¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

El español, lengua de malhablados

Promovido por el Instituto Cervantes, hoy se celebra en todo el mundo el Día del Español, con actividades de todo tipo en España y en los 73 centros del Cervantes en el mundo. Me sumo a la celebración trayendo aquí un artículo de una serie sobre nuestra lengua que escribí para la revista Geo hace ya ocho o nueve años.

El largo viaje de una lengua fronteriza

Arsenio Escolar

Prepárense conmigo para un viaje insólito. Fecha de salida: finales del primer milenio, en los siglos oscuros de la Alta Edad Media. Lugar de partida: una pequeña comarca del norte de la península Ibérica, un estrecho cajón limitado al norte por la cordillera Cantábrica, al oeste por el río Pisuerga, al este por los montes vascos y al sur por un gran espacio despoblado al que muchos años después los historiadores llamarán el desierto del Duero.

Ésta es desde hace muchos, muchos siglos una tierra de frontera. Dura, fría, belicosa. Es un volcán. Va a entrar en ebullición, y su lava se va a extender por todo el mundo.

Fíjense bien: estamos en el vértice físico de toda la Península, pues confluyen en él las tres grandes cuencas hidrográficas: mediterránea (aquí mana el Ebro), atlántica (el Pisuerga, nodriza del Duero) y cantábrica (el Nansa). Estamos también en un vértice político, en la frontera donde han chocado docenas de pueblos desde hace muchísimo tiempo. Los iberos con los celtas; los vascones con los pelendones; los cántabros con los romanos; los romanos de la Hispania Citerior con los de la Hispania Ulterior; los alanos con los suevos; los visigodos con los godos; los cristianos del reino de León con los cristianos del reino de Navarra; los cristianos de uno y otro reino con los musulmanes del emirato (luego califato) de Córdoba.

Desde siempre, este ha sido un lugar complicado para vivir, un peligroso far west. Ha conocido tantas guerras que en los años en que arranca nuestra trama se está llenando de fortificaciones, de recios castillos de piedra. Tantos hay, que han dado nombre a la región: Castilla.

¿Quién vive en ellos y en las aldeas que han crecido a sus pies? Gente ruda, poco culta, mal latinizada. Labran algunas tierras; pocas, porque nunca se sabe si las continuas guerras permitirán que las cosechas lleguen a término. Engordan algún ganado. Manufacturan algunos productos muy básicos. Comercian un poco. Y sobre todo, hacen la guerra.

Son gentes ásperas, endurecidas y… malhabladas, muy malhabladas. Sus tatarabuelos de muchos siglos atrás aprendieron tan mal el latín que circulaba un chiste en Roma: «Beati hispani quibus bibere et vivere idem est» («Dichosos los hispanos, para quienes beber y vivir es lo mismo»). No se decía sólo porque les gustara el trago, sino también porque eran los únicos habitantes del imperio que no distinguían, al pronunciarlas, las b de bibere y las v de vivere. Nuestros protagonistas han corrompido aquel latín vulgar y lo han mezclado con viejos términos prerromanos que aún conservaba su atávica memoria y con otros germánicos de su reciente pasado godo y con otros más de los francos y los occitanos traídos por los peregrinos del camino de Santiago y los monjes cluniacenses y aun con otros que han aprendido de los árabes, con los que de continuo guerrean y pactan y a los que cobran o pagan parias, y de los mozárabes, que han desalojado el Duero y se han refugiado en este rincón más norteño y un poco más seguro…

Han mezclado todos esos componentes y han agitado el cóctel. Sorpresa: no sólo mezcla bien, sino que ha entrado en ebullición y cambia muy deprisa de color, de olor, de textura… Sonoriza más consonantes latinas que sus vecinos el aragonés o el gallego. Diptonga de manera más arriesgada. Elimina muchas más vocales postónicas. Introduce muchos más sonidos guturales y velares, de los que suenan en el fondo de la garganta. Llena sus vocablos de sonidos vibrantes, de erres casi impronunciables para los hablantes de las regiones limítrofes.

«Illorum lingua resona quasi tympano tuba» («Su lengua resuena casi como las trompetas de guerra»). La cita es del Poema de Almería, una obra en latín de hacia 1150. Y se refiere, por supuesto, a la lengua de Castilla, a ese nuevo idioma que había surgido en el crisol de una frontera geográfica y política, y en la cabeza y las gargantas de una gente arrojada, innovadora, poco apegada a las tradiciones porque apenas tiene otra tradición que la guerra.

Y fue la guerra, la larga guerra contra los musulmanes durante la Edad Media y las expediciones de conquista ultramarina del imperio de los Habsburgo en la Edad Moderna, lo que extendió ese nuevo idioma de modo imparable. Pero también, y sobre todo, fue esa capacidad de innovación, de cambio y de asimilación que llevaba dentro: en su fonética, en su morfología, en su ortografía…

Durante el siglo XV, el castellano ya era la lengua de cultura de toda la Península, incluso de los territorios donde en la calle se hablaba otra lengua romance. A finales de esa centuria y en la siguiente, cuando salta a América, se convierte en una coiné –lengua común- de un territorio ingente, hasta entonces fragmentado en 123 familias de lenguas de las que, una vez más, el dinámico idioma toma préstamos.

