-deportes/871-icomo-se-fabrica-el-jabulani.html
28 octubre 2010 | 16:21
Sindicalistas españoles si queréis ver huelgas de verdad iros a Francia. Claro que los sindicatos franceses no son unos vendidos
28 octubre 2010 | 16:28
Los sindicatos mayoritarios se han comportado durante todo este tiempo de la misma manera que el antiguo sindicato vertical al que tanto han criticado, yendo de la mano del gobierno y dejándose hacer. Ahora en poco más de dos meses pretenden rectificar, pero lamentablemente han llegado tarde. Es necesario un sindicalismo fuerte, que continuamente ejerza de contrapoder del gobierno, velando siempre por los derechos no sólo de sus afiliados, sino de todos los trabajadores independientemente de su situación laboral. El sindicalismo bien entendido no debe ser susceptible de doblegarse a las posibles prebendas del gobierno de turno, antes al contrario tiene que constituir el principal muro de contención en la defensa de clase trabajadora.
28 octubre 2010 | 16:38
Por supuesto que nos diferenciamos del resto de Europa,. O por lo menos de Francia, tan cercana y distante. Cuando muchos se afanan por que nos parezcamos mucho más a los países europeos, hete aquí que, en esto de las reivindicaciones sociales actuamos, cada vez, más distintos que nuestros compañeros los trabajadores franceses, y de sus sindicatos. La pugna que estos mantienen frente al gobierno derechista de Sarzkosy, no encuentran –ni aunque los frían-, coincidencia en sus homólogos españoles en esa batalla abierta contra el retraso en la edad de jubilación de los sesenta a los sesenta y dos años. Las nueve huelgas, varias de ellas, generales, que los franceses han deparado a las políticas neo liberales encabezadas por el empecinado primer ministro galo, han llenado de protesta todo el territorio del Estado vecino, y hasta los estudiantes se han manifestado contra unas disposiciones que se estiman injustas, indiscriminadas, o sea, basura capitalista, y han llenado calles y plazas en lucha permanente.
Se calcula que un setenta por ciento de la población francesa rechaza una ley que aumenta en dos años el computo de trabajo, que en pura lógica frenara la entrada al mundo laboral de los más jóvenes, se cotizará más y no se positivará la entrada al mercado de trabajo.. Millones de franceses, todos muy democráticos y no pertenecientes a sectas ultras, gritan su oposición, mientras tanto, en España, aquí y con estos pseudo sindicatos verticales de nuevo cuño (están subvencionados hasta dar vergüenza), no mueven ni un cartelón de protesta. ¿Qué ocurre en esta nación desnortada, amaestrada por un gobierno falaz y neo liberal como viene demostrando los gobierno socialistas de Zapatero?. ¿Cómo es posible que en España, donde la edad de jubilación está en los sesenta y cinco años, y se pretende que llegue a los sesenta y siete, ningún sindicato haya tomado la bandera de la lucha ante decisiones de este tipo?. No queda más que la sensación de que nuestros sindicatos mayoritarios, están vendidos al poder doctrinario e ideológico que vive en la Moncloa.
Naturalmente, la gente aquí, en España, no es analfabeta , y sabe que es precisamente la dependencia que tienen con el Gobierno lo que paraliza a los sindicatos UGT y CC.OO, todos los días perdiendo credibilidad y afiliados; que es la mamandurria que reciben lo que les impide estar en la calle, apoyando las reivindicaciones de sus compañeros franceses o griegos. Pero esto es España, donde ya no se sabe cuales son los nuestros. Claro que que no hay que ser un sabio para comprender que los nuevos factores de demografía e inmigración, suponen tener que revisar algunos parámetros económicos y sociales, pero eso se habla con los interesados, los trabajadores, llegando a acuerdos tan fáciles y tan positivos como por ejemplo, dejar libre la edad de jubilación, una vez cumplido su ciclo laboral, pero no una imposición que solo beneficia a los de siempre. Francia- España, una fotografía exacta donde se refleja, de verdad, la diferencia entre una población con alma, con criterio, con libertad, y una sociedad como la española, domesticada a través de unos sindicatos , UGT-CC.OO, principalmente, porque hasta los mismos “anarcos”, están silenciosos, que no se atreve a decir basta a la estafa de unos gobernantes para mí, traidores a la toda la gente que trabaja.
28 octubre 2010 | 16:39
Falangista Auténtico, lo has clavao.
28 octubre 2010 | 17:10
¿y los que no hicimos porque no nos dejaron? precisamente por la precariedad laboral no nos atrevemos a… luchar contra la precariedad… si es que pare eso se inventaron los sindicatos, no para dar cursos!!!
28 octubre 2010 | 17:39
Yo no se que habeis hecho aqui ESCOLAR, pero no hay quien postee, imagino que por eso han disminuido tanto los comentarios en general. Para postear a veces tengo que marcar hasta 10 veces el codigo de los cojones y cada vez dice que es «erroneo», sin embargo en los blogs o en otros lugares de internet no tengo ningun problema, os estais luciendo.
28 octubre 2010 | 21:49
Falangista no metas a los anarcos en el mismo saco que no es así.
Nosotros nos dejamos la piel el una huelga que sabiamos iba a fracasar en gran medida por la actitud de los convocantes. Y ahí estubimos.Porque habia que estar.
Si de nosotros dependiera ya ibamos a por la segunda, por ejemplo el 4 de noviembra coincidiendo con Portugal…
Pero nosotros luchamos con los trabajadores, no por, y si estos no se mueven poco podemos hacer. De momento estamos en un proceso de lento crecimiento…ya veremos. Todo se andará…
29 octubre 2010 | 01:57
podemos hacer. De momento estamos en un proceso de lento crecimiento…ya veremos. Todo se andará…
29 octubre 2010 | 08:43