En el XVII, una pléyade de escritores excelsos (Cervantes, Quevedo, Lope, Gracián, Calderón…) lo convierten también en la lengua de prestigio en media Europa.

En el XVIII, con la llegada al trono español de una dinastía de origen galo, toma una nueva cosecha de términos franceses y los hace suyos. En el XIX y el XX se nutre del inglés, del que toma muchos vocablos surgidos de la revolución industrial, el transporte, el turismo, la economía moderna y las nuevas tecnologías.

Albores del siglo XXI. Última estación del viaje. La lengua de la frontera ha llegado a una más, la enésima en su largo recorrido. En un amplísimo territorio de América del Norte ha entrado en contacto y en pelea directa con el inglés, con el que comparte decenas de millones de hablantes. ¿Quién colonizará a quién? ¿El poderoso idioma del norte, que cuenta con más armas económicas, mediáticas y tecnológicas, o la dinámica e innovadora lengua inventada hace más de mil años por unos rudos guerreros, que cuenta con un arma demoledora: la demografía? ¿Sobrevivirán ambos como hoy los conocemos? ¿O se fusionarán y nacerá de eso que hoy llamamos spanglish una nueva coiné casi universal?

105 comentarios

  1. Dice ser IEGV

    Para mexxxxxicanito:Los Mexicanos tambien somos norteamericanos porque vivimos en Norte America.Me da mucho gusto que los Americanos y los Canadienses vayan al sur del Pirineo y hablen como Cantinflas. Creo que Cantinflas gano un Oscar y su amigo Charles Chaplin dijo en publico que Cantinflas fue el mejor comediante de todos los tiempos. Personalmente, me gusta mas Tin Tan.Yo pienso que los Americanos y los Canadienses les hacen un favor a los espagnoles al hablar como Cantinflas. Al fin y al cabo si hablas Americano no necesitas hablar ningun otro idioma (tal vez solo Mexicano y/o Acaediano).

    21 junio 2009 | 12:04

  2. Dice ser mexxxxxxicanitos ofendidos weyyyy

    mira chaval, México no es EE.UU ni Canadá, simplemente está pegado a la frontera. Esa falacia que circula por todas partes de que el mejor español se habla en vuestros terruños, es para mear y no echar gota.Wey, chévere, mamasita, ándale, doñita, no más, y toda esa mierda que soltáis por la boca. Y no sólo por la boca. Hay que ver a los sudacas, y para mí un mexicano es sudaca, me trae sin cuidado la geografía, sois hispanos y pobres. Hay que verles, digo, escribiendo:conóseme antes de jusgarme…No tenéis ni idea del auténtico español. Lo que pasa es que en clase de Historia os inculcan el odio por el oro perdido y en la clase de Lengua no os enseñan con el diccionario, sino que tal suena, tal se escribe.

    21 junio 2009 | 12:22

  3. Dice ser IEGV

    Para mexxxxxicanitos ofendidos weyyy:Los Mexicanos no necesitamos demostrar que Mexico forma parte de Norte America porque es un hecho irrefutable geografica, comercial, politica, y socialmente.No me puede importar menos en donde se hable mejor espagnol porque yo, los 110 millones de Mexicanos en Mexico y los 50 millones de Mexicanos en USA hablamos Mexicano no espagnol.La palabra «chevere» no existe en Mexico.Las clases de historia no sirven para absolutamente nada.

    21 junio 2009 | 12:41

  4. Dice ser panitez

    Después de leerme todos los comentarios, lo que indica que no me ha dejado indiferente el tema; tengo que decir que no me parece malo compartir otras lenguas en este estado como nacionales, pero creo que debería prevalecer el español, o castellano, o mejicano, o peruano o…, ya que es la lengua que nos pone en común a muchos millones de personas y que cada día mejora con la contribución de todos.¿Es que el castellano es un idioma puro o esta formado por muchas palabras que provienen de su entorno? entre las que habría que citar las catalanas, valencianas, vascas o gallegas y los miles de vocablos que provienen de los árabes,,,Pero el problema aquí es la diferenciación, yo soy catalán o soy andaluz o…, nunca saldremos de la mediocridad por la falta de cohesión.

    22 junio 2009 | 20:08

  5. Dice ser Fanjul Segundo

    “Estáis frustrados, desilusionados, cabreados, enfadados, amargados, sulfurados”De ver la diferencia tan abismal que hay de unos gobernantes a otros.El mejor presidente que tubo España fue José María Aznar, dejo el país prospero en abundancia, ya que en 1996 el gobierno socialista lo dejo en la pura ruina.Hoy día todo vuelve a estar en decadencia por que este gobierno ni sabe ni responde ni en tiende ni especifica. Sino que se repite la oración de un día a otro y cambian la letanía, lo cual el mismo se arma un lío que luego repercuten en todos los niveles económicos laborales y sociales. Y al cambio, del mal cambio nos viene de nuevo la consonancia que el creía que podría responder hacia el desbarajuste de la economía y del paro tan sangrante que tenemos en la actualidad. Pero para que esto vuelva a funcionar, hace falta un cambio, y ese cambio seria que volvieran al gobierno las personas idóneas que nos puedan evitar caer en el precipicio que día a día nos acercamos más y más. ¿De que sirve una izquierda, la cual no nos trae más que des barajustes y des ajuste en la economía de los españoles? ¿Donde están los sindicatos? En el pesebre del que les mantiene y los atiborra con nuestros dineros. ¡A si nos luce el pelo a las clases trabajadoras!http://www.soitu.es/soitu/2009/04/25/info/1240660356_844506.html¡Debemos de estar orgullos de nuestro idioma! Como es pañolesEstados Unidos es ya el segundo país hispanohablante del mundo tras México. Casi 50 millones de personas se expresan en español, si contamos los inmigrantes irregulares. Más de 6 millones de estudiantes están matriculados en castellano en los diversos niveles de la enseñanza pública. La suma de todas las demás lenguas –francés, alemán, italiano, portugués, ruso, japonés, chino…– es inferior a la demanda de los estudiantes en español. Las minorías hispanas en Estados Unidos ya no ocultan su origen. Se sienten orgullosas del idioma que afirma su identidad cultural. García Márquez ha declarado que considera a Estados Unidos un país bilingüe.Más de 450 millones de personas hablan español en todo el mundo. Es una cifra apabullante. Francisco Moreno y Jaime Otero han publicado un impresionante Atlas de la lengua española en el mundo. En Brasil, el gigante iberoamericano, el estudio de la lengua de Neruda y García Lorca es oficial. En Suecia, Noruega, Alemania, Japón, Corea o China, por citar sólo ejemplos relevantes, el español es el segundo idioma que se estudia, después del de Shakespeare y Bernard Shaw.El inglés es la lengua franca del mundo y representa tal vez al 70% como idioma internacional. El español figura destacado en el segundo puesto. Como lengua nativa, el castellano es ya la primera por delante del inglés porque el chino no es un idioma internacional y además resulta difícil de-senmarañar la madeja dialectal de aquella inmensa nación. Ese dato revelador del español como lengua nativa internacional más hablada del mundo lo recoge Ángel López García en un libro científico copiosamente documentado.Ángel Martín Municio dirigió, antes de fallecer, un estudio para la Fundación Santander en el que se llega a una conclusión reveladora: la lengua castellana genera económicamente para España el 15% de nuestro producto interior bruto, lo que la instala entre los renglones más robustos de la economía nacional. Rogelio Blanco me ha enviado libros reveladores en esta línea, así como los estudios de Juan Carlos Jiménez y Aránzazu Narbona.Además de constituirse como el gran tesoro cultural de nuestra nación, resulta que el idioma español se ha convertido en un excelente negocio. Está claro que ese factor, que tiene sin duda alta importancia, a mí me importa mucho menos que la dimensión cultural.El catalán es un bellísimo idioma español hablado por 3 millones de personas, un vaso de agua clara, según la expresión de un escritor andaluz, cuando la lengua de Pla sufría persecución dictatorial. El castellano es otro bellísimo idioma español hablado por 450 millones de mujeres y hombres en todo el mundo, entre los cuales están los 7 millones que viven en Cataluña.Todos estos datos que acabo de resumir convierten en una soberana estupidez el acoso que el castellano sufre en estos momentos en Baleares, Cataluña, País Vasco y Galicia. Nacionalistas trasnochados y decimonónicos están haciendo un daño gravísimo a los escolares de estas regiones porque el conocimiento de la lengua castellana es un vehículo utilísimo de comunicación internacional. Con tal de acumular nuevas parcelas de poder, grupúsculos de políticos voraces no vacilan en perjudicar a sus conciudadanos. ¡Qué error, qué inmenso error! La estúpida persecución del castellano lesiona la cultura en su entendimiento más profundo, limita el desarrollo económico de las nuevas generaciones, fragiliza la creación artística, oscurece el trabajo de investigación en el mundo de la ciencia y la Universidad.No se trata, en todo caso, de defender el idioma español, que se defiende solo. Se trata de defender el derecho fundamental del ciudadano a educar a sus hijos en la lengua vehicular de España.En los dos últimos años he dedicado esta página, al menos en cinco ocasiones, a exponer la realidad cultural del español y a denunciar la persecución de la que es víctima. Me alegra infinito que se haya puesto en marcha una campaña en este sentido, con Vargas Llosa al frente, y tengo la esperanza de que no se politice. La lengua española no es un arma arrojadiza para arremeter con ella contra el partido rival y llenar así la cesta de los votos. Es un derecho cívico, un torrente de agua clara, una maravillosa realidad cultural de la que tenemos la suerte histórica de disfrutar cerca de 500 millones de hispanohablantes.

    22 junio 2009 | 21:41

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